Gobierno y Unidos Podemos han rubricado el esperado acuerdo para los Presupuestos Generales del Estado de 2019. Ambas partes han consolidado algunas de las propuestas que el Ejecutivo de Pedro Sánchez venía anunciando ya en las últimas semanas. El pasado fin de semana, el líder socialista subrayaba su intención de "apostar clarísimamente, y de manera muy potente, por la universalización de la educación de cero a tres años que también es fundamental para la conciliación entre hombres y mujeres". El pacto labrado así lo confirma: "Impulsar la universalización de la escuela entre cero y tres años", promete. Esto significa, según el documento que han presentado la mañana del jueves, que el Gobierno trabajará sobre un "plan de universalización que se diseñará a lo largo de 2019, conjuntamente con las comunidades autónomas que tienen competencia en esta materia, de forma que se incorpore al ciclo educativo la etapa de cero a tres años en una red de recursos integrada pública y gratuita".
El mismo viernes, la portavoz adjunta de Unidos Podemos, Ione Belarra, constató la voluntad de crear "una red que sea pública, que sea universal y que se vaya extendiendo en los próximos años".
Con el propósito de avanzar en la universalización y gratuidad de la etapa educativa en el conjunto del país, "se facilitará que las corporaciones locales puedan destinar parte de su superávit a realizar Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS) financiando y mejorando las escuelas infantiles actualmente gestionadas por estas administraciones, lo que supone un impacto de 300 millones de euros". A esta primera cifra se le sumarán otros 30 millones de euros, "para aquellos municipios que, no contando con superávit, planifiquen inversión en estas infraestructuras".
Actualmente, cada comunidad cuenta con su propia normativa para fijar los criterios relativos a la escolarización de los niños en la primera etapa educativa. En rasgos generales, y según el informe de Unicef La garantía del derecho a la educación en la etapa 0-3 años, a los tres años la tasa de escolarización supera el 95%, lo que sitúa a España en los mismos niveles que países como Suecia, Italia, Alemania, Noruega, Francia y Reino Unido. El porcentaje, no obstante, cae a poco más del 55% respecto a la matriculación de los niños de dos años, si bien la cifra supera la media de la OCDE, que se sitúa en el 39%. La tendencia a la baja continúa en cuanto a la tasa de escolarización en el tramo de cero a dos años: España se sitúa en el 34,9%.
Los datos del Ministerio de Educación confirman que son más elevadas las tasas asociadas al segundo ciclo: entre el 96,2% a los tres años y el 98,1% a los cinco años. Las del primer ciclo se encuentran entre un 10,1% con menos de un año y un 57,2% a los dos años. Por comunidades autónomas, en las edades entre cero y cinco años superan la tasa nacional País Vasco, Andalucía, Galicia, La Rioja y la Comunidad de Madrid. Se quedan por debajo territorios como Murcia, Ceuta, Melilla, Illes Balears o Canarias.
España se posiciona, además, como uno de los países de la Unión Europea en los que se registra un menor porcentaje de plazas escolares en el primer ciclo financiadas totalmente por la administración. Sólo se sitúa por delante de Reino Unido y Chipre.
Igualdad de oportunidades
El informe elaborado por Unicef se hace eco de los beneficios que supondría universalizar la educación de los más pequeños. "La educación infantil de calidad es una buena inversión ya que podría llegar a rebajar las actuales tasas de fracaso y abandono escolar", pero además sería también una herramienta para "incrementar los niveles globales de competencia y favorecer la equidad". Igualmente, dice el estudio, "parece tener un efecto positivo sobre el desarrollo afectivo y emocional y la integración social".
El pacto acordado por el Gobierno y Unidos Podemos apuesta por la universalización de la escuela entre los cero y tres años "como medida que no sólo contribuye a reducir la desigualdad y a mejorar la conciliación de la vida laboral y familiar, sino que es un potente factor para combatir el fracaso escolar, impulsando el desarrollo personal desde las primeras etapas de la vida". Según figura en el texto, "los niños y niñas que acuden a escuelas infantiles entre los cero y los tres años sientan las bases del aprendizaje que les permite posteriormente desarrollar sus habilidades y potencialidades como personas adultas", lo que "contribuye de forma positiva en la vida personal y profesional y aumenta la igualdad de oportunidades".
