En pleno verano, el pasado agosto, Isabel Díaz Ayuso (Partido Popular) era investida presidenta de la Comunidad de Madrid gracias a los votos de Ciudadanos y al apoyo externo de la extrema dererecha de Vox. El partido naranja se convertía en socio de Gobierno de los conservadores, entrando a formar parte del Ejecutivo regional reservándose varias consejerías y la vicepresidencia y la portavocía para Ignacio Aguado, líder de Ciudadanos en la región. Desde ese momento, han sido varias las tensiones que se han vivido entre ambos socios de Gobierno, como lo que le ocurre a Pedro Sánchez con Unidas Podemos en la Moncloa, pero no todas han aflorado. La última sí ha saltado a la luz pública por lo delicado del momento en el que estamos, en plena expansión del coronavirus, y porque afecta a las personas mayores, que se están llevando lo peor de esta pandemia.
A última hora del jueves, desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid se informaba de que la consejería de Sanidad asumía el control de las residencias de mayores de la región para llevar un mayor seguimiento del estado de salud de residentes. La decisión fue tomada en el contexto del alarmante incremento de fallecidos en estos centros, sobre todo en regiones como esta. En la última semana, los españoles han podido ver a través de los medios de comunicación cómo el Ejército acudía a desinfectar los centros y también escuchar testimonios que apuntaban a que en algunas de estas residencias los mayores conviven con cadáveres que no son retirados por lo incontrolable de la situación. También, cómo los trabajadores se declaraban asfixiados por la falta de todo tipo de medios.
Que la Consejería de Sanidad asuma el control implica que su consejero, Enrique Ruiz Escudero, del Partido Popular, se que quede con parte de las competencias de Alberto Reyero, el consejero de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad. Sobre este, cuota de Ciudadanos en el Gobierno regional, recaía hasta ahora la gestión de las residencias. Según los datos recopilados por los inspectores pertenecientes al Centro de Control de Calidad e Inspección (CIRA), de la Consejería del propio Reyero, en lo que va de mes han fallecido 1.065 usuarios de residencias en la Comunidad.
En el mes entero de marzo de 2019 murieron 460 internos en las residencias concertadas y de gestión indirecta de la región, informa Europa Press. Las fuentes consultadas piden que se estudien los datos con "cierta prudencia" porque la falta de test hace imposible que se concluya que todas estas muertes tengan detrás un caso de coronavirus. Por tanto, no pueden darse por concluyentes.
"Capacidad de gestión"
PP y Cs no se ponen de acuerdo a la hora de explicar esta especie de crisis de Gobierno que pone el control de las residencias en manos de uno de los hombres fuertes del Gobieno regional y de la máxima confianza de Ayuso. En el PP madrileño aseguran que Ruiz Escudero, toma los mandos en una situación en la que es importante tener "capacidad de gestión", "desarrollar protocolos". Que no se puede perder más tiempo, que no hay más debate. Y en el partido naranja consideran que lo único que ha ocurrido es que la Comunidad está cumpliendo la ley, la orden del Gobierno central y que ellos ya llevaban semanas avisando de que todo tenía que pasar por una medicalización de los centros de mayores.
En resumen, los conservadores defienden que ya era urgente actuar y los liberales dicen que ellos ya habían avisado de ello.
En Cs recuerdan que la circunstancia de que la Consejería de Sanidad pase a tener el control de las residencias se corresponde con una orden del 23 de marzo, publicada un día después en el Boletín Oficial del Estado. En ella, se "faculta a la autoridad competente de la comunidad autónoma, en función de la situación epidémica y asistencial de cada centro residencial o territorio concreto y siempre atendiendo a principios de necesidad y de proporcionalidad, a intervenir los centros residenciales". Para este partido, esta orden obliga a la Consejería de Ruiz Escudero a asumir la atención sanitaria de todas las residencias de la región.
"Las residencias son centros asistenciales y no están preparadas para asumir una crisis sanitaria de estas características sin la participación de la Consejería de Sanidad. Por eso, celebramos su medicalización, medida que el consejero de Políticas Sociales viene reclamando desde dos semanas", subrayan.
En todo caso, la orden ministerial no menciona en ningún caso qué departamentos concretos deben hacerse con la gestión ni que ello deba implicar modificaciones en las estructuras de gobierno.
