La polémica sobre los titiriteros detenidos tras representar una obra de ficción en Madrid en la que, en el marco de la ficción, un personaje mostraba un cartel con el lema Gora Alka-ETA, continúa siendo alimentada por detractores y defensores.
Entre los motivos esgrimidos para justificar su detención, prima aquel que señala como inadmisible que la obra fuese representada delante de un público infantil.
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Sin embargo, los artistas ya advirtieron con anterioridad del contenido de sus obras. Una de las ocasiones en la que hablaron de ello fue durante los informativos de CCF Televisión, el canal oficial del Club de Fútbol de Granada, ciudad donde se representó primero la misma ficción.
En el vídeo, Alfonso Lázaro de la Fuente, uno de los titiriteros, asegura que el contenido de sus espectáculos no es "políticamente correcto para los niños y niñas". Aunque reconoce que nunca han "hecho mucho hincapié" en esta cuestión, el granadino asegura que "siempre han venido niños a vernos" y que hay familias "que lo han visto más adecuado, y otras que no", pero que todo ello, explica, forma parte de los "límites" que quiera marcar cada familia.
La obra La Bruja y Don Cristóbal, de marcado carácter satírico, trata de ser una crítica al uso del terrorismo por determinados sectores del poder para castigar actos subversivos. En su página web la compañía ya clasificaba la ficción como Teatro popular, fuera de la categoría de Espectáculos infantiles, donde sí se encuentran otras representaciones de la casa.
La polémica sobre los titiriteros detenidos tras representar una obra de ficción en Madrid en la que, en el marco de la ficción, un personaje mostraba un cartel con el lema Gora Alka-ETA, continúa siendo alimentada por detractores y defensores.