El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pidió este martes ante el Pleno del Congreso que compañías españolas como Porcelanosa o Maxam dejen de hacer negocios en Rusia. También citó a Sercobe, que es la Asociación Nacional de Fabricantes de Bienes de Equipo, una patronal que incluye a una setentena de empresas, entre ellas Navantia, la empresa pública de construcción naval, y Técnicas Reunidas.
Porcelanosa ha contestado enseguida en Twitter que desde que comenzó la guerra en Ucrania, no ha “iniciado ningún proceso de venta nuevo” y que ha “bloqueado” todas sus transacciones comerciales con Rusia. Al periódico Las Provincias la empresa de Castellón ha explicado que se trata de un “problema de interpretación”. “En Rusia trabajamos con distribuidores y el problema es que el material que vendimos hace meses puede seguir circulando”, detallan fuentes de la firma cerámica. En un comunicado, Porcelanosa precisa, de hecho, que el mercado de Rusia durante el mes de marzo sólo representó el 0,009% de las ventas de la empresa, donde ha facturado en lo que va de ejercicio 197.000 euros.
En Twitter destaca las empresa las acciones que han llevado a cabo para ayudar al pueblo ucraniano: “Envíos de ayuda humanitaria” que incluyen material sanitario, ropa y alimentos. También que están proporcionando amparo a ciudadanos del país invadido por los rusos “que no pueden regresar a su país” y que se encuentran actualmente en España.
La azulejera castellonense facturó 850 millones de euros en 2019 y un poco menos en 2020, el año de la pandemia, 754 millones. El 73% de sus ventas las cierra en el exterior. Según la revista Alimarket, su red de tiendas se compone de 44 tiendas propias y 140 distribuidores. Emplea una plantilla de 4.600 trabajadores. Porcelanosa fabrica cerámica plana –en sus filiales Venis y Urbatek–, grifería –Noken Design–, adhesivos, soluciones constructivas –Butech–, equipamiento –System-Pool–, piedra, mosaico y cerámica –L'Antic Colonial– y mobiliario de baño –Gama Decor–. En 2018 y 2019 la empresa publicitó ampliamente el aumento de su presencia en Rusia. En abril de 2018 abrió dos nuevas tiendas de 300 metros cuadrados en las ciudades de Magnitogorsk y Kazán. En noviembre de ese año, otras dos más en Surgut (Siberia Occidental) y en Moscú. La primera, del distribuidor ruso de Porcelanosa Galla Decor, y la segunda, de Artisan Tile House, “uno de los principales distribuidores de baldosas cerámicas en Rusia, líder en el mercado de materiales constructivos”, según recogía Porcelanosa en la nota corporativa que difundió con motivo de la inauguración.
En octubre de 2019 inauguró una tienda más, en Barnaúl, también en Siberia. Ya en 2016 había abierto la firma castellonense su primera tienda en Siberia, en la ciudad de Novosibirsk.
Este martes en la web de Porcelanosa no se podían buscar sus tiendas en territorio ruso. Sí las que posee en Ucrania, donde aparecen 18 distribuidores, o en Bielorrusia, con sólo uno, pero no aparecía ninguno en Rusia, porque ese país ni siquiera aparece en el listado del buscador. La azulejera convocó este mismo martes una rueda de prensa para desmentir a Zelenski. Su presidente, Héctor Colonques, atribuyó a “una confusión o a alguna circunstancia”, que el mandatario ucraniano haya hablado de manera , “no real” de Porcelanosa. “Es todo lo contrario”, recalcó, a lo que ha estado haciendo la empresa.
