Díaz y Sánchez se atacan con saña en el debate y polarizan aún más las primarias

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El debate que celebraron este lunes los candidatos a liderar el PSOE no va a generar grandes cambios en la intención de voto de los militantes, pero refleja que la lucha está más abierta que nunca a apenas unos días de que las urnas sirvan para elegir al nuevo secretario general de un partido fracturado en dos mitades. Lejos de ser un debate de guante blanco, los tres candidatos bajaron al barro y entre Susana Díaz y Pedro Sánchez hubo un continuo cruce de reproches, mientras Patxi López buscó erigirse en la alternativa de consenso y diferenciarse, a la vez, de un Sánchez que trató de atraerlo hacia sí consciente de que los votos de los 12.000 avalistas reunidos por el exlehendakari serán cruciales para el resultado.

Los expertos consultados por infoLibre coinciden en que, en un contexto de tanta polarización y movilización como el que viven los socialistas, un debate en el que no ha habido errores graves por parte de ningún candidato no moverá grandes masas de votantes. Pero, sin mencionar a ningún ganador claro, sí afirman que ha servido para retratar la actual situación del PSOE. "Va a ser poco relevante a nivel de resultados, pero sirve para confirmar por dónde van los tiros. Y si ha habido tanta agresividad, sobre todo por parte de Susana Díaz, es porque se ha visto muy apurada y ha tenido que poner toda la carne en el asador", sostiene Juan Rodríguez Teruel, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Valencia.

Y es que el debate fue bronco desde el principio, sobre todo entre Díaz y Sánchez, los grandes favoritos. "Tu problema eres tú", le espetó en un momento del encuentro la presidenta andaluza al ex secretario general para reprocharle su falta de apoyos en el aparato del partido. "Tú vas cambiando de opinión en función de lo que te viene bien" y "no eres ni pro-Podemos ni pro-Ciudadanos, sino pro-Pedro Sánchez, porque siempre defiendes lo que te conviene", atacó posteriormente Díaz para poner en el foco las incoherencias de Sánchez. La candidata, incluso, le afeó que pusiera en duda su rechazo al concepto de nación de naciones: "No mientas, cariño", le planteó.

Sánchez, por su parte, tampoco se quedó corto en sus reproches a la presidenta andaluza, a la que criticó fundamentalmente su falta de apoyo cuando él era secretario general y su posición favorable a la abstención para dejar gobernar a Mariano Rajoy. "Desconocemos cuál es el modelo de partido y político que tiene Susana porque lo va a presentar mañana y no lo hemos podido discutir aquí", "estaría bien que lo hicieras antes del recuento", lanzó Sánchez en un momento del debate. "Eso hay que decírselo a los votantes, que saben perfectamente que hacemos lo que decimos porque nos abstuvimos de espaldas" a ellos, le rebatió en otro momento a Díaz cuando ésta afirmaba que "cuando hacemos lo que decimos tenemos la confianza de los ciudadanos".

Incluso López, cuyo relato ha pasado desde que se presentó a las primarias por impulsar su perfil de opción intermedia, integradora y conciliadora –y en el debate ha hecho gala de este talante–, ha lanzado dardos a sus dos rivales, aunque el más perjudicado ha sido Sánchez. "¿Vamos a ver Pedro, tú sabes lo que es una nación?", preguntó en un momento dado al ex secretario general, descolocándolo. "Me parece muy bien que si no tenías ideas cogieras las mías, pero no se trata de eso, no se trata de unir medio partido para ir contra el otro medio", le espetó cuando Sánchez le pidió que se uniera a él. Y también tuvo críticas para Díaz, a la que recordó que "este puesto necesita dedicación 25 horas al día" para criticar su intención de compatibilizar la Secretaría General del PSOE con la presidencia andaluza.

Reforzar a los convencidos e ir a por el voto de López

Semejante sucesión de zarpazos refleja el nivel de fractura y polarización del partido, sostienen los expertos, que apuntan que, precisamente por ello, la inmensa mayoría de los militantes tienen ya decidido su voto. "Teniendo en cuenta que la mayor parte de los avales de Sánchez y Díaz ya están convencidos para votarles, quedan los que no se han movilizado todavía y, sobre todo, los votos de quienes avalaron a López, que podrían abandonarle y apostar por el voto útil", explica Pablo Simón, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Carlos III de Madrid, quien no obstante señala que el principal efecto del debate de este lunes ha sido el de "reforzar" los argumentos de los convencidos por uno u otro candidato para votarles en un escenario de altísima polarización.

"Cuando en un debate se es tan agresivo es que la cosa está muy abierta, porque si no es mucho más plano", sostiene Simón para explicar el nivel de agresividad de los ponentes. Y con él coincide Rodríguez Teruel, que también afirma que los dos favoritos iban a la caza del voto de López y señala que esa es la razón por la cuál el exlehendakari se ha mostrado beligerante con Sánchez. "Patxi está mucho más cerca de Sánchez que de Díaz en puntos como el tema territorial, pero si ha sido duro con él cuando no tenía tantas diferencias en algunos asuntos es precisamente para distanciarse".

"López sabe que sus opciones pasan por que no le hagan el abrazo del oso que le ha querido hacer explícitamente Sánchez", coincide Simón, que sin embargo asegura que la actitud del candidato es un arma de doble filo porque es una incógnita cómo será vista por sus avalistas. "Pero López, del que se tenían unas expectativas muy bajas, ha conseguido no quedar desdibujado, ha conseguido marcar su terreno y ha podido bascular en todas las intervenciones", alaba el experto, aunque señala que el exlehendakari lo tiene complicado para evitar fugas entre sus votantes porque no consigue deshacerse de su imagen de "voluntarista" que apela a una unidad que, hoy por hoy, está muy lejana, y también porque lo más probable es que gane quien gane "lo integren en la próxima dirección sí o sí".

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Ambos expertos coinciden en que Díaz ha sido la que mejor ha sabido explotar las lagunas e incoherencias de su rival, y también en que Sánchez ha mantenido bien la compostura con un relato –el rechazo radical a la abstención y a la actuación de la gestora– más robusto que el de la presidenta andaluza. "La ventaja de Díaz es que no ha entrado demasiado en el marco en el que le ha querido encerrar su rival", apunta Simón, que señala que la presidenta andaluza "sale del debate más o menos igual que como entró", mientras Sánchez "va mejor en la campaña de lo que lo ha hecho en el debate".

"El principal defecto de Díaz es que su discurso del PSOE ganador y el '100% PSOE' no dice nada, porque todos los que están ahí quieren ganar y se supone que son del PSOE", plantea Simón, que asegura que Sánchez, por su parte, pecó de confiado al no esperar que sus rivales fueran "tan combativos" y no supo "marcar el tono del debate". "En ocasiones no ha podido desarrollar bien su discurso y centrarse en el punto débil de Susana, la abstención", coincide Rodríguez Teruel.

El debate que celebraron este lunes los candidatos a liderar el PSOE no va a generar grandes cambios en la intención de voto de los militantes, pero refleja que la lucha está más abierta que nunca a apenas unos días de que las urnas sirvan para elegir al nuevo secretario general de un partido fracturado en dos mitades. Lejos de ser un debate de guante blanco, los tres candidatos bajaron al barro y entre Susana Díaz y Pedro Sánchez hubo un continuo cruce de reproches, mientras Patxi López buscó erigirse en la alternativa de consenso y diferenciarse, a la vez, de un Sánchez que trató de atraerlo hacia sí consciente de que los votos de los 12.000 avalistas reunidos por el exlehendakari serán cruciales para el resultado.

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