Un secretario judicial y un cerrajero desahuciaron por error, tras confundirse de puerta, un piso de la localidad gaditana de Puerto Real en el que en esos momentos no estaban sus propietarios. El error se produjo, según informa Diario de Cádiz, el pasado lunes, cuando una delegación judicial llegó al bloque de viviendas para desahuciar a los inquilinos del 1-C del número 2 de la Avenida de Cádiz. Sin embargo, el secretario judicial se equivocó y llamó al Bajo C, y al comprobar que nadie abría, se procedió a romper la cerradura y entrar en el interior de la vivienda.
Una de las hermanas propietaria del inmueble relató al periódico que una vecina le llamó para preguntarle si había alguien en la casa, ya que estaba oyendo ruidos en su interior. Tras ese aviso, acudió a la vivienda y comprobó que no sólo habían roto la cerradura, sino que la habían sellado e instalado una nueva. "No podíamos creer lo que estábamos oyendo, el piso está pagado y estamos al corriente de todos los recibos de IBI, de luz y de agua", explicó Josefa Roca.
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Además de cambiar la cerradura, el desahucio incluyó que se llevaran algunos efectos, como un microondas, una vaporeta, dos estufas, sillas y sombrillas para la playa, e incluso el cable de antena de la televisión. El cerrajero que intervino en el desahucio se llevó varios de esos enseres a su casa, aunque luego los devolvió.
Un secretario judicial y un cerrajero desahuciaron por error, tras confundirse de puerta, un piso de la localidad gaditana de Puerto Real en el que en esos momentos no estaban sus propietarios. El error se produjo, según informa Diario de Cádiz, el pasado lunes, cuando una delegación judicial llegó al bloque de viviendas para desahuciar a los inquilinos del 1-C del número 2 de la Avenida de Cádiz. Sin embargo, el secretario judicial se equivocó y llamó al Bajo C, y al comprobar que nadie abría, se procedió a romper la cerradura y entrar en el interior de la vivienda.