Privilegios
El Congreso aprueba el aforamiento del rey Juan Carlos con un aluvión de críticas al PP
Los números de la votación –184 síes, 32 noes y 109 abstenciones– sirven de poco para expresar el enorme rechazo que ha despertado el aforamiento del rey Juan Carlos impulsado a toda urgencia por el PP. Los conservadores lograron sacar adelante el blindaje del monarca saliente, de las reinas Sofía y Letizia y de la princesa de Asturias, gracias a su mayoría absoluta y con el único sostén de Foro Asturias y Unión del Pueblo Navarro, pero no se libraron de un chorreo de durísimas críticas vertidas durante el pleno de este jueves. Desde el Grupo Mixto al PSOE.
Unos criticaron las formas, el procedimiento elegido, ya que el Ejecutivo coló "a hurtadillas", "de tapadillo", dos enmiendas a un proyecto de ley que estaba tramitándose en la Cámara baja y nada tenía que ver con la Corona. Otros fueron más al fondo, incidiendo en que no se puede conceder escudo legal a quien ya no es un cargo público, y quienes recordaron que Juan Carlos recibió el trono de manos de un dictador, Francisco Franco.
El Ejecutivo quería un trámite ultrarrápido y sin apenas debate. Introdujo el viernes pasado, 24 horas después de la proclamación de Felipe VI como rey, dos enmiendas en la reforma parcial de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) pensada, sobre todo, para regular los días de asuntos propios, las pruebas selectivas y la jubilación del personal de Justicia. Forzó la máquina todo lo que pudo. Hizo que se convocase la ponencia el lunes pasado, la comisión el martes y hoy, un pleno extraordinario –que siguió a la sesión normal, ordinaria–, todo con el fin de ventilar la cuestión lo antes posible y proteger ya al rey Juan Carlos, las reinas Sofía y Letizia, la princesa de Asturias y su futuro cónyuge. El blindaje diseñado por el Gobierno es total, mayor del que disponen diputados y senadores, pues los nuevos aforados reales sólo podrán ser juzgados por el Supremo en todas las causas penales y civiles.
Nadie del Ejecutivo salió hoy a defender las enmiendas en la tribuna. Todo corrió a cargo del diputado conservador Leopoldo Barreda, que se agarró al manual: había que cubrir el vacío legal creado tras la abdicación de Juan Carlos, y actuar con sentido de responsabilidad y de Estado. Barreda condenó el "populismo", la "demagogia" y la "barra libre de insultos" que se han escuchado contra la familia real. También hoy, claro. El diputado del PP tuvo como única ayuda a los otros dos parlamentarios que suscribieron las enmiendas: Carlos Salvador, de UPN –que encontró la fórmula del PP "razonable, lógica y oportuna"–, y Enrique Álvarez Sostres, de Foro Asturias, que cargó contra la "hipocresía" de los grupos, aunque reconoció que el procedimiento "es siempre mejorable".
En el grupo de la abstención se encontraba tanto el PSOE como CiU y Coalición Canaria. La socialista Meritxell Batet criticó el "mal procedimiento" de la ley y la "absoluta falta de consenso", y recordó que los fueros no están pensados para las personas, sino para las instituciones. "La responsabilidad de estar solos hoy y las consecuencias que eso comporta es sólo suya", lanzó a los diputados del PP.
"Este aforamiento es un desafuero"
Es un tema "importante, delicado y sensible", defendió la nacionalista canaria Ana Oramas. Y precisamente por eso, añadió, se requería una tramitación serena, que podría haber sido ágil, pero no "de tapadillo". Jordi Jané, de CiU, señaló que lo lógico habría sido esperar a una reforma global de la LOPJ para garantizar un debate sosegado, buscando consensos, estudiando la fórmula para reducir el número de aforados y restringir su alcance. "¿Tanta prisa es necesaria?", preguntó. Una celeridad que se explica, en parte, por las demandas de paternidad que pesan sobre el exjefe del Estado.
Muchísimo más duros fueron Izquierda Plural, UPyD, PNV, Compromís-Equo, BNG y, ya en el extremo, ERC y Amaiur. "Este aforamiento es un desafuero", es un "trágala", un "desacato" a la Justicia y al juez José Castro, que mantiene como imputada a la infanta Cristina por el caso Nóos, dijo Gaspar Llamazares. El diputado de IU denunció el hecho de que haya ciudadanos que, cuando dejan su cargo, se conviertan en "casi dioses". "Hay cortesanos que son más papistas que el papa, y esta iniciativa de aforamiento demuestra que hay una maniobra palaciega para pasar de los pactos de la Moncloa a un pacto de la Zarzuela", señaló.
Por UPyD intervino Irene Lozano. Arremetió contra una "chapucera" tramitación diseñada para garantizar un aforamiento "vitalicio" a Juan Carlos, precisamente cuando toca abolir, a su juicio, esa figura legal, porque es un "privilegio sin ningún género de dudas". La ley no puede ser "un traje a medida", en el que se dispense una Justicia "cómoda" para los poderosos y una "más cara y lenta" para el resto. Emilio Olabarria definió el pleno de este jueves como "manifiestamente ilegal", por haber forzado tanto el reglamento y no haber cumplido con los tiempos exigidos. Se preguntó, como otros oradores, "por qué se está corriendo tanto", "qué hay que ocultar". Razones de más para que la ciudadanía tenga "sospechas".
De dónde viene la fortuna
Joan Baldoví, de Compromís-Equo, colocó una flor en el vaso de agua que tenía a su derecha, en la tribuna. Eso, "un florero", es en lo que se ha convertido la democracia, dijo. "Tanta prisa nos hace pensar mal y no huele bien". Uxue Barkos, de Geroa Bai, también habló de un procedimiento "a hurtadillas". Una sucesión rapidísima que ha buscado consolidar una monarquía parlamentaria que es "heredera directa del franquismo". "¿De qué quiere el Gobierno proteger al rey Juan Carlos y con estas prisas? Qué quiere proteger el Gobierno cuando quiere recurrir la imputación de la infanta?", inquirió Olaia Fernández Davila, portavoz del BNG. Ella también rechazó que se "siga alabando" al monarca saliente como el hombre que trajo la democracia a España "por gracia divina".
La monarquía "fue instaurada por uno de los genocidas más sanguinarios del siglo XX", Franco, se lanzó el republicano Joan Tardà. "Felipe VI es rey por la gracia de [Mariano] Rajoy y [Alfredo Pérez] Rubalcaba, como Juan Carlos lo fue por la gracia de Franco". Y ahora se le blinda, "por miedo a la verdad" y porque en estos 40 años ha tenido "barra libre para hacer y deshacer lo que le viniera en gana y amasar una de las fortunas más importantes del mundo que hoy podía ser cuestionada en los tribunales". Por el mismo flanco atacó Onintza Enbeita, de Amaiur. "Llegó de Italia con una mano delante y otra detrás. ¿Por qué tiene esa fortuna? ¿Es heredero del rey Midas?". Juan Carlos "se ha forrado" en el cargo. La Zarzuela jamás ha querido revelar el patrimonio de los miembros de la familia real.
Ahora el proyecto de ley camina al Senado. Allí se aprobará, previsiblemente, en la segunda semana de julio. De allí, al BOE. Fin de la tramitación. En tiempo récord, como quería el Gobierno.