Ni Pedro Sánchez ni Susana Díaz. Un grupo de cargos intermedios del PSOE trabaja para articular una tercera vía liderada por Ignacio Urquizu, diputado electo por Teruel, de cara al próximo Congreso Federal del PSOE en el que se elegirá al nuevo secretario general. Entre los impulsores figuran miembros de distintas federaciones socialistas, varios diputados electos el pasado 26J y también algún europarlamentario. Comparten un "componente generacional" y un deseo de renovar el partido.
Urquizu (Teruel, 1978) es doctor en Sociología y profesor en excedencia de la Complutense. Colaboró con la Fundación Alternativas, donde fue subdirector del área de Estudios de Progreso. En 2015 coordinó el seminario de análisis político de Metroscopia antes de convertirse, en mayo, en candidato a diputado al Parlamento de Aragón. Fue el número tres por Teruel y logró acta. En septiembre dejó la Cámara autonómica y pasó al Senado. Tras su breve paso por la Cámara alta fue elegido en cabeza de lista al Congreso por Teruel en las generales del 20D y el 26J. En ambas ocasiones obtuvo escaño.
Las fuentes consultadas por este diario apuntan que en las últimas semanas se han celebrado una serie de reuniones para comprobar "con qué apoyos podría contar" una hipotética candidatura a la Secretaría General liderada por Urquizu. En cualquier caso, cuadros próximos al diputado aragonés insisten a este diario en que la iniciativa está en una fase "incipiente" y que la decisión de competir en el cónclave no se ha tomado todavía: "Puede que las conversaciones no cuajen en nada". Eso sí, subrayan que ni el actual secretario general ni la presidenta andaluza representan la mejor opción para liderar el futuro de los socialistas.
Este martes infoLibre contactó con Ignacio Urquizu para pedir su valoración sobre la gestación de esa tercera vía. El parlamentario socialista declinó hacer ninguna declaración en torno al tema porque "faltan meses para que se celebre el congreso del partido". Además, señaló que ahora lo fundamental es resolver la cuestión de la "gobernabilidad" tras las elecciones generales del 26J, cuyos resultados se analizarán en el Comité Federal que se celebrará este sábado.
Renovación generacional
Para los promotores de esta vía, Sánchez y Díaz no son las personas idóneas para dirigir el PSOE. En el caso del actual secretario general, uno de los motivos son sus resultados electorales. Sánchez tomó las riendas del partido en julio de 2014, justo después de las elecciones europeas en las que los socialistas obtuvieron un 23% de los votos. En los comicios locales de mayo de 2015 el partido subió ligeramente hasta el 25%. En las generales del 20D y el 26J, con Sánchez como cabeza de cartel, cayó hasta el 22% y el 22,7%, su mínimo histórico.
A estos datos se suma, según comentan varios cargos a este diario, la "cada vez mayor oposición interna" que tiene el secretario general en el seno del PSOE. Desde su ascenso a la Secretaría General el liderazgo de Sánchez ha estado cuestionado en varias ocasiones. Las últimas semanas de especial tensión se sucedieron después de las generales de diciembre.
En el caso de Susana Díaz, los impulsores de la tercera vía indican que es un "valor importante" para el partido, pero consideran que su "concepto de España y su idea de liderazgo quizá no se corresponde con la sociedad actual", de carácter más "urbano y tecnológico". Estas voces recuerdan que si decidiera dar el salto a la política nacional se enfrentaría a las dificultades de tener que hacer oposición sin ser diputada, lo que podría complicar su proyección pública.
Dichas fuentes agregan, finalmente, que con la salida de Susana Díaz de la Junta de Andalucía podría darse "una situación complicada" en esa comunidad. Ciudadanos, socio de Gobierno del PSOE andaluz, ha advertido de que habría que renegociar el acuerdo por el que invistió a Díaz si esta diera el salto a la política nacional. "Al final podría acabar perdiendo en Madrid y en Andalucía", resumen fuentes socialistas.
Un liderazgo de futuro
Los miembros de esa tercera vía consultados por infoLibre apuntan que una de las posibles opciones de cara al Congreso Federal sería la de Javier Fernández, el presidente del Principado de Asturias y líder de los socialistas en esa comunidad. Fernández es un hombre ampliamente respetado en el partido, y tampoco es esta la primera ocasión en la que se especula con su nombre como candidato a liderar el partido.
Quienes trabajan en activar la opción de Urquizu consideran, sin embargo, que elegir a Fernández sería una maniobra similar a la adoptada en el congreso del PSOE de Sevilla, celebrado en 2012, cuando Rubalcaba se impuso por estrecho margen a Carme Chacón. Aquella decisión se entendió como la victoria de un líder "de transición". Javier Fernández, a juicio de varios cuadros medios consultados por este diario, representaría ahora un valor similar, "y el PSOE no puede estar en constante transición", añaden.
Ese es el estado en el que se encuentra el partido desde que José Luis Rodríguez Zapatero anunciara su salida. Precisamente la forma en la que se ha comenzado a articular la tercera vía que podría representar Urquizu recuerda al surgimiento de Nueva Vía, el grupo de jóvenes socialistas en el que figuraban, entre otros, Trinidad Jiménez, y que aupó a Zapatero a la Secretaría General en 2000, tras la dimisión de Joaquín Almunia y frente a José Bono, al que derrotó por sólo nueve votos.
Congreso sin fecha
Los partidarios de Urquizu admiten que, incluso si se decidiera a dar un paso adelante, se enfrenta a varias dificultades. La principal, en palabras de un cargo regional, que "para ir a un congreso se necesita poder territorial". El grueso de los impulsores de esta tercera vía son cuadros intermedios del partido, y para que la posible candidatura ganara opciones requeriría del respaldo barones autonómicos.
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El congreso federal del PSOE sigue por ahora sin fecha tras ser objeto de tensiones en el pasado reciente. En realidad, debería haberse organizado como tarde en febrero de 2016, cuatro años después del ganado por Rubalcaba. Inmediatamente después de las elecciones del 20D, surgieron voces en el partido que reclamaron su celebración en las fechas en las que tocaba. La dirección federal, en cambio, logró imponer su criterio de elegir al nuevo secretario general cuando se considerara oportuno a la vista del "contexto político".
El cónclave llegó incluso a tener una fecha provisional: la dirección del partido y los barones acordaron, a finales de enero, celebrarlo entre el 20 y el 22 de mayo. Sin embargo, la imposibilidad de formar Gobierno y la repetición de las elecciones derivó en un nuevo aplazamiento. A principios de abril, el Comité Federal aprobó por unanimidad postergar la cita sin fecha fija y hasta que haya un Ejecutivo. De acuerdo con el reglamento de congresos del PSOE, la convocatoria debe producirse como mínimo con dos meses de adelanto sobre la fecha de celebración.
En Ferraz barajan ahora la posibilidad de celebrar el congreso en octubre, aunque ese mes es probable que se celebren las elecciones autonómicas vascas y gallegas, lo que podría complicar el calendario. Pero se han producido tantos cambios en este asunto, siempre ligados a las batallas internas entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, que nadie se atreve a hablar con seguridad sobre la fecha.
Ni Pedro Sánchez ni Susana Díaz. Un grupo de cargos intermedios del PSOE trabaja para articular una tercera vía liderada por Ignacio Urquizu, diputado electo por Teruel, de cara al próximo Congreso Federal del PSOE en el que se elegirá al nuevo secretario general. Entre los impulsores figuran miembros de distintas federaciones socialistas, varios diputados electos el pasado 26J y también algún europarlamentario. Comparten un "componente generacional" y un deseo de renovar el partido.