El Pleno del Congreso de los Diputados ha dado luz verde a la participación de las Fuerzas Armadas en la nueva misión de la OTAN en Afganistán, la denominada Resolute Support, y que consistirá en un contingente de un máximo de 485 militares a partir del 1 de enero.
En la votación de este jueves, un total de 308 diputados de PP, PSOE, UPyD, CiU y PNV han apoyado la misión, mientras que los de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) y Bloque Nacionalista Galego (BNG) han votado en contra y los de ERC y CC-NC han optado por la abstención.
El ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha solicitado la autorización de la Cámara –tal y como establece la Ley de la Defensa Nacional–, indicando que la nueva etapa que comienza en 2015 tratará de dotar a las fuerzas afganas de unas capacidades suficientes para hacerse cargo de su propia seguridad.
Según el titular de Defensa, la misión aliada que ahora concluye –la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF)– ha resultado un "éxito" en sus objetivos con respecto al punto desde el que partió hace 13 años. "La coalición ha ganado la guerra. Ahora debemos prepararnos para triunfar también en la paz", subrayó.
Las mismas funciones que hasta ahora
La nueva misión, de adiestramiento y asesoramiento a las fuerzas afganas, contará con una participación inicial de 485 militares españoles, que realizarán prácticamente las mismas funciones que desarrolla el contingente actualmente desplegado.
Esto es, seguirá habiendo una unidad de apoyo a la gestión del aeropuerto de la base de Herat, en el oeste del país, continuarán encargándose del hospital Role 2, que atiende tanto personal civil como militar, seguirán ejerciendo de fuerza de protección de esta base y se mantendrán unos 20 efectivos en los cuarteles generales de la misión en Kabul para planteamiento y organización.
Eso sí, España perderá el próximo 1 de enero el mando de la base en favor del Ejército italiano.
No sé concreta la duración de la misión
Morenés no ha querido ser muy concreto con la fecha de la retirada, ya que está sujeta a coordinación con el resto de países aliados, si bien ha dicho que "se espera que en el tercer trimestre de 2015 ya se hayan alcanzado los objetivos en el Mando Oeste" y, por tanto, se podría producir el repliegue de Herat. Así pues, el ministro calcula que en noviembre del año que viene las tropas españolas se replieguen de esta zona del país, dejando su seguridad en manos de las fuerzas afganas, y sólo quede un contingente en los cuarteles generales de Kabul.
No obstante, ha dejado claro que todas estas fechas están sujetas al desarrollo de la misión y a la coordinación con el resto de países participantes en la misma, motivo por el cual el Gobierno ha solicitado la autorización por un año, hasta diciembre de 2015, pudiendo ser renovada después en caso de que sea necesario.
El diputado socialista Diego López Garrido transmitió el apoyo de su grupo a la misión porque, aunque ha dicho que Afganistán "está mejor de lo que estaba, sigue teniendo muchos problemas" y, por tanto, es necesario el apoyo internacional.
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El portavoz de CiU, Jordi Xuclà, también ha respaldado al Gobierno para esta operación que facilite la "afganización de Afganistán" y así "conseguir en el largo plazo lo que ISAF no ha podido en el medio plazo", que es la "creación de un marco de democracia y de respeto a los Derechos Humanos".
Tras ensalzar la labor de los militares y su "sacrificio" porque "llevan por el mundo la mejor cara de España", Rosa Díez, de UPyD, ha expresado el apoyo de su grupo a la misión porque el objetivo es que "Afganistán progrese y no se convierta nunca más en un Estado fallido".
Pero esta nueva operación no ha obtenido el respaldo de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), cuyo portavoz, José Luis Centella, ha reprochado que después de 13 años de presencia en Afganistán "ni el mundo es más seguro ni el terrorismo es más débil".
El Pleno del Congreso de los Diputados ha dado luz verde a la participación de las Fuerzas Armadas en la nueva misión de la OTAN en Afganistán, la denominada Resolute Support, y que consistirá en un contingente de un máximo de 485 militares a partir del 1 de enero.