No es momento de hablar de "descoordinación"
Intentando apagar los rumores de divisiones en el seno del Gobierno, Reyero sostuvo este viernes que no se le pasa por la cabeza renunciar a su cargo. renunciar a su cargoY que noes el momento de hablar de "descoordinación" entre Consejerías o entre Gobierno central y autonómicos, sino de "apoyarse entre todos" para luchar contra el coronavirus.
En una entrevista concedida a TVE, el consejero cuya cartera ha sido vaciada de competencias insistió en que lo que ha hecho el Gobierno regional es aplicar la citada orden ministerial. "Supone la mayor implicación de Sanidad en las residencias, pero yo sigo dirigiendo la parte social. El problema que tenemos es de atención sanitaria, ya que son personas mayores de 80 años y dependientes, hay que actuar de manera inmediata desde el punto de vista médico. Son centros de servicios sociales con atención médica limitada. Ahora es necesario que la medicalización de las residencias sea una realidad. Tiene que empezar a actuar y proporcionar a las residencias respiradores", dijo.
Reyero no se siente desautorizado, asegura. Sólo pierde la gestión sanitaria de las residencias, insisten en Ciudadanos. Su consejería sigue al frente de la gestión no sanitaria de estos centros y continúa siendo miembro del organismo encargado de coordinar la gestión de la crisis provocada por esta pandemia.
Pero este no es el único roce entre los miembros del PP y Cs, socios de Gobierno en la Comunidad de Madrid, desde que se inició la crisis del coronavirus.
La carta a Pablo Iglesias
El pasado fin de semana, Reyero remitió una carta al vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales, Pablo Iglesias, en la que reclamaba personal sanitario de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para hacer frente a la situación crítica de los centros de mayores de la Comunidad.
La iniciativa fue recibida con sorpresa por la presidenta Ayuso. Cuentan los conservadores madrileños que tal propuesta no había sido debatida en ningún órgano de Gobierno. De hecho, la jefa del Ejecutivo regional se había opuesto días antes a esta idea en una entrevista concedida a Onda Cero.
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"Esta petición no sirve porque el Ejército no tiene capacidad para enviar sanitarios no tiene capacidad para enviar sanitarios, no tiene capacidad para llegar sólo en Madrid a 500 residencias, y no digamos por todo el país", respondió preguntada sobre este tema que ya habían lanzado a la opinión pública tanto Reyero como el vicepresidente Ignacio Aguado.
Dirigentes del PP consultados por infoLibre no ponen en duda la "solidez" del pacto entre PP y Cs en Madrid. Pero coinciden en que es importante lanzar un mensaje único y coordinado desde el Gobierno. "No es que Ayuso esté intentando acaparar el protagonismo, es que es la presidenta de la Comunidad de Madrid", responde un dirigente del PP madrileño preguntado sobre si está habiendo un reparto de papeles equilibrado entre la presidenta y su vicepresidente en esta crisis, máxime cuando Aguado es el portavoz del Ejecutivo.
Isabel Díaz Ayuso, en su calidad de presidenta de una de las principales regiones de España, la más afectada por el coronavirus, ha ejercido de ariete contra Pedro Sánchez. Pero Cs su socio de gobierno, ha mostrado una posición más moderada. Su líder nacional, Inés Arrimadas, ha llegado a ofrecer al presidente del Gobierno ayuda para aprobar unos presupuestos de emergencia nacional.
En pleno verano, el pasado agosto, Isabel Díaz Ayuso (Partido Popular) era investida presidenta de la Comunidad de Madrid gracias a los votos de Ciudadanos y al apoyo externo de la extrema dererecha de Vox. El partido naranja se convertía en socio de Gobierno de los conservadores, entrando a formar parte del Ejecutivo regional reservándose varias consejerías y la vicepresidencia y la portavocía para Ignacio Aguado, líder de Ciudadanos en la región. Desde ese momento, han sido varias las tensiones que se han vivido entre ambos socios de Gobierno, como lo que le ocurre a Pedro Sánchez con Unidas Podemos en la Moncloa, pero no todas han aflorado. La última sí ha saltado a la luz pública por lo delicado del momento en el que estamos, en plena expansión del coronavirus, y porque afecta a las personas mayores, que se están llevando lo peor de esta pandemia.