No tomarás la Semana Santa por una fiesta sólo religiosa; No confundirás la libertad de expresión con el anticlericalismo... Tomando como referencia a Sevilla, infoLibre hace un recorrido desmitificador por las interioridades de una fiesta que desborda la religión.1. No tomarás la Semana Santa por una fiesta sólo religiosa
La Semana Santa de Sevilla encaja con el concepto de "hecho social total" acuñado por el etnólogo francés Marcel Mauss. En este tipo manifestaciones la estructura social expresa todas sus dimensiones: religiosa, jurídica, moral, política, familiar, económica, artística...
El que busca arte, lo encuentra; también el analista del trasfondo antropológico; y el que busca religión, lo mismo; igual que quien pretende hacer vida social o hasta comercial... "No es casual que entre los hermanos mayores [de las cofradías] hayan abundado abogados, médicos, notarios" y otros profesionales en busca de clientes, explica el catedrático de Periodismo Rafael Reig, atinado observador de las costumbres locales.
"La Semana Santa en Andalucía no se comprende sólo desde la perspectiva religiosa", afirma Isidoro Moreno, catedrático de Antropología Social y Cultural. A su juicio, "es paradójico, además de un error político", que a veces la izquierda "dé la razón a los integristas que pretenden patrimonializar esta celebración" desde la Iglesia o las cofradías. "La demagogia y la banalidad sólo sirven para poner en bandeja pseudoargumentos reaccionarios", añade.
2. No simplificarás la Semana Santa en "ateos contra creyentes"
La simplificación "ateos/agnósticos contra creyentes" no funciona. El sentimiento religioso puede ser un condicionante, pero las excepciones son tantas que casi no hay regla.
Al actual arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, nacido en Sigüenza (Guadalajara) y licenciado en Teología en Burgos, le costó adaptarse, en su primer destino como obispo de Córdoba, al escaso recogimiento con el que se celebra la Semana Santa en el sur, aunque con el tiempo empezó a apreciar las posibilidades que esta festividad ofrece para el poder de la Iglesia. En Sevilla, por ejemplo, una inmensa riada humana abarrota los bares de domingo a domingo. Hay una palabra muy usada en Sevilla para este ambiente callejero: la bulla. Y en la calle abundan más los amantes de la bulla que los religiosos devotos.
3. No simplificarás la Semana Santa en "izquierda contra derecha"
Begoña Rodríguez, líder de Podemos en Sevilla, conoció a fondo el significado de la "transversalidad" cuando lanzó la siguiente idea hace poco más de un año: "Si gobernamos y se plantea quitar la Semana Santa, los ciudadanos decidirán". Le cayeron críticas de todo el espectro político. Esas cuatro palabras juntas, "quitar la Semana Santa", no deben ser pronunciadas por nadie con aspiraciones políticas en Andalucía.
En 1978, y en el escenario de un acto del PCE en Sevilla, Rafael Alberti se arrancó con unos versos. "La Virgen del Baratillo/ Sobre cuarenta costales/ Sueña en la hoz y el martillo/ Para aliviar tantos males/ Déjame esta madrugada/ Lavar tu llanto en mi pena/ Virgen de la Macarena/ Llamándote camarada". Por supuesto, estas palabras sacaron de sus casillas a los sectores reaccionarios, como recuerda el profesor de Periodismo Rafael Reig. La derecha está más cómoda caricaturizando cualquier crítica izquierdista a la Semana Santa. El periódico ABC, portaestandarte de la Sevilla católica y tradicional, da amplia cobertura a estas polémicas.
4. No mezclarás lo político con lo religioso
La división izquierda-derecha frente a la Semana Santa no opera ni en la calle ni entre los cargos públicos. Rodrigo Fernández y García de la Villa, alcalde republicano de Sevilla en 1931, llegó a ser hermano mayor de la hermandad de Los Negritos, ante lo que el poderoso cardenal Ilundáin reaccionó imponiendo una gestora en la cofradía, un episodio que soliviantó al resto de hermanos.
El ejemplo ilustra que la ecuación es compleja. Alcaldes de todos los colores buscan la foto con los cofrades. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, se reunió esta semana con los presidentes de consejos de hermandades de Andalucía en la capilla de San Telmo, sede de la jefatura del Gobierno. Díaz, que recorrió en 2014 la Semana Santa de Málaga junto a Antonio Banderas, sabe lo que tiene tirón popular.
Hay seguidores de la Semana Santa en todos los partidos. Pero la necesidad de distinguir entre lo religioso y lo institucional se reivindica sólo en la izquierda. Este es un asunto irresuelto en Sevilla. El anterior alcalde, Juan Ignacio Zoido (PP), que presumía de colocar al mismo nivel la Biblia y la Constitución, hizo de la Semana Santa una bandera política. El actual, Juan Espadas (PSOE), aunque más discreto, ya ha anunciado que la polémica costumbre de que el Ayuntamiento esté representado en las procesiones seguirá, aunque con el "número correcto" de ediles. El antropólogo Isidoro Moreno afirma que, entre los cargos públicos, se ha dejado atrás el "nacionalcatolicismo" para abrazar el "municipal-cofradierismo".
