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Diagnóstico precoz e inversión en prevención, claves en la lucha contra el sida

El VIH sigue siendo un importante problema de salud pública a nivel mundial. La enfermedad del sistema inmunológico que causa este virus, conocida como sida, ya se ha cobrado más de 34 millones de vidas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y las perspectivas de futuro no acaban de ser todo lo favorable que cabría esperar.

Los últimos datos de ONUSIDA, el programa de Naciones Unidas sobre el VIH, detallan que durante 2014 se produjeron dos millones de nuevas infecciones en todo el planeta. Aunque esta cifra supone un descenso del 35% respecto a los contagios del año 2000, lo cierto es que sigue siendo muy elevada. También sigue creciendo el número de personas que viven con el virus, si bien se debe, en parte, a que hay más pacientes que están siendo tratados y, por tanto, con mayor esperanza de vida. 

En Europa el panorama tampoco es esperanzador. El último informe de la OMS y del Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) detalla que Europa registró el año pasado más de 142.000 casos de contagio por VIH. Dicho aumento récord se debe, según este documento, a la subida en el este del continente, donde en la última década se han duplicado los diagnósticos, especialmente por contactos heterosexuales. 

La estadística tampoco llama al optimismo en España. En 2014 se han notificado 3.366 nuevos casos de infección por VIH, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. En 2013 fueron 3.278, lo que colocó a España por encima de la media de los países de la UE en nuevos diagnósticos.

El doctor Javier de la Torre Lima, miembro de Gesida (Grupo de Estudio del Sida de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología), explica que ha habido un cambio en el tipo de pacientes que se ven afectados en España por este virus. "Prácticamente han desaparecido las infecciones entre personas adictas a las drogas, actualmente más del 60% de los casos son hombres que han tenido sexo con otros hombres", detalla. El otro 40%, señala Juan Ramón Barrios, presidente de la Coordinadora Estatal de VIH-SIDA (Cesida), corresponde a los casos de trabajadoras y trabajadores sexuales, personas migrantes y jóvenes. 

Causas 

El doctor de la Torre Lima cree que un aspecto clave es que se le ha perdido el miedo al virus. "Hace años en el imaginario de la mayoría de la gente el sida era una enfermedad mortal, que mataba. Y ahora ha pasado a ser una dolencia que no se cura, pero que se controla y con la que se puede vivir", explica. Esta circunstancia, unida al descenso en las campañas de prevención y educación hace que asistamos, a su juicio, a un repunte "preocupante". 

Juan Ramón Barrios, de Cesida, recuerda que el Gobierno de Mariano Rajoy ha reducido en un 70% las ayudas contra el VIH, ha roto los convenios existentes con el Consejo de la Juventud de España e Instituciones Penitenciarias y ha mermado el traspaso de financiación destinada a la prevención del VIH a las comunidades autónomas.

Barrio cree también imprescindible la recuperación del acceso a la atención sanitaria normalizada para todas las personas que residen en el país sea cual sea su situación administrativa. "En el caso de las personas migrantes se consigue acceder al seguimiento médico y los tratamientos contra el sida de forma desigual, dependiendo de la comunidad autónoma en la que resida el paciente", explica.

Diagnóstico precoz

La mitad de los infectados por VIH en Europa son diagnosticados tarde, lo que multiplica los riesgos de mala salud, muerte y transmisión del virus, por eso los expertos coinciden en que el diagnóstico temprano es la clave. "Es un asunto capital. No es lo mismo tratar a un paciente al inicio de la enfermedad cuando sus defensas todavía están altas y el tratamiento va a funcionar bien, que cuando la enfermedad está avanzada y, a pesar de haber tratamientos, se pueden tener muchas dificultades", dice el doctor De la Torre Lima. 

"Las personas con infección por VIH que desconocen su situación no pueden beneficiarse del tratamiento antirretroviral, por ello tienen mayor riesgo de desarrollar sida y su mortalidad se ve aumentada de forma muy importante respecto a las personas que acceden al diagnóstico y al tratamiento eficaz temprano", puede leerse en la guía de recomendaciones para el diagnóstico precoz del VIH en el ámbito sanitario editada por el Ministerio de Sanidad en 2014. 

Según este documento, el coste del tratamiento y cuidado de los enfermos con diagnóstico tardío es superior a los que se diagnostican precozmente. Además, este trabajo evidencia que la tasa de transmisión del VIH es 3,5 veces mayor entre las personas desconocen su estado serológico respecto a las saben que están infectadas. 

"Es necesario recordar a la sociedad en general y en especial a nuestros representantes políticos, que el VIH no es un tema del pasado, en cambio sí es cosa del pasado la desesperanza. Actualmente tenemos herramientas suficientes para frenar el avance del VIH, para ello es necesaria la participación de instituciones públicas del estado, de las comunidades autónomas y locales, ONG, sociedades científicas, sindicatos, empleadores, medios de comunicación...", señala el presidente de CESIDA.

A su juicio, son necesarias campañas específicas de fomento del sexo seguro, del uso del preservativo, así como programas de reducción de daños en el consumo de drogas, de educación en salud sexual, y de acercamiento y fomento de la prueba y del diagnóstico precoz del VIH. Todo eso acompañado, además, de enfoques biomédicos como el tratamiento preventivo y la profilaxis pre y post exposición.

Barrios considera además que el avance científico debe de ir acompañado de medidas en el ámbito social. "El estigma y la discriminación acompañados a esta enfermedad son una realidad que se ve reflejado en casos de discriminación que en 2015 no tienen razón de ser, como a las personas con VIH que quieren acceder un puesto en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a las personas mayores con VIH que se les rechaza su acceso a las residencias de mayores o a las personas de cualquier edad que se les impide un crédito hipotecario o un seguro de salud por vivir con VIH.

Lucha global

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Pero el Gobierno del PP no sólo ha recortado la lucha nacional contra el sida. España también eliminó desde 2011 las donaciones al Fondo Global de lucha contra sida, tuberculosis y malaria, denuncia Vanessa López, directora de la ONG Salud por Derecho. Esta activista explica que parte de los progresos realizados en la lucha contra el sida en los últimos 15 años son consecuencia del trabajo del Fondo Global que, a través de sus programas, ofrece tratamiento a ocho millones de personas en todo el mundo. 

"En la década pasada España llegó a donar más de 650 millones de euros al Fondo Global. Necesita volver a ser un donante fundamental, pagar los 130 millones que aún adeuda y colocarse otra vez en la cabeza de la lucha contra el sida. Para ello bastaría con utilizar, por ejemplo, un porcentaje mínimo (0,5%) de los 5.000 millones de euros que recaudaría el Impuesto a las Transacciones Financieras que tendría que entrar en vigor el próximo año", añade.

ONG como Salud por Derecho lanzan este martes la campaña "Comprometidos", con la que quieren conseguir un compromiso de todos y cada uno de los partidos políticos en la lucha contra las pandemias de sida, tuberculosis y malaria. La organización pretende inundar las redes sociales con imágenes que, simulando carteles electorales, muestran fotografías de los seis principales candidatos al gobierno en las que no se les ve el rostro y que sirven para, explícitamente, pedirles que "den la cara" y se comprometan a acabar con el sida.

El VIH sigue siendo un importante problema de salud pública a nivel mundial. La enfermedad del sistema inmunológico que causa este virus, conocida como sida, ya se ha cobrado más de 34 millones de vidas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y las perspectivas de futuro no acaban de ser todo lo favorable que cabría esperar.

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