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Eduardo Madina y Pedro Sánchez se suman a las críticas al congreso pero no dicen si competirán

La fórmula de primero congreso extraordinario (19 y 20 de julio) y después primarias (sin fecha), decidida por Alfredo Pérez Rubalcaba, con el respaldo de varias federaciones y, singularmente, de Andalucía, no gusta a los que hasta ahora sonaban como candidatos a las elecciones abiertas. Y se pudo ver este martes. La primera en poner el grito en el cielo fue Carme Chacón, la que más cargó contra una decisión "personal" del secretario general. Después le secundaron Eduardo Madina y Pedro Sánchez desde el Congreso, donde ambos tienen escaño de diputado. Los dos criticaron el proceso aunque mostraron su "respeto" a Rubalcaba y no adelantaron sus intenciones. 

El parlamentario vizcaíno y secretario general del Grupo Socialista reivindicó lo que se decidió en el cónclave anterior, el de Sevilla en 2012, después en la Conferencia Política de noviembre de 2013 y lo que "la gran mayoría de militantes" pedía: la "apertura de los partidos" y dar la "confianza a la sociedad", porque ese es "uno de los secretos principales, aunque no el único, del crecimiento del PSOE", para volver a conquistar a los ciudadanos y cambiar "a fondo" el país. "El congreso se celebrará y estoy convencido de que convocará las primarias, y mi mirada está puesta en ese proceso. 2014 será un año importante de cambio profundo para el PSOE y será para bien", añadió. Madina quiere unas elecciones abiertas de "libre concurrencia y amplia participación", y que quienes concurran presenten "proyectos de transformación profunda", y sean "valientes". El diputado fue uno de los que ayer, en la ejecutiva, le dijo a Rubalcaba que no compartía su hoja de ruta. Sobre la posibilidad de que en el congreso elijan las bases, los militantes, al nuevo secretario general (y no los delegados), como ocurrió en el último cónclave en Galicia, aseguró que "es una opción que está en el debate y no es descartable".

El diputado por Madrid subrayó, por su parte, que tras haber recorrido "casi 30.000 kilómetros" y haber pisado mucho territorio, ha percibido "ganas de cambio". "Me habría gustado un orden completamente distinto, pero lo respeto, es mi secretario general. Creo que en ese congreso la obligación, el deber de todos los dirigentes es canalizar esas ganas de cambio afrontando un proceso de renovación y regeneración del partido con una nueva dirección, un nuevo proyecto político y una nueva forma de hacer política, y en eso voy a estar, sumando, para que esas ganas de cambio se canalicen a través de ese congreso". O sea, que se aproveche la "oportunidad" del cónclave de julio. Como Madina, convino en que "una de las obligaciones de la nueva dirección" será convocar las primarias, no dejarlas morir ni aplazarlas sine díe. 

Atentos a lo que haga Susana Díaz

A ambos se les preguntó si, en este nuevo escenario de cónclave extraordinario, piensan competir. "Todo tendrá su momento, y ya veremos", respondió Madina. "Es pronto para decirlo. Todavía está por ver qué pasa en los próximos días, es prematuro", dijo Sánchez.

Los dos, igual que Chacón, igual que todo el partido, están a la espera de ver qué gestos hace la principal cabeza del PSOE, Susana Díaz, presidenta de la Junta, la única que puede presumir de resultados en las europeas porque aventajó en diez puntos al PP. En muchos responsables está instalada la idea de que sólo ella puede salvar al PSOE, y de que a ella le conviene el escenario de congreso y no primarias, mucho más controlado. Y también parece claro que si la líder de los socialistas andaluces decide optar a la Secretaría General, no tendrá contrincante. De ahí que nadie quiera dar pasos en falso hasta que ella hable, cosa que todavía no ha hecho. "Yo tengo mucho cariño por ella, es una grandísima compañera, estaremos atentos a lo que va sucediendo", aseguró Madina, quien no obstante subrayó que su decisión personal dependerá de sí mismo. Sánchez dijo no tener "ni idea" de qué puede hacer Díaz y también pidió esperar a ver lo que ocurra. 

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Chaves sobre Díaz: está "muy vinculada y es muy necesaria" en Andalucía

Este martes el Congreso era una ebullición en los minutos previos a la reunión del Grupo Parlamentario Socialista. Más dirigentes se pronunciaron sobre el terremoto que afecta al partido. Unos, como Jesús Caldera, secretario de Ideas y Programa, y Odón Elorza, dejaron claro que ellos preferían primero dar paso a las primarias. Caldera es, pues, otro de los que ayer en la ejecutiva discreparon del parecer de Rubalcaba, como Juan Fernando López Aguilar, Soraya Rodríguez, Purificación Causapié o Juan Moscoso. 

Otros, como el expresidente andaluz Manuel Chaves o la diputada por Córdoba Rosa Aguilar mostraron su respaldo al secretario general en la prelación del congreso y quitaron importancia a la controversia. Chaves dijo que es un "debate ficticio", además de "bastante innecesario" ya que "lo importante es que ambos acontecimientos salgan bien y respondan a lo que quiere la sociedad del PSOE". "Que el congreso con sus militantes elija una dirección acorde con lo que quiere y necesita la sociedad y que a los dos o tres meses, con la celebración de primarias, también acertemos con un candidato abierto y que responda a lo que quiere la sociedad", apuntaló. Sobre Díaz, el expresidente aseguró que la ve "muy vinculada y muy necesaria" en Andalucía, pero la decisión le corresponde a ella. José Enrique Serrano, jefe de Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero en su etapa en la Moncloa, dijo con sorna que la presidenta "parece que tiene algo de fuerza". 

La fórmula de primero congreso extraordinario (19 y 20 de julio) y después primarias (sin fecha), decidida por Alfredo Pérez Rubalcaba, con el respaldo de varias federaciones y, singularmente, de Andalucía, no gusta a los que hasta ahora sonaban como candidatos a las elecciones abiertas. Y se pudo ver este martes. La primera en poner el grito en el cielo fue Carme Chacón, la que más cargó contra una decisión "personal" del secretario general. Después le secundaron Eduardo Madina y Pedro Sánchez desde el Congreso, donde ambos tienen escaño de diputado. Los dos criticaron el proceso aunque mostraron su "respeto" a Rubalcaba y no adelantaron sus intenciones. 

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