Costó sudor. Pero el paquete fiscal de la coalición vio la luz este jueves. Un acuerdo in extremis entre las alas socialistas y de Unidas Podemos con un potente mensaje: subidas de impuestos para las rentas más altas y disminuciones fiscales para las rentas medias y bajas. Una hoja de ruta en materia de tributos con una gran importancia económica por los momentos de incertidumbre por la inflación y mucha carga simbólica con un modelo diferente al que propugna la derecha, que encabeza las encuestas.
Y llegó en un momento clave, en mitad de una encarnizada batalla fiscal entre las comunidades, compitiendo por la bajada de impuestos a escasos ocho meses para las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo. Desde el Gobierno se niega que este plan sea una reacción a esa carrera iniciada por Andalucía con la eliminación del impuesto de patrimonio. Fuentes del Ejecutivo explican que se llevaba trabajando desde “hace un mes y medio” en el conjunto de medidas. No obstante, confían en que la presentación sirva para que se enfríe ese pulso entre regiones.
El acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos se refiere a la parte fiscal de la coalición, pero tienen que seguir negociando en los próximos días para pactar el acuerdo global de los presupuestos generales. Todavía existen escollos, según fuentes conocedoras, en una serie de partidas para Empleo e Igualdad, además de no convencer la dotación para la ley de familias impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales. Desde Hacienda se dice que se está “cerca” también de ese pacto, aunque todavía quedan “flecos”. Lo que sí espera el Gobierno es que esto sirva para allanar la ley de presupuestos.
Hacienda confía en sacar los presupuestos
Fuentes de Hacienda confían en que saldrán adelante los terceros presupuestos de la coalición, con la intención de que estén en vigor el próximo 1 de enero. Todavía no han empezado a hablar con los socios de investidura, ya que primero quieren cerrar el pacto con Unidas Podemos. Más País y Compromís han recibido muy bien los anuncios y están en la línea de sacar los presupuestos. Fuentes de Esquerra explican que todavía queda por “negociar todo” sobre las cuentas y en el PNV, que ha recibido tibiamente las propuestas fiscales, señalan que “todavía” es pronto. EH Bildu, argumentan desde el grupo parlamentario, habla de iniciativas “insuficientes” pero que “van en la buena dirección”. Consideran “muy positivo” el impuesto sobre las grandes fortunas: “Un paso adelante”.
El paquete fiscal del Gobierno tiene una serie de medidas muy potentes. El impuesto a las grandes fortunas queda fijado de manera temporal para 2023 y 2024 para los patrimonios superiores a tres millones de euros. Afectará a unos 23.000 contribuyentes y tiene un impacto potencial de 1.500 millones de euros. Además, evitará la doble imposición: la cuota abonada por el impuesto de patrimonio será deducible. Lo que hace en la práctica es que no haya comunidades que se libren de ese gravamen, para evitar el dumping fiscal, pensando en Madrid y Andalucía.
Asimismo se incluye una petición que había luchado mucho Unidas Podemos, aumentar el IRPF para las rentas de capital superiores a 200.000 euros, que afectará a 17.814 contribuyentes y con un impacto de 204 millones de euros en 2024. Otra medida tiene que ver con el impuesto de sociedades, con la limitación en un 50% de la posibilidad de compensar las pérdidas de las filiales en los grupos consolidados (sólo afectará al 0,2% de los declarantes de este gravamen y servirá para ingresar 2.439 millones de euros entre 2023 y 2024).
La gran incógnita estaba en ver qué se hacía con el IRPF. Desde el Gobierno se negó durante semanas que se iba a tocar de manera masiva, como había pedido el Partido Popular. Al final sí hay rebajas de este impuesto, pero se hace para los que cobran menos de 21.000 euros (el 50% de los empleados en España). Desde Hacienda se defiende que no se ha rectificado y que siempre dijeron que no se deflactaría el IRPF, como pide el PP y que el Gobierno considera injusto porque afecta a todos, y que no habría una bajada “masiva” de impuestos.
El PP se opondrá al impuesto a las grandes fortunas y considera el resto de las medidas “decepcionantes y escasas”
Como era de esperar, las medidas fiscales anunciadas por el Gobierno no son del agrado del PP. El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, las calificó de “decepcionantes, escasas” e “improvisadas”. Y eso que, según el vicesecretario de Economía del partido, Juan Bravo, “han copiado” propuestas del PP, entre las que citó la exención de las rentas más bajas, la reducción de módulos de autónomos y la rebaja de la imposición sobre los rendimientos del trabajo, informa Fernando Varela.
Lo que menos les gusta, explicó Feijóo en una declaración improvisada en un acto de partido en Vigo, es que no van a ser de aplicación hasta el año 2023. “Los españoles tienen que saber que no les van a bajar impuestos en 2022”, subrayó, y que “las clases medias tampoco van a tener ninguna rebaja de impuestos”. Eso sin contar, añadió, que no incluyen una rebaja en el IVA de los productos básicos de la alimentación, como reclama el PP desde hace varios días. Es una propuesta, resumió, que no tiene “la mínima sensibilidad con las rentas mínimas y bajas”.
Feijóo evitó cuidadosamente hacer referencia al impuesto a los grandes patrimonios, pero Juan Bravo confirmó que el PP está en contra y lo considera un “enorme error”. El resto son, añadió el vicesecretario del PP, medidas que llegan “tarde” y que se “quedan cortas” porque el PP defiende que las rebajas alcancen a las rentas de 40.000 euros y la del Gobierno se queda en los 21.000.
Fuentes del Gobierno, ante la postura del PP, vaticinan que Génova 13 impulsará de manera indirecta o indirecta recursos contra los nuevos impuestos y prevén que librarán la batalla en los tribunales, como han hecho con otras medidas del Ejecutivo. En Hacienda también explican que había que ajustar el plan al contexto internacional y a lo que están diciendo los grandes organismos, que desaconsejan esas bajadas masivas. Es el caso de lo que ha pasado en el Reino Unido con el desplome de la libra tras la presentación de su agresivo plan de bajada tributaria. La coalición, además, quería sellar una hoja de ruta que marque claramente que los que más tienen deben aportar para salir de la actual situación y que no se puede repetir el mecanismo de 2008.
Costó sudor. Pero el paquete fiscal de la coalición vio la luz este jueves. Un acuerdo in extremis entre las alas socialistas y de Unidas Podemos con un potente mensaje: subidas de impuestos para las rentas más altas y disminuciones fiscales para las rentas medias y bajas. Una hoja de ruta en materia de tributos con una gran importancia económica por los momentos de incertidumbre por la inflación y mucha carga simbólica con un modelo diferente al que propugna la derecha, que encabeza las encuestas.