Diversos colectivos denunciaron el "caos total" y la "descoordinación" que sufrió la gestión de las emergencias durante la ola de incendios que afectó a Galicia desde el pasado viernes hasta el lunes, con especial incidencia durante la jornada del domingo, informa Europa Press.
Así lo aseguraron, en rueda de prensa, representantes del servicio 112, que atiende a las llamadas por incidencias en la comunidad; miembros de los bomberos públicos y comarcales, de las brigadas contra incendios y de los agentes forestales.
En su comparecencia, criticaron que existe un "conglomerado precario y desorganizado" para dar respuesta a las emergencias, y mostraron su "alianza" para dar "el ejemplo que no dan los políticos". "Nos unimos y vamos a buscar soluciones comunes", proclamaron.
La integrante del comité de empresa del 112 Susana Camba describió una situación de "colapso" en la central, fundamentalmente durante la tarde-noche del domingo, y aseguró que "se veía venir" desde horas atrás.
Sin embargo, según criticó, "solo" siete personas estuvieron atendiendo "cientos, miles de llamadas" durante la mañana del domingo. Cuando llegó el refuerzo, ya por la tarde, el personal se incrementó hasta 14 trabajadores.
"Impotencia y rabia"
Otro de sus reproches se dirigió al hecho de que "no se habilitó una línea especial", como sí tiene el 061, para que los organismos encargados de actuar in situ se pusiesen en contacto con los teleoperadores.
De esta forma, según advirtió, el "caos" fue "total" e "inadmisible". De hecho, lamentó que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el vicepresidente, Alfonso Rueda, cuando se pronunciaron ante los medios de comunicación "recomendaron" a la ciudadanía contactar con el 112.
"Hasta para pedir información sobre el estado de las carreteras se llamó al 112", reveló después de hacer referencia a la existencia de un número específico para llamadas sobre fuegos (el 085).
Así, confesó "impotencia y rabia", puesto que la plantilla del 112 sabía que el panorama era "muy grave" pero, en sus propias palabras: "Hicimos lo que pudimos".
"Se nos dijo que no hacíamos falta"
Por su parte, el bombero en el parque de Vigo y presidente de la Plataforma de Bomberos Públicos de Galicia, Miguel Ucles, fue más allá, al asegurar que fueron rechazados varios de sus ofrecimientos. "Quisimos hacer más y o no se nos permitió o se nos dijo que no hacía falta", aseveró.
Igualmente, Gustavo Tubío, representante de la plataforma de bomberos públicos de Galicia, ilustró su "frustración" con casos concretos como el de una movilización que "nunca llegó" para ir a Ponte Caldelas, "donde ardían casas"; o compañeros de A Coruña que, según su relato, se ofrecieron por la mañana y no fue hasta la noche cuando les pidieron acudir a Oia, al sur de la provincia de Pontevedra.
Del mismo modo, se refirió a escenas vividas en Santiago, Lugo y Ourense, donde hubo, "autorganización de los parques" por la "inacción" de la Axega, la agencia de gestión de emergencias de la Xunta.
Por todo ello, denunció "falta de regulación" y "segregación del sector", que está conformado por un "conglomerado precario y desorganizado" que hace "difícil" una gestión "rápida y eficiente".
"Esperamos que esta ola de incendios sea un paso previo a esa necesaria regulación, y también de la recuperación del servicio de manos privadas para el sector público", subrayó, clamando por un servicio "homogéneo" en este ámbito.
Baile de cifras
Miguel Ucles cifró en unos 400 los profesionales que afrontaron los momentos más críticos de la oleada de fuegos: según sus números, 50 agentes forestales que subieron a 80 tras incorporarse 30 voluntarios; 40 brigadistas de Seaga en la provincia de Pontevedra (de 125 posibles); 120-125 bomberos públicos y 75 de gestión indirecta.
