Pasados ya los cien primeros días de gobierno desde la celebración de las elecciones municipales, los ayuntamientos se enfrentan al reto de concretar las propuestas que detallaban en sus programas electorales. La participación ciudadana se erigió como una de las grandes apuestas comunes entre los nuevos alcaldes y alcaldesas, que priorizaban dar voz a los habitantes de sus ciudades con el fin de que ellos mismos sean quienes tomen algunas decisiones.
Red telemática de participación
El pasado martes, el Ayuntamiento de Madrid puso en marcha una nueva herramienta destinada a enriquecer la participación de los madrileños mediante el planteamiento de demandas e iniciativas que se recogerán en una página web específica para ello.
Todos los ciudadanos mayores de 16 años y empadronados en la comunidad podrán inscribirse para intervenir en debates y plantear propuestas, los dos pilares sobre los que funciona la iniciativa. Los debates giran en torno a hilos de discusión planteados por los ciudadanos en un espacio independiente. Cada uno de los miembros del Ayuntamiento cuenta con un perfil propio, de modo que podrán asimismo intervenir junto a la ciudadanía en las discusiones que se generen.
"La web es una herramienta accesoria, lo importante, el verdadero cambio es poner en marcha el derecho de propuesta como mecanismo de participación directa de la ciudadanía", explica el concejal de Participación Ciudadana, Pablo Soto, a infoLibre. El apartado de propuestas está enfocado a la presentación de iniciativas que los ciudadanos podrán apoyar o revocar. Los planteamientos más votados –aquellos que alcancen 53.726 votos, que se corresponde al 2% del censo madrileño–, serán expuestos en la web para que durante 45 días los ciudadanos puedan debatir sobre ella, y finalmente decidir en el plazo de una semana si debe ser llevada a cabo.
La única intervención del gobierno será el análisis de los expertos, que en el plazo máximo de un mes estudiarán aspectos como la viabilidad, legalidad y coste económico. "Se van a excluir las propuestas que tengan contenidos xenófobos, racistas, delictivos… criterios muy evidentes. Todas las demás entran, no hay valoración política, es la propia gente la que decide", destaca Soto.
Pablo Soto sostiene que la iniciativa es "muy innovadora en España, pero lleva funcionando muchísimo tiempo en otros sitios". El concejal asegura que este país "necesita una profundización democrática: que la participación de los ciudadanos se base en cada cuatro años elegir una papeleta no encaja mucho en la definición moderna de democracia", concluye.
Ciudadanos que ocupan escaños
El pasado lunes el gobierno encabezado por el coruñés Xulio Ferreiro estrenó uno de los proyectos más esperados dentro de su compromiso por llevar la "plaza al interior del pazo". Se trata de un escaño ciudadano reservado a quienes quieran poner sobre la mesa ruegos y preguntas, que podrán plantear al final de cada uno de los plenos municipales.
"Con el escaño ciudadano nuestro objetivo es desarrollar uno de los puntos del reglamento de Participación que ya existía en la ciudad, pero que nunca se llevó a cabo", explica la concejala de Participación e Innovación Democrática, Claudia Delso, en declaraciones a infoLibre. Todos los ciudadanos que lo deseen podrán participar presentando una solicitud a través de la sede electrónica o mediante los registros municipales. Cada pleno recogerá el testimonio de un máximo de diez ciudadanos, que se elegirán por sorteo, quedando pendientes para el próximo acto las solicitudes restantes.
Tras unas larguísimas siete horas, el Ayuntamiento acogió el pasado lunes a un total de ocho personas que plantearon sus demandas. "Lo ideal es que no tuvieran que esperar, que pudieran intervenir al principio, pero por cuestiones de marco legal sólo podíamos hacerlo así", apunta Delso, quien añade que están trabajando para mejorar este aspecto. En cuanto al balance, la concejala admite que "la experiencia del lunes fue hermosa, histórica, algo que nunca había ocurrido en la ciudad, porque nunca se había escuchado la voz de los ciudadanos en igualdad de condiciones". Destaca que las ocho intervenciones fueron "muy plurales", y que incluso algunas de ellas "introdujeron temas que no se estaban tratando". "El sentimiento es de agradecimiento y riqueza al escuchar a los vecinos que transmiten problemas desde el sentido común de quienes los están viviendo", asegura Delso.