El mes pasado Espadas llevó un cristo en viacrucis a hombros junto al presidente del Consejo de Cofradías, Carlos Bourellier. Antes de la última procesión de la Virgen de los Reyes el alcalde remitió cartas a todos los grupos para invitarlos a acudir a la "misa pontificial", todo ello "siguiendo la tradición". A los "señores" se les indicaba que debían ir con "chaqué, fajín y medalla capitular"; a las "señoras", con "traje de ceremonia y medalla capitular".
El ayuntamiento ha sido sede de exposiciones cofrades. Hay hermandades, como la Hiniesta o el Santo Entierro, con connotaciones de cierta oficialidad. Algunas invitan a espacios de honor a militares, aunque la presencia de estos es mayor en Málaga. Las ocasiones en que coinciden en el encuadre de la foto el arzobispo y el alcalde son frecuentes. "La laicidad bien entendida no consiste en que el Ayuntamiento no tenga nada que ver con la Semana Santa, cosa imposible, sino en que su relación con las cofradías sea de independencia recíproca y transparente", opina Isidoro Moreno, que critica los "desfiles de fuerzas vivas fosilizadas en las procesiones".
5. No utilizarás la Semana Santa para atacar y dividir
Un episodio controvertido, y que ha caldeado durante semanas la antesala de esta celebración, se produjo a raíz de una moción de IU para que los concejales no participen oficialmente en actos religiosos. PSOE, PP y Ciudadanos tumbaron la moción. A las puertas del Ayuntamiento cientos de personas rezaban, cantaban "Señor, perdónalos", exhibían estampas de vírgenes y crucifijos... y aclamaban a Zoido coreando "¡alcalde, alcalde!". Había cundido la idea, que corrió por whatsapp y que el PP no ayudó a desmentir, de que la moción iba contra la Semana Santa y pretendía quitar los nombres de vírgenes del callejero. Hay vídeos que ilustran la que se montó.
Responsables de IU y Participa llevan semanas intentando aclarar las cosas y expresando su respeto a la Semana Santa. En este contexto, Ciudadanos ha presentado una moción para que el pleno exprese su "reconocimiento" a la labor de hermandades y cofradías de Sevilla. Avecina nueva controversia.
6. No llamarás anticlericalismo a la libertad de expresión
Lo que sí se aprobó el día que fracasó la iniciativa laica de IU fue una moción de Participa Sevilla, apoyada por PSOE y la coalición de izquierdas, de apoyo a los imputados por un delito de ofensa contra los sentimientos religiosos por la procesión del coño insumiso. Hazte Oír ha reunido más de 60.000 firmas contra esta procesión. Esta plataforma católica sostiene: "Sevilla es el laboratorio para acabar con la Semana Santa".
"Defender la libertad de conciencia y de expresión no es defender la quema de conventos", afirma con un toque de humor Miguel Campillo, portavoz de Sevilla Laica, que denuncia la caricaturización de las intenciones de los laicistas. "No tenemos nada en contra de que se manifieste un sentimiento religioso, por supuesto. El problema es que se quiera imponer un tipo de religiosidad rayana en el nacionalcatolicismo", añade.
Está previsto que algunas hermandades recen durante esta Semana Santa en desagravio por el Padrenuestro deformado que recitó la poeta Dolors Miquel durante la reciente entrega de premios Ciudad de Barcelona. "Madre nuestra que estás en el celo, sea santificado tu coño", decía. Difícil será defender el derecho de la poeta a componer y recitar como le parezca sin ser acusado de anticlericalismo.
7. No confundirás lo personal con lo público
La Semana Santa no es una fiesta sólo religiosa. Ni sólo los políticos de derechas participan en la misma. Hay dirigentes abiertamente contrarios a mezclar la esfera religiosa con la institucional que se esfuerzan en explicar que esto no supone una falta de respeto. Es más, que el fervor puede ir de la mano de la defensa del laicismo.
El alcalde de Cádiz, José María González Kichi (Por Cádiz Sí se Puede), ha anunciado que no acudirá a las procesiones como regidor, sino "como gaditano y como hijo", acompañando a su madre. No presidirá los desfiles ni entregará el bastón de mando de la ciudad al Nazareno, como es costumbre. La cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno lo ha acusado de buscar "un circo mediático".