Preguntado por los más de 5.000 efectivos que, de acuerdo con el presidente gallego, estuvieron operativos en esas horas, respondió que "están mintiendo", y que "no vale sumar con todo", ya que los agentes del orden, por ejemplo, no están formados para apagar fuegos.
Del mismo modo, fue objeto de críticas la UME (unidad militar de emergencias), al reprochar el representante de los brigadistas que "vienen para sacarse la foto y cuestan mucho dinero, pero actúan desde la carretera".
Fue el presidente del comité de Seaga en Pontevedra, Josafat Puente, el que señaló esta circunstancia, que contrapuso con que los miembros de las cuadrillas, ya sean del personal propio de la Xunta como de la empresa pública para la que él trabaja, se meten a luchar contra incendios a veces "de 20 metros de alto".
De nuevo en materia de comunicación, Ucles llamó la atención sobre que el WhatsApp acabó siendo la "red" de los diferentes cuerpos de atención a las emergencias.
Sobre eso habló el agente forestal Rafael Cudeiro, que reclamó "un mando único y un único canal de comunicación", porque, si no, "es un galimatías".
Múltiples causas, frente a la "trama"
Cudeiro, que lleva años investigando el origen de incendios forestales, apuntó que en estas fechas del año y por la zona por la que él se mueve (Ourense) suelen responder a quemas de ganaderos para generar pastos, pero también a "cuatro descerebrados y dos o tres cazadores".
En este contexto de múltiples causas y descartando la existencia de una "trama" incendiaria, indicó que los vientos "complicaron mucho" las tareas, al generar focos secundarios y frentes de hasta 10 kilómetros de longitud, como el de un incendio en Pazos de Borbén, que abogó por estudiar una vez se calmen las cosas.
Además, afirmó que este colectivo, compuesto por 540 agentes forestales, lleva "tiempo solicitando" su incorporación al protocolo de la atención de emergencias, incluso su "presencia física" en la sala. "Hasta el momento, la callada por respuesta", según censuró.
Cambios en el operativo
Advirtió de que cada vez se dan más casos de incendios forestales en interfaz urbana, por lo que tanto él como otros brigadistas presentes en la convocatoria exigieron "formación", para que los bomberos sepan cómo actuar ante fuegos en el monte y para que los trabajadores contra incendios forestales aprendan a responder en escenarios urbanos.
Varios de los participantes también coincidieron en la demanda de un cambio de modelo, con más prevención y recuperación de un monte con diversidad de usos y especies.
El representante de Seaga exigió la dimisión del director xeral de Montes, Tomás Fernández-Couto, para que haya "un cambio" toda vez que bajo sus órdenes lleva la política forestal de la Xunta durante las últimas décadas.
"Se advirtió a Fernández-Couto"
Denunció que los 500 trabajadores de la empresa pública acabaron de trabajar el día 12 y "el 10 se le advirtió a Fernández-Couto" el fin de semana que se avecinaba, con altas temperaturas y fuertes vientos por la llegada de la cola de un huracán.
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No obstante, según aseguró, en Ourense no empezaban a trabajar hasta el lunes o miércoles y participó el fin de semana "alguna brigada de voluntarios". En Pontevedra, "de 125 había 40 trabajando, 12 de ellos voluntarios". "Yo ni tenía equipo en la base", dijo.
Asimismo, reprobó que "hay más gente ahora" en los montes, "lloviendo", que en "el momento culmen" de fuegos, y rechazó que se acuse a los brigadistas: "dos compañeros dieron la vida en 2010, no puede ser que se nos ataque", sentenció.
Por otra parte, trabajadores presentes aseguraron que helicópteros fueron a los Ancares con el fuego extinguido durante la visita de la conselleira.
Diversos colectivos denunciaron el "caos total" y la "descoordinación" que sufrió la gestión de las emergencias durante la ola de incendios que afectó a Galicia desde el pasado viernes hasta el lunes, con especial incidencia durante la jornada del domingo, informa Europa Press.