El presidente de la constructora Copisa, Josep Cornadó, se quejó este lunes ante la Audiencia Nacional de que los empresarios con los que su compañía hizo negocios –con la intermediación de Jordi Pujol Ferrusola, hijo del expresidente de la Generalitat–, aseguren ahora que no le conocen. "¡Collons, cuando se viene al juzgado ya nadie conoce a Jordi Pujol Ferrusola!", dijo según fuentes jurídicas presentes en su declaración.
Cornadó, que compareció ante el juez José de la Mata como imputado en la causa contra Pujol Ferrusola por el presunto pago de comisiones, señaló que este había participado en labores de "intermediación" en "treinta o cuarenta operaciones", aunque solo fructificaron una decena de ellas, por las que cobró una comisión de entre el 1 y el 3%.
En este sentido, aseguró no entender por qué algunas de las facturas pagadas a las empresas de Pujol Ferrusola, que ascendieron a 3,59 millones entre 2005 y 2009, según la UDEF, se abonaron como "labores de asesoría" ya que su misión siempre fue la de facilitar el "primer contacto" con los clientes cuando había "oportunidades de negocio". "Era la llave de los negocios que se cerraban", dijo el empresario.
Durante el interrogatorio, De la Mata fue recordando uno por uno los testimonios de una decena de empresarios que aseguraron en noviembre de 2014 en sede judicial que no tenían conocimiento de que Pujol Ferrusola hubiera participado en las operaciones con Copisa. "¿No le parece sorprendente que cada una de las mercantiles que han negociado con usted nieguen que conozcan a Jordi Pujol Ferrusola?", preguntó el juez.
"Acuerdo entre caballeros"
Cornadó explicó que él se encargaba de la "estrategia general del grupo" y que nunca conoció personalmente al mayor del clan Pujol Ferrusola, para descargar a continuación la responsabilidad en el entonces consejero delegado de su empresa, Xabier Tauler, amigo de la infancia del investigado, también imputado en la causa y la persona que, según él, "llevaba los negocios y se encargaba del detalle".
En todo caso, Cornadó señaló que Copisa nunca firmó contratos con el hijo del expresident porque las relaciones comerciales que mantenían se cerraban verbalmente y como "un acuerdo entre caballeros".
En este punto, dijo que las comisiones que este les cobraba por conseguir negocios, algunos de ellos en Centroamérica o África, era "incluso baja" en relación con el precio de mercado. Al escuchar esta afirmación, el juez intervino para decir que "lo alto y lo bajo es muy relativo". "No son precisamente 40 ó 50 euros", ironizó De la Mata.
Una nave con los coches de lujo
El máximo responsable de Copisa, a quien el juez pidió que facilite los nombres de aquellos que ordenaron los pagos a Pujol Ferrusola, también fue preguntado por la nave en la que guardaba varios coches de lujo. "Tauler le pidió permiso pero nunca hubo contrato. Lo hacía gratis haciéndose cargo de los gastos que generase", explicó.
También declaró como imputada Elvira Vidal, mujer de Cornadó, quien señaló que figuraba como propietaria de la mitad de las acciones de la empresa para que no estuvieran todas a nombre de su marido. Sin embargo, dijo que no "sabía nada" de los negocios de Copisa y que solo una vez firmó un poder porque le dijeron que debía hacerlo.
De la Mata investiga más de cuarenta operaciones entre Copisa y las empresas de Pujol Ferrusola, entre las que figuran la venta de unas parcelas en Palamós (Girona) por las que se embolsó 4,8 millones de euros, y una operación en Ronda (Málaga) en la que ganó medio millón por mediar en la venta de una de una sociedad que ya pertenecía al comprador, según fuentes de la acusación, que ejerce UPyD.
El hijo del expresident también participó en operaciones urbanísticas en L'Hospitalet de Llobregat y Terrasa (Barcelona), la venta de dos empresas y tres plantas fotovoltaicas en Ciudad Real, la compra de unas oficinas en Madrid y la ampliación de una refinería en Cartagena (Murcia).
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Preferentes en las Islas Caimán
También declaró la directora de los Servicios Jurídicos del BBVA, Izaskun María Otegi, que ratificó que la compra de preferentes que Jordi Pujol Ferrusola hizo a través de una sociedad radicada en las Islas Caimán se realizó dentro de la legalidad. El trabajador que llevó a cabo la operación, Carlos Penas Babot, también estaba citado este lunes pero no acudió a la comparecencia.
El Juzgado Central de Instrucción número 5 rastrea las actividades económicas de Jordi Pujol Ferrusola desde que el 17 de enero de 2013 su exnovia, María Victoria Álvarez, declarase ante el juez Pablo Ruz que acompañó al hijo mayor del expresident a Andorra para ingresar en un banco una mochila llena de billetes de 500 euros. Tanto el primogénito del clan Pujol como su exmujer, Mercè Gironés, se encuentran imputados indiciariamente por un delito de blanqueo de capitales y otro de fraude fiscal.
El presidente de la constructora Copisa, Josep Cornadó, se quejó este lunes ante la Audiencia Nacional de que los empresarios con los que su compañía hizo negocios –con la intermediación de Jordi Pujol Ferrusola, hijo del expresidente de la Generalitat–, aseguren ahora que no le conocen. "¡Collons, cuando se viene al juzgado ya nadie conoce a Jordi Pujol Ferrusola!", dijo según fuentes jurídicas presentes en su declaración.