Respecto a los efectos políticos, los ciudadanos reciben al momento una respuesta por parte de los miembros de gobierno, que valoran el contenido de la demanda y su viabilidad. "También ocurrirá que haya propuestas que requieran una contestación mucho más técnica, así que contemplaremos para esos casos responder en un plazo de 15 días", concluye la coruñesa.
En Madrid también se está estudiando la puesta en marcha de toda una serie de mecanismos destinados a que los ciudadanos tengan presencia en el Ayuntamiento. Es el caso de los presupuestos participativos, que están ideados para que "la gente pueda decidir a qué va a ir dedicado un porcentaje del presupuesto municipal", tal y como explica Pablo Soto.
El presupuesto participativo formará parte del que actualmente se dedica a la construcción de dotaciones y a dar forma a la ciudad en lo físico. "Antes de final de año se anunciará la convocatoria y se marcarán los plazos y las fases, que se iniciarán el uno de enero", señala Soto. Estas fases se basarán en las propuestas de la gente, los informes técnicos de viabilidad y costes, y una etapa final de votación, que consistirá en cederle una "bolsa de dinero" a cada distrito para que la inviertan en los proyectos que ellos decidan.
Pablo Soto también anuncia la creación de un co-gobierno ciudadano, que empezarán a desarrollar el año que viene. "El foco político de las concejalías está muchas veces designado por las agendas políticas, y con el co-gobierno ciudadano queremos decidir cuáles son esos focos", explica Soto, quien añade que "los asuntos que consideramos prioritarios nosotros no siempre coinciden con los temas o las acciones estratégicas de la ciudadanía y sus representantes". Esta iniciativa busca que, mediante votación, "se priorice qué asuntos son más importantes y cuáles menos, de forma que se pueda decidir el rumbo genérico hacia donde tiene que caminar la institución", relata el concejal.
Otra de las propuestas más innovadoras llevadas a cabo por el gobierno de Manuela Carmena gira en torno a la toma de decisiones en los plenos y la elaboración del reglamento municipal. "Hemos abordado el proceso de toma de decisiones por un lado con transparencia,publicando las agendas de los concejales", señala Pablo Soto. Lo que han designado como legislación colaborativa completaría este proceso, mediante una "ordenanza de transparencia que estamos elaborando para que la ciudadanía pueda ver con quién se reúne cada concejal y qué documentación ha consultado", apunta.
También crearán un registro de lobbys lobbys, de modo que "si una entidad que representa intereses privados se reúne con un concejal para incidir en sus decisiones, se tienen que inscribir en el registro y explicar qué intereses representa", de forma que la ciudadanía pueda estar informada sobre ello. "Además de eso, queremos que el propio proceso de redacción de la norma sea transparente y se vea qué modificaciones se han ido introduciendo", añade el concejal.
La voz de los barrios y distritos
La ciudad de A Coruña también inauguró el pasado jueves A Porta Aberta, nombre que engloba todos los procesos participativos que se desarrollarán en la localidad. "Este jueves presentamos el primer proceso, la primera de las puertas, que consiste en la división de la ciudad en distritos, basándonos en la ley de las grandes ciudades que obliga a este tipo de organización", explica Claudia Deslo.
La concejala anunció la previsión de llevar a cabo 27 encuentros presenciales en distintos puntos de la ciudad a partir del día 22 de septiembre, con "participaciones individuales partiendo de experiencias personales en relación al barrio, que se confrontarán con las de otras personas, de modo que se construirá un debate y habrá también un trabajo colectivo". Todo ello quedará recogido en un foro ciudadano, donde además los miembros del Ayuntamiento devolverán a la ciudadanía el trabajo desarrollado hasta el momento, y que "se presentará antes de finales de este año, para conseguir que a lo largo del 2016 Coruña esté organizada por distritos en función de lo que haya decidido la ciudadanía", recalca Delso.