En Sevilla la presión para que los políticos muestren credenciales cofrades es fuerte. Daniel González Rojas, portavoz de IU y promotor de la moción laicista, explicó en una entrevista a El Mundo que llora al ver la Macarena. El diputado por Sevilla de Podemos Sergio Pascual (cesado ahora como secretario de Organización) también explica frecuentemente sus vínculos biográficos con la Semana Santa. Uno de los políticos que más polemizó con la Sevilla tradicional, el ex teniente de alcalde Antonio Rodrigo Torrijos (IU), también tiene pasado nazareno.
8. No homenajearás a próceres franquistas
Las hermandades de San Gonzalo y Santa Genoveva llevan sus nombres por el general golpista Gonzalo Queipo de Llano y su esposa, Genoveva Martí. Queipo fue responsable de una brutal represión, que incluía incitaciones por radio a la violación de mujeres, y que costó la vida a miles de personas. Los restos de ambos descansan en la basílica de la Macarena. Hasta hace poco más de cinco años la Macarena procesionaba con el fajín militar de Queipo de Llano, que sólo perdió el título de hijo adoptivo de Sevilla en 2008.
Aunque ha habido iniciativas para sacar los restos de Queipo de la basílica, no han prosperado. La decisión estaría en los hermanos de la Macarena, un ente privado, donde el asunto no parece causar la menor controversia. Es más, hay resistencias a cambiar cualquier cosa que afecte a la hermandad. Aunque sus más de 13.000 cofrades no son todos del barrio de la Macarena, sí es interesante echar un vistazo a la realidad política de este distrito para formar una idea. En las últimas generales, PSOE, Podemos e IU sumaron 55.082 votos, frente a 25.731 del PP y Ciudadanos. Se cae cualquier idea preconcebida.
9. No discriminarás a la mujer
El papel de la mujer dista de estar al mismo nivel que el del hombre, al igual que ocurre en la Iglesia. Un decreto del arzobispado de Sevilla, impulsado en 2011 por Juan José Asenjo, decía: "No puedo ignorar [...] la petición de cuantas hermanas, ante las dificultades encontradas en el seno de sus hermandades, expresan su vivo deseo de participar en igualdad de condiciones con sus hermanos de tan piadoso instrumento de santificación". Asenjo decretaba la "plena igualdad de derechos [...] sin discriminación alguna en razón de sexo".
Pero la igualdad real está lejos. En la junta del Consejo de Cofradías la presencia de mujeres es mínima. En una reciente entrevista en ABC, se le preguntó al histórico capataz Ernesto Sanguino si Sevilla llegaría a ver cuadrillas de costaleras. La respuesta: "Pudiera ser [...]. Hoy la mujer ocupa cargos de mucha responsabilidad en las Juntas de Gobierno, sale de nazarena [...]. Lo que hace unos años podría parecer una barbaridad, hoy lo vemos con una naturalidad absoluta".
10. No descuidarás ni un céntimo de dinero público
La Semana Santa no la organiza el Ayuntamiento, sino las cofradías. El Ayuntamiento apoya y garantiza la correcta prestación de los servicios. El coste para las arcas públicas es de 5,2 millones, según una estimación del Ayuntamiento durante el mandato de Zoido (PP) que computa transporte, policía, limpieza... El impacto económico en la ciudad supera los 164 millones, según la Cámara de Comercio.
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En rigor, la Semana Santa supone la apropiación de un espacio público para una festividad tremendamente popular, pero privada. La gestión de la carrera oficial –las calles por donde pasan todos los pasos– corresponde al Consejo de Cofradías, que cobra por las sillas. Es decir, los mejores sitios son para quien puede pagarlos.
Por cada silla, el Consejo de Cofradías tiene que pagar al Ayuntamiento, según establece una ordenanza fiscal. El canon va desde 0,31 euros, en las calles más baratas, hasta 3,05 euros, en la Plaza de San Francisco. Pero el precio que pagan los sevillanos es mayor. Concretamente, desde 90 a 135 euros por las sillas, según la calle en la que estén. Un palco se llega a plantar en 735 euros. Una vez pagadas las tasas, la seguridad privada y otros gastos, el Consejo de Cofradías gana alrededor de 1,5 millones de euros, según explica su responsable de prensa. Esto hay que dividirlo entre las alrededor de 70 hermandades que hay.
¿Qué uso dan ese dinero? El Consejo de Cofradías explica que lo dedican a "acción social", concretando en "ancianos, atención precoz, conventos...". Esto se hace en virtud de un "compromiso verbal, no firmado", añade. El convenio que regula esta relación expira en breve, explican desde el Ayuntamiento. Le tocará renovarlo al actual Gobierno local socialista.
No tomarás la Semana Santa por una fiesta sólo religiosa; No confundirás la libertad de expresión con el anticlericalismo... Tomando como referencia a Sevilla, infoLibre hace un recorrido desmitificador por las interioridades de una fiesta que desborda la religión.1. No tomarás la Semana Santa por una fiesta sólo religiosa