La Comisión Europea ha hecho balance de los avances y retrocesos en materia educativa de los miembros de la Unión Europea. Las conclusiones las ha revelado a través de un informe publicado este martes, donde la institución realiza un análisis pormenorizado de la evolución y situación actual de los diferentes países en cuanto a los objetivos marcados por la comunidad europea. Si bien España puede presumir de importantes avances, el organismo pone de relieve su estancamiento en cuestiones clave como el gasto público.
Por otro lado, la Comisión Europea alertó de la incertidumbre en lo que respecta al futuro del Pacto Político y Social por la Educación en España. "El acuerdo político y social posible sobre educación, del que se tomó nota en el informe del año pasado, no se ha materializado y su futuro es incierto en el contexto del nuevo Gobierno", alertan los autores del estudio. infoLibre repasa algunas de las cuestiones más importantes observadas por el órgano europeo en su radiografía global.
Gasto público precrisis
El gasto destinado a educación no logra alcanzar los niveles precrisis. España, de hecho, es el sexto país de la UE con menor gasto público para la educación, un 4% del PIB en 2016. La media europea dejó un porcentaje del 4,7%. Si bien la cifra refleja un aumento del 1,1% en términos reales respecto al año anterior, una mirada por los años previos evidencia una caída que impide al país remontar.
El descenso en comparación con el año 2013 es de una décima, de manera que "el gasto en educación no ha recuperado los niveles de 2009 previos a la crisis". Actualmente, la mayor parte del gasto público total se destina a la enseñanza preescolar y primaria (39,2%), seguido de la enseñanza secundaria (37,5%) y de la educación terciaria, dirigida a adultos (14,1%).
En comparación con los países de su entorno, sólo cinco territorios se encuentran por debajo: Italia (3,9%), Eslovaquia (3,8%), Rumanía (3,7%), Bulgaria (3,4%) e Irlanda (3,3%). En el polo opuesto, Dinamarca (6,9%), Suecia (6,6%), Bélgica (6,4%) y Chipre (6%) presumen de primeros puestos.
España, de hecho, desciende posiciones en cuanto al porcentaje del gasto público total, no sólo respecto al PIB. Se sitúa desde esta óptica como el tercer país con el menor porcentaje destinado a educación (9,5%), únicamente por delante de Italia (7,9%) y Grecia (8,6%) y a distancia del 10,2% de la media europea.
Educación cívica
La Comisión Europea presta especial atención a la dedicación que los países emplean a la educación cívica. En España, el modelo tiende a enseñarla como un asunto interdisciplinario integrado en materias obligatorias, aunque las clases relativas a los "valores cívicos, sociales y éticos" se ofrecen habitualmente como alternativa a la asignatura de Religión.
Las últimas cifras –tanto para las escuelas públicas como para las privadas– muestran que en el año escolar 2015/2016 alrededor del 33% de los alumnos de Educación Primaria eligieron "valores cívicos y sociales", mientras que el 46% de los alumnos de Educación Secundaria se inclinaron por "valores éticos". El organismo europeo subraya además que a finales de 2017 se acordó "introducir derechos humanos, valores cívicos y constitucionales como un nuevo tema en los programas escolares". No obstante, las diferencias territoriales quedan patentes una vez más y dificultan el análisis global. En Andalucía, Aragón, Canarias y Cantabria se ofrecen materias independientes relacionadas con la "ciudadanía, educación y derechos humanos".
La Comisión alerta sobre la reforma educativa, la Lomce, que en España eliminó la obligación de establecer una asignatura específica, Educación para la Ciudadanía, del mismo modo que ocurrió en Chipre, donde la asignatura obligatoria e independiente quedó diluida en otras materias.
"La educación cívica tiene un papel inequívoco en la formación de ciudadanos bien informados", recuerda el documento publicado este martes. Entre los países miembro de la UE, Italia impulsó en 2015 una reforma escolar en la que hace hincapié en la educación cívica, mientras que Francia mantiene vigente un plan de acción por la igualdad y la ciudadanía. En parte de los países analizados, sin embargo, "la educación cívica se integra en otras asignaturas obligatorias sin ser parte del plan de estudios como asignatura en sí misma". Sólo en diez países se imparte educación cívica como asignatura separada y sólo en siete es una asignatura obligatoria en la formación inicial especializada de los docentes.
