El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha tenido que salir este sábado a desmentir rumores de que el presidente ruso, Vladimir Putin, haya abandonado la capital rusa para desplazarse de emergencia a San Petersburgo en medio de la rebelión protagonizada en las últimas horas por el grupo de mercenarios Wagner.
"Putin está trabajando en el Kremlin", ha declarado Peskov a la agencia rusa Tass después de que el asesor del Ministerio del Interior ucraniano, Anton Gerashchenko, publicara en su cuenta de Twitter un presunto trayecto de uno de los aviones presidenciales de Putin desde Moscú a San Petersburgo.
El país se encuentra en estado de alerta tras la rebelión protagonizada esta pasada noche por el grupo de mercenarios Wagner con su líder a la cabeza, Yevgeni Prigozhin, que ha tomado la ciudad rusa de Rostov, sede del mando militar ruso para el sur, y estaría avanzando hacia la capital rusa.
La operación fue ordenada por Prigozhin tras denunciar la muerte de muchos de sus mercenarios en un ataque del propio Ejército ruso, que el Ministerio de Defensa, enfrentado desde hace meses al líder de los mercenarios, ha desmentido categóricamente.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha anunciado el Gobierno ruso archivará la causa penal contra el líder del grupo Wagner Yevgueni Prigozhin después de comunicar que detendría la marcha de los mercenarios hacia Moscú tras llegar a un acuerdo con el Gobierno de Bielorrusia. Asimismo, también ha asegurado que Prigozhin abandonará Rusia y se trasladará a Bielorrusia.
Además, los miembros del grupo mercenario Wagner que hayan participado en las operaciones no serán perseguidos judicialmente por hacerlo.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha afirmado este sábado que el presidente ruso, Vladimir Putin, se ha ocultado en un búnker lejos de Moscú ante el avance de las fuerzas de Wagner hacia la capital, marcha que ahora parece detenida tras un acuerdo.
"Lo digo en ruso. El hombre del Kremlin evidentemente tiene mucho miedo y probablemente está escondido. Estoy seguro que no está ya en Moscú. Llama a alguien, ruega algo. Sabe que tiene miedo porque ha sido él mismo quien creó esta amenaza", ha afirmado Zelenski en un vídeo difundido en redes sociales.
"Todo el mal, todas las pérdidas, todo el odio que difunde y solo puede correr. Cuanto más corra entre sus búnkeres, más perderéis todo el mundo con conexiones con Rusia", ha añadido.
Zelenski ha destacado así que "los jefes de Rusia no controlan nada". "Caos absoluto. Ausencia completa de cualquier tipo de predictibilidad", ha indicado. En cuanto a la presencia rusa en Ucrania, ha asegurado que "cuanto más tiempo esté esta persona en el Kremlin, más catástrofes habrá".
El líder de la organización de mercenarios Grupo Wagner ha aceptado una propuesta de detener su avance hacia Moscú del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, quien había recibido previamente autorización del presidente ruso, Vladimir Putin, para emprender esta mediación.
"Prigozhin ha aceptado la propuesta del presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, de detener el movimiento del personal armado de la empresa Wagner en Rusia y adoptar nuevos pasos para reducir la tensión", ha informado la agencia de noticias oficial bielorrusa, BelTA.
Lukashenko había mantenido por la mañana una conversación con Putin para "abordar la situación en el sur de Rusia" tras la irrupción de Wagner en la ciudad de Rostov del Don y "los dos presidentes acordaron adoptar medidas conjuntas".
El Grupo Este de las Fuerzas Armadas de Ucrania ha lanzado este sábado una ofensiva en los frentes de Orijovo-Vasilivka, Bajmut, Bohdanivka, Yagidne, Klishchiivka y Kurdiumivka que han dado como resultado avances en todas estas direcciones, según ha informado la viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Maliar.
Maliar ha resaltado que las fuerzas rusas han intantado avanzar en las direcciones de Kupiansk, Limansk y Marinsk, pero "han fracasado", según recoge la agencia de noticias ucraniana UNIAN.
