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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

Cs afronta el 4M con el objetivo de llegar al 5% e intentar volver a ser "decisivos frente a los extremismos"

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El candidato de Ciudadanos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Edmundo Bal, ha abierto este sábado su campaña electoral con la pegada de carteles en la madrileña plaza de Ópera con un acto que ha dado el pistoletazo de salida a una intensa agenda de mítines y encuentros con colectivos de toda la región en busca de superar el 5% de los votos, que le daría representación en la Asamblea, volver a ser "decisivo" en el Gobierno autonómico y reivindicar la importancia del "centro" frente a los "extremismos".

En este inicio de campaña, Bal ha estado arropado por la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, y la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís. La líder naranja ha defendido que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, convocó elecciones por "capricho" y que por un "puñado de votos" se va a perder la dinámica del Ejecutivo regional.

"Es la primera vez que la frivolidad puede hacer que un gobierno en la Comunidad de Madrid vaya a peor", ha sentenciado, y ha hecho hincapié en que el gobierno de la Comunidad de Madrid funcionaba bien antes de la convocatoria de elecciones y que ahora, "un puñado de votos va a definir el futuro de siete millones de personas". "No se puede romper lo que funciona por el capricho de alguien que hace muchos años entró en una sede política, pero que no sabe lo que es una entrevista de trabajo", ha criticado, en referencia a la decisión tomada por Ayuso.

Arrimadas ha incidido en que Ciudadanos es la única formación política con las manos libres para luchas contra la corrupción, así como la cabeza para llevar a cabo las políticas económicas y el corazón para las sociales. "En las próximas elecciones va a haber muchas papeletas, pero solo va a haber una formación política que tenga las manos libres y limpias para luchar contra la corrupción, solo una que tiene la cabeza bien clara para llevar a cabo las políticas económicas de Madrid y solo una que tiene el corazón bien grande", ha sentenciado.

Asimismo, ha reivindicado el papel del candidato del partido, Edmundo Bal, como "presidente de todos los madrileños" y ha insistido en que es el más "valiente" y no se "dejó arrodillar ante Pedro Sánchez".

Bal acusa a Ayuso de tener "ocurrencias estrambóticas"

Previamente, en su primer acto de este sábado, Bal ha espetado a la candidata del PP a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, que de permitirse a las empresas comprar vacunas libremente, como ella ha sugerido, solo podrían hacerlo las ricas. "Está empezando con ocurrencias estrambóticas ajenas a un plan de vacunación estatal que debería ser por consenso en el Comité Interterritorial del Sistema Nacional de Salud Pública", ha lanzado Bal en un acto de apoyo a la cultura, donde ha pedido que pare la politización de la vacuna.

También ha reprochado al presidente estatal, Pedro Sánchez, que en la Sesión de Control al Gobierno le criticase al líder nacional del PP, Pablo Casado, la gestión de la pandemia en Madrid. "Los científicos piden que las vacunas estén fuera de la política, no hay vacunas de derechas y de izquierdas. Saquemos las zarpas de la política de ahí", ha insistido el candidato naranja, quien ha recordado su compromiso de dedicar el 2% del PIB a ciencia y ha concluido asegurando que espera que se pueda conseguir pronto una vacuna española desarrollada por el Carlos III.

Un candidato express llegado del Congreso de los Diputadosexpress

Ciudadanos se enfrenta a unos comicios decisivos e inesperados que comenzaban con una convocatoria adelantada por la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, que les situaba a ellos en el centro de la polémica. La moción de censura en Murcia entre Cs y PSOE para desbancar al PP generaba una ola de inestabilidad en España, que finalmente se saldó con la ruptura del Gobierno de coalición de Madrid y el cese de todos los cargos naranjas en el mismo. Ayuso argumentó que se estaba gestando una operación similar para echarla a ella de Sol, un extremo que Ciudadanos ha desmentido reiteradas veces explicando que de haber querido hacerlo lo habrían presentado a la vez, sin dejar margen a la convocatoria de elecciones.

Un relato por el que han llamado "caprichosa" a la presidenta y la han acusado de llamar a las urnas únicamente en busca de "una mayoría absoluta" a pesar de la "estabilidad" de la que gozan otras coaliciones entre Cs y PP como en el Ayuntamiento de Madrid, la Junta de Andalucía o la Junta de Castilla y León. Bal aterrizaba en la campaña madrileña hace algo menos de un mes llegado desde el Congreso de los Diputados. Tras el fin del Ejecutivo autonómico los naranjas se encontraban ante la disyuntiva de si seguir apostando por el exvicepresidente cesado Ignacio Aguado o buscar otras fórmulas.

Fue precisamente Aguado quien dio un paso a un lado y llamó personalmente a Bal para convencerle de que era "la mejor opción" para batirse en las urnas en unos comicios que ya se perfilaban como un choque con tintes nacionales por la animadversión de Ayuso y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Este carácter se intensificó con la posterior llegada del exvicepresidente segundo Pablo Iglesias a la cabeza de Unidas Podemos.