El objetivo es "dibujar los límites del barrio, poner en común reflexiones para crear una conclusión colectiva y ver cómo sería ese hipotético distrito, decidiendo competencias", según explica Delso, quien destaca que "la gente debe tener voz" sobre este tipo de decisiones "tan relevantes".
La Zaragoza de Pedro Santiesteve será otra de las ciudades que aunará esfuerzos por lograr una ciudad activa y participativa. Fuentes municipales consultadas por infoLibre han explicado que actualmente están trabajando sobre "el diseño de una oficina técnica que funcionará como recurso transversal para poder trabajar en la participación ciudadana y vertebrar la intervención en los diferentes barrios y distritos". La finalidad es que las diferentes áreas del Ayuntamiento inicien procesos "orientados a la elaboración de normativa, diseño de proyectos y la consulta sobre temas de la ciudad".
Está destinado también a dar apoyo técnico en la "articulación de los mecanismos de participación directa en los barrios, mediante diagnósticos comunitarios, planes de barrio o presupuestos participativos", explican desde el Ayuntamiento. Servirá a su vez para "implementar un modelo de Centro Cívico como espacio de dinamización de la participación". Para ello, serán fundamentales "las instituciones, la sociedad civil organizada y la ciudadanía", así como el uso de las herramientas "digitales y presenciales que permitan procesos de deliberación".
El Ayuntamiento de Pamplona, presidido por Joseba Asirón, tiene previsto “revisar y modificar el actual reglamento y normativa, con el fin de facilitar una participación más amplia de la ciudadanía, reformulando y ampliando los órganos, procesos, mecanismos y canales de participación”, según señala la concejala de Participación Ciudadana, Juventud y Deporte, Ana María Lizoain.
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Para una participación ciudadana efectiva, el Ayuntamiento pondrá en marcha la "actualización y desarrollo de los espacios estables de participación de forma progresiva en base a necesidad y demanda ciudadana, como el Consejo Social de Ciudad, los Consejos Sectoriales y los Consejos de Barrio", explica Lizoain, quien además destaca la importancia de los "espacios puntuales de participación, como foros, consulta o comisiones".
Los barrios y las comunidades vecinas serán otro de los ejes fundamentales para una participación real de la ciudadanía. Por ello, Lizoain expresa la voluntad municipal de "actualizar y poner en marcha mecanismos de apoyo y promoción del tejido social de la ciudad", entre los que destaca un Servicio de Dinamización y Mediación Comunitaria "que potencie y apoye el desarrollo de iniciativas ciudadanas y además realice funciones de mediación vecinal", así como una Red de Espacios Sociales y Culturales Participativos, destinada a "desarrollar diferentes niveles de participación ciudadana, como la cesión de espacios, huertos comunitarios o centros cogestionados y autogestionados", subraya.
En Barcelona, la Alcaldía de Ada Colau prevé desarrollar procesos participativos con el objetivo de dar voz a los ciudadanos mediante "debates sobre el modelo turístico de la ciudad, donde intervendrán los agentes implicados y la ciudadanía", explicaron fuentes municipales a este periódico. El gobierno de la ciudad condal pretende además fomentar la actuación de los habitantes en el Plan de Actuación Municipal y los distritos.
Pasados ya los cien primeros días de gobierno desde la celebración de las elecciones municipales, los ayuntamientos se enfrentan al reto de concretar las propuestas que detallaban en sus programas electorales. La participación ciudadana se erigió como una de las grandes apuestas comunes entre los nuevos alcaldes y alcaldesas, que priorizaban dar voz a los habitantes de sus ciudades con el fin de que ellos mismos sean quienes tomen algunas decisiones.