Asimismo, Maliar ha dado cuenta de "intensos combates" en el sur con unas fuerzas rusas "a la defensiva" y realizando "grandes esfuerzos" para frenar la ofensiva de las Fuerzas Armadas ucranianas. El informe de Maliar incluye además "pérdidas significativas" en personal, armas y equipo por parte de la Federación Rusa.
El expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dimitri Medvedev ha acusado este sábado a la organización de mercenarios Grupo Wagner de intentar tomar el poder y ha alertado del riesgo que supondría perder el control del arsenal nuclear ruso.
"Las especulaciones sobre agravios pasados, el incumplimiento de ciertas obligaciones por parte del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa" o los ataques "contra posiciones de retaguardia o la corrupción" no aguantan la crítica. "Es evidente que es una operación bien pensada y planificada que busca tomar el poder", ha afirmado Medvedev, según recogen las agencias de noticias rusas.
Las acciones de las últimas horas "encajan perfectamente en un patrón bien planificado y orquestado para derrocar al Estado", ha resaltado Medvedev, que ha insinuado que antiguos miembros de unidades militares de élite podrían también estar implicados, e incluso ha apuntado a la presencia de combatientes extranjeros.
Todo ello demuestra "un alto nivel de preparación" y un buen control de los movimientos de tropas que denotan la existencia de "un plan militar bien pensado", según Medvedev, que no menciona en ningún momento por su nombre al líder de Wagner, Yevgeni Prigozhin.
Las autoridades rusas han informado de que se han utilizado excavadoras para cavar zanjas en las principales autopistas de la región de Lipetsk, cuya capital se encuentra a unos 360 kilómetros de Moscú, para intentar frenar el avance de las fuerzas de los mercenarios del Grupo Wagner desde Rostov del Don hacia Moscú.
"El tráfico está suspendido en alguans carreteras de nivel regional. En varios puntos se ha dañado deliberadamente el firme con excavadoras. Se han adoptado medidas radicales para impediro completamente el paso de vehículos por las autopistas", han informado las autordiades regionales, citadas por la agencia de noticias rusa TASS.
El Departamento de Carreteras y Transporte de la región ha desarrollado un plan para el restablecimiento de estas vías "en cuanto la situación lo permita".
"Somos conscientes de los inconvenientes que supone para los vecinos de la región, pero la seguridad es lo principal. Una vez más queremos llamar la atención sobre la gravedad de esta situación y esperamos su comprensión", han añadido.
El alcalde de Moscú, Sergei Sobianin, ha anunciado que el próximo lunes será considerado festivo y ha pedido a la población que evite desplazamientos en la medida de lo posible ante la "difícil" situación. La jornada festiva será efectiva para varios organismos públicos y empresas, pero no para los servicios públicos o la industria militar, según ha explicado Sobianin en su página de la red social VKontakte.
"He decidido (...) declarar el lunes día no laborable para minimizar los riesgos con la excepción de las autoridades y empresas de ciclo contínuo, el complejo militar-industrial y los servicios municipales", ha indicado.
Además Sobianin ha alertado de que el tráfico puede estar cerrado en ciertas zonas, por lo que insta a la población a evitar desplazamientos, una recomendación que se suma a la declaración de este mismo sábado por la que se incluye a Moscú en la zona de aplicación de la operación antiterrorista.
La medida incluye la suspensión o aplazamiento de los eventos multitudinarios como las graduaciones escolares o los partidos de la liga de fútbol. La región de Voronezh también está incluida.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ya ha sido informado de la situación en Rusia tras el estallido de la crisis provocada por la rebelión del grupo de mercenarios Wagner, un conflicto que ha cogido casi desprevenidos a los servicios de Inteligencia occidentales, mientras fuentes de la Casa Blanca piden calma para evaluar la situación y evitar cualquier malentendido que pueda exacerbar todavía más la tensión con Moscú.
