La Policía Nacional entró este martes en el Parlamento de Galicia tras recabar la debida autorización de su presidente, Miguel Santalices, para efectuar un registro en las dependencias del partido AGE en el marco de una investigación contra la pornografía infantil.
En concreto, los agentes accedieron al despacho de uno de los empleados del grupo que lidera Xosé Manuel Beiras, Ramiro Santalices, un militante de Esquerda Unida que llegó a ser candidato a la Alcaldía de Santiago en 2003.
Según fuentes policiales consultadas por Europa Press, está acusado de un supuesto delito de tenencia y distribución de pornografía infantil en una operación que sigue abierta y en la que no se descartan más detenciones.
Otras fuentes policiales señalaron que habría sido el propio investigado quien solicitó esta visita de los agentes, y que él mismo les entregó "diversos efectos personales" relacionados con el caso.
Rescisión cautelar del contrato
Poco después, Xosé Manuel Beiras anunció a los periodistas que el contrato de este administrativo ha sido rescindido de forma cautelar hasta que "se clarifiquen las cosas" porque "está en juego la credibilidad y la ética" de todos los componentes de la coalición.
Consciente del difícil equilibrio entre "la presunción de inocencia" y la necesidad de establecer este "cordón sanitario", aseguró que el trabajador será "plenamente reintegrado" en su trabajo y "reparado" en su "dignidad" en caso de que resulte inocente. Y es que, Beiras no descartó la "hipótesis" de que exista "alguien que, insidiosamente, haga algo para que aparezca implicado" un trabajador de AGE, "un grupo que está mal visto por el poder", dijo el diputado.
Al hilo de ello, el veterano nacionalista dejó claro que lo ocurrido "no es problema de AGE" ni guarda relación con su "actividad política o cívica", de modo que pidió "no mezclar" estas cuestiones con las "actividades como ciudadano" de Santalices.
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Inviolabilidad de la cámara
Las declaraciones de Beiras se produjeron tras reunirse con Miguel Santalices y con el letrado mayor del Parlamento para analizar si se había transgredido la inviolabilidad de la Cámara con la entrada de los cuerpos y fuerzas de seguridad en sus instalaciones.
Al respecto, el propio presidente, sin dejar de hacer hincapié en que lo ocurrido atañe al "ámbito privado" de una persona y no a la institución, defendió que había autorizado el registro para no "entorpecer" la labor policial.
La Policía Nacional entró este martes en el Parlamento de Galicia tras recabar la debida autorización de su presidente, Miguel Santalices, para efectuar un registro en las dependencias del partido AGE en el marco de una investigación contra la pornografía infantil.