Diecisiete miembros de la ejecutiva de Sánchez dimiten para forzar su salida

Diecisiete miembros de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE críticos con el secretario general, Pedro Sánchez, han presentado en la tarde de este miércoles su dimisión. La maniobra busca poner fin a la etapa de Sánchez al frente del PSOE. El artículo 36 de los estatutos prevé que cuando queden vacantes la mitad más uno de los miembros de la ejecutiva, el Comité Federal –máximo órgano entre congresos– convocará un congreso extraordinario para la elección de una dirección. Hasta entonces, la salida prevista es la constitución de una gestora que dirija la formación hasta la elección de un nuevo líder.

La ejecutiva tiene 35 miembros a día de hoy.Sin embargo, otros tres cargos formaron parte de ella en el pasado: el fallecido Pedro Zerolo y los dimisionarios José Ramón Gómez Besteiro y Javier Abreu. Incluyéndolos, el número de miembros de la Ejecutiva alcanzaría los 38. Afines y detractores de Sánchez discrepan sobre el número de dimisiones necesarias para forzar la caída de la dirección: si sólo se tuvieran en cuenta a los 35 dirigentes actuales, como sostienen los afines a Sánchez, serían necesarias 18 firmas para tumbar al secretario general. Mientras que si los cálculos se hicieran incluyendo a Zerolo, Gómez Besteiro y Abreu, como defienden los críticos, bastarían las 17 firmas adicionales a sus tres vacantes.

Ya en la mañana de este miércoles, los desafectos a Sánchez aseguraron a infoLibre tener "prácticamente aseguradas" las citadas 17 dimisiones que finalmente se han presentado horas más tarde. El encargado de entregar las cartas de renuncia ha sido el secretario de Política Federal, Antonio Pradas, hombre de confianza de la andaluza Susana Díaz. Durante este miércoles, los críticos debatieron sobre la conveniencia de presentar ya las firmas o esperar hasta el Comité Federal previsto para el sábado.

Los partidarios de dimitir ya argumentaban que no se sentían representados por la propuesta de Sánchez –celebrar primarias a la Secretaría General el 23 de octubre y un congreso federal en diciembre– aprobada el pasado lunes por la comisión permanente de la ejecutiva federal –donde no están presentes los 35 miembros, sino sólo 26–, de modo que preferían no acudir a un Comité Federal donde esperaban que saliera derrotada la citada propuesta de la ejecutiva y donde la dirección al completo sería reprobada.

Quienes apostaban por esperar al sábado planteaban, por su parte, presentar las firmas inmediatamente después de que se produjera la votación del calendario propuesto por Sánchez. Así, su opción pasaba por derrotarlo primero en el máximo órgano entre congresos y, después, una vez desautorizado el secretario general, provocar su caída con la dimisión en cascada de los miembros de la dirección del partido. Esta opción también era considerada preferible en términos de imagen.

En las últimas horas, para asegurarse de que lograban su objetivo en todo caso, los críticos querían reunir la dimisión de 18 dirigentes de la ejecutiva. Por eso presionaron a la consejera de Sanidad valenciana, Carmen Montón, y al exlíder del partido en Navarra, Roberto Jiménez, según pudo confirmar infoLibre. 

La decisión de activar la carta de la dimisión masiva de los miembros de la Ejecutiva es "muy sensible", como admiten partidarios de Susana Díaz. Los afines a Sánchez creen esa dimisión es un auténtico "golpe interno" y que tendrá un fuerte impacto en términos de imagen entre la militancia. Los detractores del secretario general, sin embargo, recuerdan que a Sánchez no le tembló el pulso para hacer algo similar cuando, en febrero de 2015, destituyó al líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, y montó una gestora.

División total

Entre los diecisiete integrantes de la Comisión Ejecutiva Federal que han renunciado figuran la presidenta del partido, Micaela Navarro, y dos presidentes autonómicos: el castellanomanchego Emiliano García-Page y el valenciano Ximo Puig. Han dimitido, además, por Andalucía, Antonio Pradas (secretario de Política Federal), María José Sánchez Rubio (secretaria de Sanidad), Estefanía Martín Palop (secretaria de Formación), Noemí Cruz (Secretaria de Cooperación para el Desarrollo) y los vocales Francisco Pizarro y Juan Pablo Durán.

Por Castilla-La Mancha, además de García-Page (vocal), han firmado para derrocar a Sánchez Manuela Galiano (secretaria de Pequeños Municipios) y Luz Rodríguez (secretaria de Empleo). Por Madrid han renunciado Tomás Gómez (vocal) y Eva Matarín (secretaria de Inmigración). También la catalana Carme Chacón (secretaria de Relaciones Internacionales), el canario José Miguel Pérez (secretario de Educación), el aragonés Carlos Pérez Anadón (vocal) y la extremeña María Ascensión Murillo (vocal).