Elena Blasco, secretaria de Mujeres e Igualdad de CCOO, celebra la medida y aprecia los beneficios que conlleva. Existe una "necesidad de mejora y creación de infraestructuras públicas y accesibles de atención y cuidados", ya que resulta evidente "el déficit que existe en esta materia", sostiene en declaraciones a este diario.
Por otro lado, Blasco subraya "la atención y el cuidado de niñas y niños más vulnerables, con menores recursos económicos", aunque matiza que "para hablar de pobreza infantil, tendríamos que hacerlo en una esfera mucho más amplia de intervención". Ambas cuestiones –creación de infraestructuras y cuidado de los más vulnerables– supondrían un importante "avance en la corresponsabilidad compartida de los cuidados y la atención a menores dependientes, en donde las mujeres, los hombres, la administración y el conjunto de la sociedad debe colaborar".
Terminar con la brecha de género
Blasco defiende asimismo que "la iniciativa bien gestionada favorecería la conciliación de vida laboral, personal y familiar, especialmente de las mujeres, sobre quienes recae la labor de atención y cuidado en todas las unidades familiares en general". Según la OIT, en España las mujeres realizan casi el 68% del tiempo total dedicado al trabajo de cuidados no remunerado. Universalizar la educación infantil resultaría en una mejora respecto a "la integración y desarrollo profesional de las mujeres" e impulsaría además la "creación de empleo en un sector muy feminizado, aumentando la oferta de empleo, dignificando y valorando el peso social y económico que tienen las tareas de cuidados y reduciendo la feminización del paro".
En un comunicado, Unicef también indica que el hecho de que "los niños accedan al primer ciclo de educación infantil, favorece la conciliación familiar, y que los padres, mayoritariamente las madres, se incorporen al mercado laboral, posibilita el aumento de los ingresos familiares".
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Cristina Antoñanzas, vicesecretaria general de UGT, explica que lo más importante sería que la red anunciada fuera "pública, gratuita y que tenga en cuenta todos los territorios, especialmente las zonas rurales" porque no cuentan con "los mismos servicios públicos que las ciudades". La medida, continúa la sindicalista en conversación telefónica con este medio, sería "realmente importante para las mujeres". UGT recuerda que más de un 90% de las reducciones de jornada fueron solicitadas por mujeres el pasado año, pero además las excedencias por cuidados de los hijos las solicitan también mayoritariamente mujeres. Fortalecer una red pública, gratuita y universal, por tanto, sería útil para que las mujeres pudieran "acceder al mercado de trabajo o no interrumpir su vida laboral".
Antoñanzas incide además en la gratuidad de la escolarización. "En muchas ocasiones, las mujeres que trabajan a tiempo parcial o no tienen sueldos muy altos, no pueden acceder a guarderías o contratar a alguien, así que se quedan en casa", observa.
Ocurre que si las trabas laborales que las mujeres están obligadas a asumir se van diluyendo, los beneficios económicos vendrán solos. Aunque las cotizaciones en las reducciones de jornada o las excedencias se mantienen durante los dos primeros años, "en muchas ocasiones o las mujeres abandonan su carrera laboral o solicitan ampliar la reducción de jornada". Todo esto tiene repercusión sobre dos cuestiones clave: las pensiones y las prestaciones por desempleo, atravesadas por una brecha de género consecuencia de lo anterior. Allanar el recorrido laboral de las mujeres a través de la descarga respecto a los cuidados servirá, en consecuencia, para mejorar su calidad de vida al final de su carrera.
Gobierno y Unidos Podemos han rubricado el esperado acuerdo para los Presupuestos Generales del Estado de 2019. Ambas partes han consolidado algunas de las propuestas que el Ejecutivo de Pedro Sánchez venía anunciando ya en las últimas semanas. El pasado fin de semana, el líder socialista subrayaba su intención de "apostar clarísimamente, y de manera muy potente, por la universalización de la educación de cero a tres años que también es fundamental para la conciliación entre hombres y mujeres". El pacto labrado así lo confirma: "Impulsar la universalización de la escuela entre cero y tres años", promete. Esto significa, según el documento que han presentado la mañana del jueves, que el Gobierno trabajará sobre un "plan de universalización que se diseñará a lo largo de 2019, conjuntamente con las comunidades autónomas que tienen competencia en esta materia, de forma que se incorpore al ciclo educativo la etapa de cero a tres años en una red de recursos integrada pública y gratuita".