Polémica empresa de armamento
Maxam es una gran empresa que fabrica munición, explosivos y se dedica también a la minería. Con una plantilla de 6.500 empleados, facturó 1.126 millones de euros en 2019, un poco menos en el año del covid, y posee una red de 140 filiales, a través de las cuales desarrolla operaciones comerciales en más de un centenar de países. Está en el foco de la polémica desde hace tiempo por sus exportaciones de armamento a Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos. Además, el Consejo de Ministros autorizó el pasado 19 de enero de 2021 que un holding luxemburgués, Prill Holdings SARL, se hiciera con el control de Maxamcorp Holding, la cabecera del grupo, al comprar hasta el 71,17% de su capital. Como informó entonces infoLibre, detrás de Prill Holdings aparecen dos sociedades inscritas en las islas Caimán, Rhone Partners VLP y Rhone Offshore Partners VLP, a su vez controladas por el fondo de inversiones Rhone Capital LLC, con sede en otro paraíso fiscal, el estado de Delaware. La de Maxam es la única compra que ha llevado a cabo Prill Holdings desde que se creó en septiembre de 2017.
Al tratarse de una firma dedicada a la defensa y seguridad nacionales, cualquier participación extranjera debe ser aprobada por el Gobierno. La luxemburguesa ya había aterrizado en febrero de 2019 en Maxam, comprando un 41%. Dos años más tarde se hizo con un 26,17%.
Con su nombre actual, Maxam no nace hasta 2006, resultado de la refundación de Unión Española de Explosivos, una histórica empresa creada en 1896 en Bilbao. Su presente es cuanto menos llamativo por sus vínculos políticos. Desde mayo de 2020 su presidente es José Manuel Vargas, que fue responsable de AENA en la etapa de Mariano Rajoy y dirigió la privatización del 49% de la empresa de aeropuertos. Jorge Dezcallar, director del Cesid –el actual CNI– durante el segundo mandato de José María Aznar es uno de los accionistas de Maxam. En el consejo de administración de su filial Expal Systems, se sienta además Rafael Bardají, muy próximo a Aznar –fue asesor de Defensa y alto cargo en la Fundación FAES– y luego convertido en dirigente de Vox y enlace de la formación ultra con Donald Trump.
El predecesor de Vargas en la presidencia fue José Fernando Sánchez-Junco Mans, hermano del abogado del rey emérito. De su consejo formó también parte hasta el verano de 2019 Jaime Carvajal Urquijo, compañero de habitación de Juan Carlos de Borbón en su etapa estudiantil. Y de nuevo en el consejo de Expal Systems figuró José Manuel Romero Moreno, conde de Fontao: asesor externo del padre de Felipe VI y quien transmitió a Iñaki Urdangarin las directrices de la Zarzuela sobre el Instituto Nóos cuando se hicieron públicos los negocios turbios del aún esposo de la infanta Cristina.
Según Informa D&B, Maxam cuenta con más de tres empresas participadas en Rusia, y, de acuerdo con la información publicada en su página web, empleaba a más de 250 empleados en ese país en 2015. Allí la empresa proporciona servicios así como explosivos civiles y sistemas de iniciación a empresas mineras –Polyus Gold, Rusal, Sverstal o Eurochem– y tiene canteras en todo el país, informa Europa Press. También vende hierro en el sur y centro de los Urales, tiene depósitos de plomo y roca caliza en Siberia, y de oro y diamantes en Alrosa y Sovrudnik.
Además, Maxam está inmersa en un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en su planta de cartuchería de escopeta y otros componentes en Galdácano (Vizcaya), que afecta a 65 personas, tras la venta de esta división a la compañía francesa Nobel Sport.
Bombas de racimo y proyectiles de artillería
Hace ya una década que distintas investigaciones atribuyeron a la filial Expal la producción de bombas racimo. Un estudio publicado por la Universidad de Deusto en 2009 describía su participación en el mercado de esos artefactos, que acabaron prohibidos en 2010: fabricada por Expal, la bomba de racimo BME-330, “esparce 180 submuniciones”. “Está pensada”, añade el texto, “para destruir pistas de bases aéreas, aunque medios técnicos aseguran que pueden ser usadas contra concentraciones humanas”.
