Ana Botella tiene un problema. A su pésima gestión del escándalo Madrid Arena, que provocó cinco muertes, se suma su dificultad para hacerse con las riendas del Ayuntamiento que heredó de Alberto Ruiz-Gallardón. Es precisamente este suceso el que ha puesto más entredicho su gestión al frente del Consistorio madrileño.
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Con la marcha ayer de Antonio de Guindos, delegado de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, tras ser imputado en el caso Madrid Arena, ya son tres los cargos del PP madrileño que se cobra este caso. Primero cayó el responsable de Economía y Hacienda, Pedro Calvo. Y después fue el turno del ya exvicecalcalde Miguel Ángel Villanueva.
Para evitar esta tercera dimisión, los concejales del PP del Ayuntamiento de Madrid intentaron presentar una declaración, que después debería ser votada por la totalidad del Grupo Municipal Popular, en la que instaban a De Guindos a quedarse en el Ayuntamiento.
Fue el propio De Guindos el que se negó a que sus compañeros procedieran a esta votación. Se trata del mismo método al que recurrieron los concejales aguirristas del Ayuntamiento de Madrid para intentar que Manuel Cobo dejara de ser portavoz municipal después de sus polémicas declaraciones contra Esperanza Aguirre en El País.
Ana Botella tiene un problema. A su pésima gestión del escándalo Madrid Arena, que provocó cinco muertes, se suma su dificultad para hacerse con las riendas del Ayuntamiento que heredó de Alberto Ruiz-Gallardón. Es precisamente este suceso el que ha puesto más entredicho su gestión al frente del Consistorio madrileño.