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Los críticos acusan a la gestora de montar una "cacería"

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Ibon Uría

La división interna del PSOE volvió a reflejarse este martes en la reunión del grupo en el Congreso, que abordó los cambios en la dirección de los 84 diputados socialistas y los relevos en numerosas comisiones. Esas modificaciones fueron decididas la semana pasada por la comisión gestora, y perjudicaron fundamentalmente a parlamentarios que votaron contra la investidura de Rajoy –haciendo caso omiso a la decisión del Comité Federal– y a algunos afines a Sánchez que, pese a abstenerse, también perdieron cargos en comisiones.

El portavoz de la gestora, Mario Jiménez, tomó la palabra al comienzo de la reunión para dar cuenta de los cambios en la dirección del grupo, de la que salen la balear Sofía Hernanz y la catalana Meritxell Batet, si bien el puesto de esta última queda vacante y reservado para otro miembro del PSC una vez se adopte alguna decisión sobre la relación entre los socialistas catalanes y Ferraz, sujeta ahora mismo a un proceso de revisión en el marco de una comisión bilateral con presencia de miembros de ambos partidos.

En palabras de un diputado afín a la gestora, Jiménez estuvo "bien" y dio "las explicaciones pertinentes". Fuentes del sector crítico consultadas por infoLibre, en cambio, aseguran que el portavoz de Ferraz mostró intención de abandonar la sala tras leer los cambios aprobados por la dirección transitoria del PSOE, y que en ese momento fueron varios críticos quienes pidieron intervenir. A favor de la gestora hablaron este martes Eduardo Madina, Soraya Rodríguez y Antonio Pradas, mientras que Odón Elorza, Sofía Hernanz, César Luena y Luz Martínez Seijo defendieron las tesis contrarias.

Los críticos piden explicaciones

Estos cuatro diputados cuestionaron especialmente las formas de la gestora, toda vez que la dirección provisional del PSOE no se comunicó con los afectados por los cambios, que se enteraron por los medios de comunicación. La balear Hernanz, por ejemplo, expresó que entiende los cambios en la dirección como algo "normal", pero advirtió de que anteriormente Ferraz nunca había entrado en la organización del grupo hasta el punto de decidir los cargos que asumen responsabilidades en las comisiones.

Quien fuera secretario de Organización con Pedro Sánchez, el riojano César Luena, agregó que cualquier sanción más allá de la multa a los diputados díscolos sería "un exceso" y también rechazó los cambios. En una línea similar se expresaron Luz Martínez Seijo y Odón Elorza. Fuentes del sector crítico censuran en conversación con este diario la "pasividad" del portavoz y presidente del grupo, Antonio Hernando, que no tomó la palabra este martes. "Antonio ha dejado que Mario Jiménez venga y haga una auténtica carnicería. Se están cargando el grupo", señala una diputada.

Siempre según el testimonio de la minoría crítica, Jiménez replicó con frase como "todos sabemos cómo es esto" o "¿qué os creíais, que esto no iba a pasar?", en referencia a los cambios en el grupo parlamentario. El portavoz de la cúpula transitoria del PSOE evitó profundizar en la motivación de los cambios acordados en el seno de la gestora por ocho votos a favor y dos en contra la pasada semana.

Malestar de la minoría con Madina

Especialmente molestos se mostraron varios diputados de este sector con el vasco Eduardo Madina. Según varias voces de este sector, Madina "atacó duramente" a la también diputada Rocío de Frutos, una de las quince que votó no a Rajoy y que fue relegada de la portavocía adjunta de la comisión de Empleo. Siempre según estas fuentes, Madina acusó a la gallega Frutos de "creerse que tiene un puesto fijo" y de "no tener ni idea de cómo funciona el partido". Un diputado subraya que "es la segunda vez que Madina ataca a Frutos" y califica el lance de "muy desagradable".

En defensa de la parlamentaria por Ourense –que fue impuesta en las listas por la dirección de Pedro Sánchez en detrimento de Laura Seara, quien había sido la propuesta por el comité provincial y que es ahora adjunta a la secretaría de Organización de la comisión gestora– salió el exalcalde de Donostia-San Sebastián Odón Elorza, quien exigió que acabe la "cacería" emprendida por la gestora y sus afines contra los diputados del no.

El sector afín a la gestora sostiene, en cambio, que Madina "calificó de intolerable" pero sin "personalizar las alusiones" que tanto Frutos como Zaida Cantera expresaran en público, tras ser desposeídas de sus puestos en comisiones, su preocupación por la posibilidad de que la nueva dirección del partido intentara impedirles desarrollar su trabajo parlamentario y llegasen a barajar si, de llegarse a ese escenario, no se estaría ante un caso de acoso laboral. "Y eso sólo lo puede decir alguien con una ignorancia incomprensible o con mucha mala fe", dice un diputado del sector mayoritario.

"Han recibido cumplida respuesta"

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Diputados afines a la gestora, en cambio, consideran que los críticos tenían este martes el deseo de "reventar" la reunión de grupo parlamentario: "Los cambiados, con una actitud completamente ridícula, se han puesto a pedir explicaciones, cada uno preguntando por lo suyo, por su cargo, cuando antes nunca se preguntó. Esto es lo normal: las direcciones ponen y quitan, y ahora hay un cambio en la dirección política. No entender eso es no entender nada, y hoy han recibido cumplida respuesta de todo", dice un miembro del grupo parlamentario socialista afín a la nueva mayoría que dirige el partido.

Estas mismas fuentes señalan que "la actitud de los críticos es estar así, haciendo ruido, hasta el congreso [del partido]". "Nosotros lo soportaremos con entereza –comenta otra diputada–. Da vergüenza que después de tanto tiempo sin Gobierno, ahora que hay temas importantes, las reuniones del grupo se conviertan en discusiones de tan poco interés. Hoy han venido a reventar la reunión, y eso no puede ser. No lo han conseguido, pero ha sido desagradable por momentos". A puerta cerrada, la vallisoletana Soraya Rodríguez recordó, por ejemplo, que fue apartada de la portavocía del grupo que ostentó en la etapa de Rubalcaba al frente del PSOE cuando llegó Pedro Sánchez, un cambio que, subrayó, se entendió como algo normal.

La parte de la reunión dedicada a los cambios en los puestos concluyó tras la intervención de Rodríguez, cuando el secretario general del grupo, el andaluz Miguel Ángel Heredia, dijo apoyar la posición de su compañera de bancada y puso punto final a las intervenciones sobre este tema, pese a que aún quedaban seis turnos de palabra pedidos, en su mayoría del sector crítico. "Heredia ha aprovechado para cortar de mala manera", afirma a este diario una diputada crítica. "Ha hecho bien en pasar al resto de puntos del orden del día, que eran lo importante. No podemos perdernos en el ruido", dice un parlamentario del sector mayoritario.

La división interna del PSOE volvió a reflejarse este martes en la reunión del grupo en el Congreso, que abordó los cambios en la dirección de los 84 diputados socialistas y los relevos en numerosas comisiones. Esas modificaciones fueron decididas la semana pasada por la comisión gestora, y perjudicaron fundamentalmente a parlamentarios que votaron contra la investidura de Rajoy –haciendo caso omiso a la decisión del Comité Federal– y a algunos afines a Sánchez que, pese a abstenerse, también perdieron cargos en comisiones.

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