Así, apenas unos días después del anuncio de que se presentaría a las primarias, el ahora candidato conseguía una holgada mayoría y se lanzaba a una intensa precampaña rodeado del equipo que tenía su predecesor. Una hoja de ruta que ha descrito como política "a pie de calle" y centrada en "los problemas de los madrileños", huyendo de eslóganes y de "extremismos".

Este arranque de campaña viene precedido del acto de presentación de la candidatura en el que Bal se dio a conocer en la política madrileña y fijó varios ejes de su propuesta electoral: lograr situar al partido como "clave" en el Gobierno regional y evitar que esta capacidad para condicionar políticas públicas esté en manos de Más Madrid, Podemos y Vox.

Objetivo: continuar en el Gobierno de coalición

Esta intención de evitar la presencia de extremismos pasa por reeditar el Gobierno de coalición con PP que hasta las elecciones "había cumplido el 80%" del acuerdo de 155 puntos alrededor del que se constituyó. Sería una apuesta que, a su parecer, no conllevaría una "traición" a Aguado y a su equipo.

De hecho, las propuestas de su campaña recuperan ejes de la labor de los cinco consejeros naranjas y el vicepresidente cesados por Ayuso. A lo largo de esta precampaña ha desgranado sus propuestas entre las que figuran la integración en el SERMAS de los contratos de apoyo covid, igual que la incorporación de los profesores de refuerzo por la pandemia.

También ha planteado rebajas fiscales, como recuperar la deducción del IRPF por la compra de vivienda habitual o que se puedan desgravar los tratamientos de fertilidad de mujeres de más de 40 años. Asimismo, ha sugerido un plan de impulso de más de 7.000 millones para el transporte, el abono 30x30 y ayudas directas a empresarios desde el área económica.30x30

Relación con el PP empeorada por sus fichejes procedentes de Cs

Las relaciones entre PP y Cs, ya dañadas por la ruptura del acuerdo, se han recrudecido a lo largo de la precampaña, especialmente por los fichajes de los populares de cargos de Ciudadanos.

Se han cambiado de partido tanto diputados de base como nombres más mediáticos como el exportavoz de Cs en las Cortes Valencianas Toni Cantó, que pretendía integrarse como número 5 de la lista de Díaz Ayuso. Esta intención finalmente ha sido truncada por la Justicia que le considera "inelegible" tras una denuncia del PSOE.

Aún así, Bal ha defendido que él huye de "personalismos" y que lo que primarán serán las propuestas, uno de los aspectos principales de su campaña y una de las críticas que le hace a Ayuso, a quien acusa de "esconderse en un eslogan de 1936".

Rechazo frontal a Vox

Esta reedición del pacto deberá ser obligatoriamente sin Vox, a quien Bal ve "incompatible" con la visión liberal de los naranjasnaranjasy contra el que ha cargado a lo largo de la precampaña.

Ha criticado en varias ocasiones el pin parental, que considera que plantea a los menores como una "propiedad privada" de los padres, ha censurado también que la consejera de Educación de Murcia, de este partido, no vaya a ponerse la vacuna o que un diputado de esta formación "negase el cambio climático" en el Congreso.

Asimismo, ve imposible de encajar con Cs la visión "teocéntrica" del partido liderado en Madrid por Rocío Monasterio en temas como la eutanasia o el modelo de familia, "limitado a una mujer y un hombre por la gracia de Dios". "Ayuso tendrá que elegir si quiere un gobierno con Vox o con Ciudadanos", ha zanjado en varias ocasiones.

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Al otro lado, también ha negado la posibilidad de pactar con el PSOE de Ángel Gabilondo por "ir en pack" con Podemos y Más Madrid. Considera que, a pesar de que el socialista ha dicho que no conformaría un ejecutivo con Iglesias, acabarán entendiéndose. Al morado le acusa, entre otros, de fomentar la polarización en la región.

Una de las principales desavenencias con el PSOE, quien ha apelado directamente al votante de Cs, ha sido en torno a la política fiscal, ya que Gabilondo ha prometido no tocarla, mientras la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, planteaba una armonización tributaria. "Cs lo tiene claro, los impuestos se quedarán bajos", aseguraba Bal en uno de sus actos de precampaña.

Descartado así un pacto con el PSOE, Ciudadanos se enfrenta a la campaña mirando únicamente a Ayuso y buscando que el acuerdo que se perfiló en 2019 para durar cuatro años no se trunque a la mitad y los 'naranjas' sean sustituidos por Rocío Monasterio.

El candidato de Ciudadanos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Edmundo Bal, ha abierto este sábado su campaña electoral con la pegada de carteles en la madrileña plaza de Ópera con un acto que ha dado el pistoletazo de salida a una intensa agenda de mítines y encuentros con colectivos de toda la región en busca de superar el 5% de los votos, que le daría representación en la Asamblea, volver a ser "decisivo" en el Gobierno autonómico y reivindicar la importancia del "centro" frente a los "extremismos".

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