Según estas fuentes de la cadena CNN, responsables de Estados Unidos así como de países aliados todavía no quieren valorar en profundidad lo que está ocurriendo porque el presidente ruso, Vladimir Putin, en este momento tan delicado, podría sobrerreaccionar a cualquier comentario.
No obstante, altos responsables de la Administración Biden ya han mantenido en las últimas horas reuniones de emergencia para evaluar una situación que "ha ocurrido tan rápido que ha cogido a Estados Unidos y a Europa por sorpresa".
"Era imposible saber", ha dicho una de estas fuentes sobre las tensiones entre Wagner y el Ejército ruso, "cuánto era palabrería y cuánto era real, porque la tensión llevaba mucho tiempo aumentando sin que pasara nada en absoluto". Fuentes de Inteligencia europeas han coincidido en que "estaba claro que la temperatura iba subiendo", pero poca gente podía predecir lo que el líder de Wagner, Yevgeni Prigozhin, estaba planeando de verdad.
El Gobierno bielorruso, férreo aliado del presidente ruso, Vladimir Putin, ha condenado este sábado sin paliativos la rebelión declarada por el grupo de mercenarios Wagner que ha descrito como un "regalo para Occidente" y, sobre todo, una fractura interna que supone una receta para "el desastre".
"No podemos quedarnos al margen de los eventos que están ocurriendo en el sur de Rusia", ha hecho saber el Consejo de Seguridad de Minsk en un comunicado recogido por la agencia oficial de noticias bielorrusa, Belta, en su primera reacción a la toma de la ciudad rusa de Rostov por parte de Wagner, en el comienzo de su camino a Moscú.
El presidente del país, Alexander Lukashenko, ha defendido desde el inicio de la invasión que sus fuerzas han mantenido la neutralidad y nunca han atacado territorio ucraniano, pero su apoyo a Putin ha sido total y absoluto hasta el punto de que el país ha terminado acogiendo armas nucleares tácticas rusas como elemento disuasorio.
"Cualquier provocación, cualquier conflicto interno en círculos políticos y militares, en el campo de la información o en el ámbito de la sociedad civil es un regalo para Occidente entero", han hecho saber las autoridades bielorrusas porque, "aunque estas partes interesadas no estén en el origen de estos eventos, no van a perder la oportunidad de aprovecharse de ellos".
Bielorrusia ha tirado de historia, como ya hiciera Putin en su primer discurso de repulsa a la rebelión de Wagner, para indicar que "no hay nada peor para Rusia que un motín, que es destructivo y nihilista en su esencia".
"No hay consecuencias de lo que esté ocurriendo que valgan la pena, las pérdidas que estas decisiones impulsivas e ilegales pueden provocar, y los intereses del pueblo, las vidas de los ciudadanos normales y corrientes, así como la integridad de Rusia, están ahora mismo en juego", añade el comunicado.
El Ejército de Ucrania ha anunciado este sábado que ha liberado territorios de la región de Donetsk, en el este del país, que llevaban ocupados por fuerzas prorrusas y, posteriormente, por el Ejército ruso, desde 2014.
Concretamente, el comandante adjunto del mando operativo este, general Oleksander Tarnavski, ha indicado que las fuerzas ucranianas han liberado zonas próximas a Krasnogorivka, una pequeña ciudad situada a solo 15 kilómetros de Donetsk capital.
"El avance de nuestras fuerzas continúa", ha indicado por su parte el responsable de comunicación de la 79 Brigada de Asalto Aéreo, Yaroslav Chepurni, al diario 'Ukrainska Pravda'.
La operación también ha sido confirmada por el portavoz del Ejército para el frente Valerii Shershen, quien ha matizado que la liberación tuvo lugar realmente hace una semana, y que hasta ahora no se había dado a conocer "por ciertos motivos tácticos".
Cabe recordar que hace dos semanas, el Gobierno ruso dio por iniciada una contraofensiva ucraniana -- posteriormente verificada por el Ministerio de Defensa británico -- en un esfuerzo de Kiev por expulsar a las fuerzas rusas de los frentes oriental y sur de la guerra.