Se han cumplido los peores temores de los 92 funcionarios interinos de la Secretaría de Estado de Migraciones que iban a ser despedidos. Tal y como estaba previsto, el pasado 25 de octubre se hizo efectivo su cese, según han informado los propios trabajadores a través de una nota de prensa. Y, con ellos, aseguran, se desmantela la red de acogida al migrante que, durante años, ha estado operando. Los trabajadores que acogieron, por ejemplo, a las 629 personas rescatadas del barco Aquarius ya no trabajarán más.
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Las numerosas peticiones a la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social han sido desatendidas, denuncian, por lo que "la gestión de los flujos migratorios y el fortalecimiento y desarrollo de una política común en materia de asilo y de inmigración para el periodo 2014-2020, cofinanciada por el Fondo de Asilo Migración e Integración (FAMI), por el Fondo Social Europeo (FSE) y por los Presupuestos Generales del Estado (PGE), dejará de ser gestionada por funcionarios con formación, trayectoria y experiencia especializada en el campo de las migraciones, para ser gestionada por funcionarios sin experiencia contrastada en migraciones, procedentes de una bolsa genérica para cualquier tipo de Administración Pública".
Estas 92 personas fueron contratadas hace tres años, cuando la foto de Aylan Kurdi removió, al menos sobre el papel, las conciencias de los Estados de la Unión Europea, que se comprometieron entonces a acoger a una determinada cuota de refugiados. El recrudecimiento de la guerra de Siria provocó la huida masiva de miles de personas que trataban de llegar a Europa y España, como los demás Estados miembros, prometió acogerles. Para ello se necesitaba el refuerzo de los recursos humanos que llevaran a cabo las funciones de asilo y refugio y, con este objetivo, 92 nuevos trabajadores pasaron a formar parte de la Secretaría de Estado de Migraciones, que se encarga de llevar a cabo la política del Gobierno en materia de extranjería, inmigración y emigración a través de distintos organismos.
En su lugar, llegarán otros 92 trabajadores pero, según denuncian, serán igualmente funcionarios interinos y, por tanto, temporales. La única diferencia entre uno y otro grupo es, según recuerdan, la experiencia. Pero ellos piden, en cambio, que "para dar respuesta al desafío de los nuevos flujos migratorios, es de urgente necesidad, en lugar de despedir, reforzar la dotación de personal para garantizar el normal funcionamiento de los procedimientos que en el ámbito de las migraciones gestiona el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social".
Se han cumplido los peores temores de los 92 funcionarios interinos de la Secretaría de Estado de Migraciones que iban a ser despedidos. Tal y como estaba previsto, el pasado 25 de octubre se hizo efectivo su cese, según han informado los propios trabajadores a través de una nota de prensa. Y, con ellos, aseguran, se desmantela la red de acogida al migrante que, durante años, ha estado operando. Los trabajadores que acogieron, por ejemplo, a las 629 personas rescatadas del barco Aquarius ya no trabajarán más.