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Dirigentes del PP advierten de que si Casado no toma medidas “el siguiente en ser señalado será él”

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Fernando Varela

“Hay que hacer algo. Y hacerlo ya”. Dirigentes del Partido Popular consultados por infoLibre, algunos de perfil marianista y otros que en su día dieron apoyo a la candidatura de su sucesor al frente del partido, esperan alguna reacción por parte de Pablo Casado después del descalabro sufrido en Cataluña. Las elecciones del 14F han dolido por partida doble: el PP no sólo ha perdido uno de los cuatro escaños que tenía —se ha quedado con representación exclusivamente por la provincia de Barcelona— sino que por primera vez se ha visto superado con creces por Vox.

Así que la primera reacción oficial del partido, la que protagonizó en la noche electoral el secretario general, Teodoro García Egea, ha sembrado el desconcierto en las filas conservadoras. Porque el brazo derecho de Casado se limitó a minimizar el sorpasso de Vox, culpó del resultado a Pedro Sánchez y rechazó hacer la más mínima autocrítica sobre lo ocurrido. Y es que, más allá de la versión oficial que quiere trasladar la dirección, son muchos en el PP los que creen que se han cometido errores y que Casado es el responsable de algunos muy notables, como haber intentado desmarcarse de la gestión de Mariano Rajoy en plena campaña electoral.

Nadie espera que la reunión de la cúpula del partido que Casado ha convocado para este martes con el fin de analizar el fracaso electoral se convierta en un reproche generalizado al presidente, entre otras cosas porque el formato telemático elegido no es propicio para el debate. Pero sí son muchos los que creen que el presidente del partido debería aprovechar la ocasión para hacer algo más que negar su responsabilidad y la de su equipo.

Implicación personal

El problema, apunta un dirigente, es que Casado se ha implicado “de forma muy personal” en campaña y eso le complica desmarcarse. No puede disimular su “cuota de responsabilidad” en el fracaso, especialmente después de poner patas arriba su propia campaña al tratar de distanciarse de Rajoy y de su propio papel durante el 1 de octubre. Fue “una barbaridad” que sólo sirvió para “despistar a nuestro electorado”. Una “suma de errores”, dice otro dirigente, haciendo referencia al intento de poner como excusa a Bárcenas, porque cuando Casado llegó a la presidencia del partido “ya sabía lo que había”. No puede culpar ahora “a la corrupción”.

Las fuentes consultadas creen que estos días habrá quien reclame cambios orgánicos. García Egea, calculan, puede incluso convertirse en el blanco favorito de algunos dirigentes territoriales porque desde que llego a la Secretaría General se ha ganado enemigos por la forma en que está intentando hacerse con el control orgánico. Pero su puesto no está en peligro, aseguran, al menos mientras la contestación interna no sea lo bastante intensa como para que Casado tema por su propia continuidad, algo que en estos momentos parece poco probable.

Así que nadie cree que en la reunión de hoy se vayan a “pedir cabezas” y mucho menos la del presidente del partido. Pero “la gente está muy cabreada y preocupada por el futuro” y si Casado “no cambia algo” ahora, la próxima vez que haya un problema “le acabarán señalando a él”, advierten.

Así que de la reunión de este martes deberían salir “cambios organizativos” y “estrategias claras” porque lo que hay por delante es un “escenario inédito” que para muchos dirigentes resulta “muy difícil de digerir”. Hay mucho en juego y nadie en el PP cree —tampoco Casado— que se pueda llegar a la Moncloa con una presencia marginal en territorios tan importantes como el País Vasco o Cataluña.

El dilema

Pero tampoco resulta fácil plantear soluciones.“¿Qué versión de Casado” resultaría mejor para afrontar el futuro?, se pregunta un dirigente en conversación con infoLibre. La más dura, compitiendo con Vox por el extremo de la derecha, o una más centrada, como la que aparentemente ensayó tras la moción de censura. Nadie parece tener una respuesta.

Otras fuentes citadas por Europa Press confirman que Casado “sale tocado” tras el batacazo electoral y que ese mal resultado debería “tener consecuencias”. No cuestionan su liderazgo, pero sí le piden que haga autocrítica, que refuerce su Ejecutiva con “pesos pesados” y perfiles “más políticos” y, sobre todo, que escuche más a los territorios.

El primer problema, señalan, “está dentro del PP” porque siguen sin superarse las fracturas internas del congreso extraordinario de julio de 2018. Y la dirección del partido está más centrada en la “renovación territorial” de los congresos provinciales que en la estrategia de oposición al Gobierno.

Pensar en la reunificación de la derecha en las siglas del PP está muy bien, pero “primero hay que empezar a unir en tu propia casa. No se puede unir a Ciudadanos y a Vox si dentro de tu casa estás expulsando a tu propia gente”, asegura un ex alto cargo del Gobierno de Rajoy.

La necesidad de que se “escuche más” al partido en cada territorio es una reivindicación común en distintos cargos consultados. “Creo que lo que hace falta es diálogo y escuchar más a la gente”, resume un barón del PP que aconseja a Casado sentarse con sus cargos provinciales y territoriales y abrir una “reflexión sosegada” para ver qué se puede mejorar en cada sitio antes de las autonómicas y municipales de 2023.