En cuanto al número de horas dedicada a la educación cívica, la cima la ocupan países como Francia en el nivel primario, con 36 horas o Rumanía, con 10,1 horas. Frente a ellas, Estonia, con 4,4 horas o España, con 5,8 en el primer nivel educativo.
Formación del profesorado
Unido a la educación cívica, la Comisión Europea analiza también en nivel formativo del profesorado. En mayo de 2018 el Consejo de la UE invitó a todos los países miembro a prestar apoyo al personal docente para trabajar sobre un aprendizaje permanente. Por ello, recuerda la Comisión, los países "deben permitir que los profesores, los directores de centros escolares y el personal académico, promuevan la ciudadanía activa, los valores comunes, el sentido de pertenencia y la respuesta a las diferentes necesidades de los alumnos, así como la educación inclusiva". En España, si bien no existe un criterio unificado a nivel estatal, varias comunidades se han puesto manos a la obra para mejorar la especialización de los profesionales.
Extremadura ofrece formación complementaria a los docentes respecto a cuestiones como la educación inclusiva y la igualdad de género, mientras que la Comunitat Valenciana hace lo propio en cuanto a sexualidad, diversidad y coeducación. En Madrid, por su parte, se alimenta la formación relativa al respeto intercultural y la equidad.
Según los últimos datos del curso escolar 2016/2017, "los futuros profesores pueden especializarse en educación cívica durante la formación inicial en Bélgica, Dinamarca, Reino Unido, Irlanda, Luxemburgo y Países Bajos". Además, un total de catorce sistemas educativos organizan o apoyan el desarrollo profesional continuado, con el fin de promover la competencia de los directores en la aplicación de la educación cívica: Bulgaria, España, Estonia, Irlanda, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Letonia, Lituania, Países Bajos, Austria, Polonia y Eslovenia.
Abandono escolar
El análisis del abandono escolar deja un sabor agridulce para España. El país, relata la Comisión Europea, "está haciendo grandes progresos en la reducción del abandono escolar". De hecho, la tasa ha ido disminuyendo progresivamente: del 23,6% en 2013 al 18,3% en 2017. Con esta tendencia, observa la institución, se habrá alcanzado el objetivo del 15% en el año 2020.
Los progresos realizados desde el año 2008 resultan especialmente significativos en comunidades autónomas como La Rioja –con un descenso de 24,2 puntos–, Murcia –17,5 puntos menos– y las Islas Canarias –16,6 puntos menos–. Por el contrario, en Andalucía, Balears, Castilla-La Mancha, Comunitat Valenciana y Murcia la tasa de abandono escolar se mantiene por encima del 20%. En Cantabria y en Euskadi, por el contrario, el porcentaje es inferior al 10%.
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Una explicación para las altas tasas de abandono escolar en ciertas comunidades, analiza la Comisión Europea, "podría ser la elevada demanda de trabajadores poco cualificados en sectores como el turismo y la construcción".
Pese a los avances de España, la tasa de abandono escolar sigue estando muy por encima de la media de la UE, que se sitúa en un 10,6%. De hecho, un total de 18 países han alcanzado el objetivo del 10%: Croacia, Eslovenia, Polonia, Irlanda, Lituania, Grecia, República Checa, Países Bajos, Luxemburgo, Austria, Suecia, Finlandia, Letonia, Chipre, Dinamarca, Bélgica, Francia y Eslovaquia. Además, otros como Alemania (10,1%), Reino Unido (10,6 %) y Estonia (10,8 %) están muy próximos a la tasa fijada como meta.
Irlanda (5,9%) y Grecia (6,9%) registran los valores más bajos respecto a abandono escolar, mientras que España se encuentra, junto a Malta (18,6%) y Rumanía (18,1%) en los primeros puestos. Aunque Eslovaquia es el único país donde se constata una importante tendencia al alza –con un índice de 4,2 puntos más que en 2011–, sigue estando por debajo de la media europea, con un 9,3% de jóvenes que han renunciado a continuar con sus estudios.
La Comisión Europea ha hecho balance de los avances y retrocesos en materia educativa de los miembros de la Unión Europea. Las conclusiones las ha revelado a través de un informe publicado este martes, donde la institución realiza un análisis pormenorizado de la evolución y situación actual de los diferentes países en cuanto a los objetivos marcados por la comunidad europea. Si bien España puede presumir de importantes avances, el organismo pone de relieve su estancamiento en cuestiones clave como el gasto público.