Se han mantenido del lado de Pedro Sánchez los restantes miembros de la ejecutiva, que junto al secretario general suman 18 votos. Se trata de César Luena (secretario de Organización), Meritxell Batet (secretaria de Estudios y Programas), Susana Sumelzo (secretaria de Administraciones Públicas), Carmen Montón (secretaria de Igualdad), Adriana Lastra (secretaria de Igualdad), Manuel de la Rocha (secretario de Economía), Patxi López (secretario de Acción Política), María González Veracruz (secretaria de Ciencia), Pilar Lucio (secretaria de Cambio Climático), Roberto Jiménez (secretario de Emigración), Iratxe García (secretaria para la UE), María Luisa Faneca (secretaria de Agricultura), Luisa Carcedo (secretaria de Bienestar Social), Ibán García del Blanco (secretario de Cultura), Pere Navarro (vocal), Rosa Eva Díaz Tezanos (vocal) y Francina Armengol (vocal).

"Rebelión antidemocrática" y "golpe de Estado"

Las reacciones del sector afín al secretario general no tardaron en llegar. El exdiputado socialista José Antonio Pérez Tapias, que en 2014 compitió por el liderazgo del PSOE, tachó de "rebelión antidemocrática" las 17 dimisiones y se quejó de que la imagen que están dando es "absolutamente lamentable", informa Europa Press. Adriana Lastra, por su parte, calificó la operación de "golpe de Estado" en declaraciones a La Voz de Asturias.

También se pronunció sobre las dimisiones la presidenta de la gestora que dirige el PSdeG, Pilar Cancela. "Es un despropósito, una locura y un suicidio. Pensé que había un poco más de cordura", lamentó la también presidenta de la Comisión de Igualdad el Congreso, en declaraciones a Europa Press. Una opinión compartida por la secretaria general del PSM, Sara Hernández, que dejó clara en declaraciones a La Sexta su "total repulsa" y su "verdadera decepción y preocupación" por lo sucedido. Por el momento, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha cancelado la entrevista prevista para este miércoles por la noche en Telecinco.

La Comisión Ejecutiva Regional de los socialistas navarros, por su parte, abogó por "la búsqueda de un consenso en el seno del PSOE, del Comité Federal, con el fin de evitar la confrontación y procurar posiciones de encuentro lo más mayoritarias posibles". En un comunicado, la Ejecutiva de los socialistas navarros señaló que, "tal como expresó el Comité Regional el 24 de septiembre", su posición es "mantener el 'no' a Rajoy, evitar las terceras elecciones y un 'sí' a intentar liderar una alternativa de Gobierno con todas las fuerzas del cambio". Además, anunciaron que su posición será "favorable a convocar el 39º Congreso Federal del PSOE".

Puig habría dimitido

El secretario general del PSPV, Ximo Puig, aseguró él dimitiría si no contara con el apoyo de la mayoría de la Ejecutiva de su partido. "Yo, desde luego, si la mayoría de mi Ejecutiva no estuviera conmigo, yo no estaría", señaló tras la dimisión en bloque de 17 miembros de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, entre los que se encuentra él mismo.

Así se pronunció en declaraciones a los medios al ser preguntado sobre si considera que Sánchez debe dejar la Secretaría General del partido tras las dimisiones. Al respecto, manifestó que él se iría si no tuviera el apoyo de la mayoría de su Ejecutiva, pero agregó que "cada uno puede actuar como corresponda".

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No obstante, quiso aclarar que él "de hecho habría dimitido" ya después de lo ocurrido en las elecciones de junio y explicó: "No he vuelto a acudir a la Ejecutiva Federal desde que fui desautorizado por el secretario general en una cuestión que finalmente se demostró absolutamente coherente por nuestra parte", en referencia al intento fallido de conformar una 'entesa' al Senado con Compromís y Podemos.

También se pronunció del sector crítico el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que consideró que las dimisiones evidencian "un fracaso de una gestión" por parte de la actual dirección del partido, e incidió en que a su juicio la formación "necesita ahora como nunca gente que sepa coser".

Tras asumir él personalmente su "parte de responsabilidad" en la situación actual del partido, Vara defendió en cualquier caso que "la responsabilidad principal es de la dirección" del PSOE, que es quien, según dijo, "no" ha sido capaz de "coordinar, de sumar mayoría, de buscar consenso".