Muchos de los cargos consultados creen que Casado, al que “nadie le va a mover la silla en este momento”, sí que debe plantearse reforzar su equipo y su Ejecutiva. “Hay cosas que se pueden mejorar. Algo tendremos que hacer”, asegura un diputado. “Hay que motivar al equipo y generar ilusión a la gente, como ha hecho Vox”, apostilla un senador. “Hace falta más madurez política en Génova”, añade un veterano del partido. “No se puede jugar la final de la Champions con el Castilla”, asegura un miembro del anterior Gobierno del PP.

Galicia como ejemplo

En la misma línea, de no cuestionar a Casado, pero pidiendo una reflexión, se pronunció el barón más importante del PP, Alberto Núñez Feijóo, el único que ha sabido cegar las vías de agua y cortar el paso a Ciudadanos by a Vox en su territorio. El presidente gallego pidió “examinar las causas” de lo ocurrido en Cataluña pero negó que el resultado se pueda repetir en España. “El presidente Casado es tan responsable del resultado catalán como lo fue Pedro Sánchez del descalabro del PSOE en las gallegas”, afirmó sin aclarar si él considera que el líder del PSOE tuvo culpa del mal resoltado de los socialistas en Galicia. El PP tiene que “hacer una reflexión” porque debería haber sido “capaz de transmitir a la sociedad catalana” que su presencia en el Parlament era “útil” añadió.

El partido de Feijóo se pone sí mismo como modelo de lo que debe hacerse. Lo principal “es analizar qué hizo el partido que es capaz de ganar elecciones como en Galicia para no tener el resultado que confiaba en tener” en Cataluña, pero “sin poner no pone en riesgo ningún tipo de liderazgo a nivel nacional”.

Manteniendo, en todo caso, la apuesta por la “moderación” como “fórmula de éxito”. “El caso de Galicia claramente lo pone en evidencia. Cuando hay una fuerza que aglutina el voto moderado, de centro y derecha, no hacen falta partidos extremistas y prevalecen posiciones de concordia y que confían en el sistema constitucional y estatutario”, razona el portavoz de Feijóo en el Parlamento de Galicia, Pedro Puy.

Antes de las elecciones gallegas, el PP “hizo una apuesta correcta: presentar un mensaje que permitiese aglutinar las preferencias de las personas que comparten ese espacio de moderación, constitucionalismo, de defensa de la autonomía, de defensa de los intereses de Galicia dentro del sistema autonómico y constitucional”. Y “si algo demuestra el éxito electoral en Galicia es que esa fórmula es posible y que además es la fórmula que le dio éxito al PP en el pasado”.

Aznar entra en escena

En este contexto, y de manera muy significativa, el expresidente José María Aznar evitó este lunes defender expresamente a Casado durante una intervención en un acto en el que sí se deshizo en elogios hacia el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, y hacia la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. No faltó quien interpretó las cualidades que ve en ambos como las que echa en falta en el actual presidente del PP: “Muchas veces” hay un problema de “falta de claridad de ideas o de definición de proyectos a la hora de transmitir” que el alcalde de Madrid no padece. Él es, asegura, un ejemplo de “buen gobierno y claridad de ideas con toda moderación”. El gran pecado de “no ejercer de liberal” es estar “pendiente de que los demás te den la patente de liberales” y ese “es un error en el que el alcalde no cae”.

En su opinión, el modelo de Madrid es “fundamental”. Tanto Almeida como Ayuso lo están haciendo “extraordinariamente bien” porque Madrid es “un ejemplo de ciudad libre” y se ha convertido en “la primera comunidad de España desde el punto de vista económico”.

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La dirección de Ciudadanos ya se reunió este lunes, en este caso sí de forma presencial, para debatir la situación del partido después de perder 30 de sus 36 escaños. Los naranjas harán públicas hoy las conclusiones de ese debate, pero su presidenta, Inés Arrimadas, ya anticipó el lunes que no hay nada que corregir y que su intención es seguir al frente del partido.

Sin mencionarlo el nombre de su antecesor, Arrimadas sostuvo que el hundimiento electoral es consecuencia del que tuvo lugar en las generales de 2019, por los cuales ya asumió responsabilidades Albert Rivera. Los problemas de Cs, según ella, tienen que ver con la participación electoral —“cuando baja nuestro partido sufre mucho”— pero no con haber tomado un rumbo equivocado. La pregunta que Cs debe hacerse, explicó, es si ese rumbo “es correcto, no si da votos”. Y en su opinión lo es.

“Lo que uno tiene que plantearse es si ha hecho lo correcto, no si eso da votos. Si no tendríamos que haber hecho lo del PSC”, aprobar la Ley de Educación "o hacer un pacto con Bildu”, razonó dando a entender que ambas decisiones han ayudado al PSC a tener más apoyo en las urnas. “Aunque eso dé votos yo no lo pienso hacer”, zanjó.

“Hay que hacer algo. Y hacerlo ya”. Dirigentes del Partido Popular consultados por infoLibre, algunos de perfil marianista y otros que en su día dieron apoyo a la candidatura de su sucesor al frente del partido, esperan alguna reacción por parte de Pablo Casado después del descalabro sufrido en Cataluña. Las elecciones del 14F han dolido por partida doble: el PP no sólo ha perdido uno de los cuatro escaños que tenía —se ha quedado con representación exclusivamente por la provincia de Barcelona— sino que por primera vez se ha visto superado con creces por Vox.

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