Los suministros de Expal a Emiratos Árabes y Arabia Saudí, congelados tras el cambio de Gobierno de 2018, habían encendido un año antes el debate sobre el uso de armamento español en la guerra de Yemen. Todo comenzó en marzo de 2017, cuando la negativa de un bombero a dirigir un retén de seguridad durante el embarque en el puerto de Bilbao de un cargamento con “bombas y proyectiles de mortero” con destino a Arabia Saudí destapó un episodio que obligó al Gobierno de Mariano Rajoy a dar explicaciones.
Ocho meses más tarde, y tras una pregunta del entonces senador de Bildu Jon Iñarritu, el Ministerio de Defensa que entonces dirigía María Dolores de Cospedal reconoció que el cargamento de Bilbao constaba de 17.000 proyectiles completos de artillería de 155 milímetros. Se exportaba en virtud de una licencia concedida el 31 de enero por parte de una empresa cuyo nombre --aseguró Defensa-- no podía desvelar. El Ejecutivo del PP optó por seguir autorizando las exportaciones al país árabe bajo el argumento de que las armas no se utilizaban en Yemen.
La página web de Maxam dejó de estar operativa a media tarde de ayer.
Al comenzar la guerra, este periódico preguntó el Ministerio de Industria y Comercio por la filial de Maxam en Rusia. El departamento respondió que ésta "se considera a todos los efectos como empresa rusa operando en mercado ruso y, por tanto, en este momento, puede seguir realizando su actividad".
Técnicas Reunidas contrató con Gazprom y Lukoil
En su discurso, Zelenski también mencionó a Sercobe, la patronal de los fabricantes de bienes de equipo. En ella están integradas casi una setentena de empresas, así como cuatro asociaciones subsectoriales. Las firmas son muy dispares y van desde los astilleros públicos Navantia hasta Técnicas Reunidas, pasando por Elecnor, Astilleros Murueta, Honeywell, Pasch y Cía o Iturri, sólo por citar las más conocidas.
Algunas de ellas tienen negocios en Rusia. Por ejemplo, Técnicas Reunidas, consiguió en junio de 2021 un contrato de Gazprom, la petrolera estatal rusa, para desarrollar la unidad de tratamiento de residuos de una refinería en Moscú. El encargo está valorado en 240 millones de dólares. En 2013 ya había ganado dos contratos con otra gran petrolera rusa, Lukoil: una de las unidades de hidrocraqueo –un proceso de refinería– más grandes del mundo, situada en Nizhy Novgorod, y la mejora de una refinería en Volgogrado. La empresa, que espera facturar este año 4.000 millones de euros, aseguró nada más estallar la guerra que las ventas esperadas por los proyectos en Rusia este año suponen sólo un 2% de su volumen de negocio.
Ver másZelenski, ante el Congreso: "Parece que estamos en 1937, cuando el mundo conoció Gernika"
Sercobe también ha contestado a Zelenski este mismo martes desmintiendo “rotundamente” que esté haciendo cualquier tipo de negocio con empresas u organismos rusos desde que la comunidad internacional ha impuesto sanciones internaciones.
Según explica, mientras Rusia ha sido un mercado “abierto y permitido”, Sercobe ha participado en licitaciones de contratos internacionales en aquel país, al igual que en otros mercados de la región, todas ellas financiadas por organismos multilaterales y en concordancia con la legalidad internacional.
Pero, desde la anexión rusa de Crimea en 2014, la asociación dice haber reducido su actividad en el país eslavo y se ha centrado “en los sectores no sancionados por la comunidad internacional”.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pidió este martes ante el Pleno del Congreso que compañías españolas como Porcelanosa o Maxam dejen de hacer negocios en Rusia. También citó a Sercobe, que es la Asociación Nacional de Fabricantes de Bienes de Equipo, una patronal que incluye a una setentena de empresas, entre ellas Navantia, la empresa pública de construcción naval, y Técnicas Reunidas.