Sanidad
Una enfermera y 28 pacientes: la "bestial" carga que hace que muchas profesionales abandonen la sanidad privada madrileña
Tienen mayor carga de trabajo, pero cobran menos. Eso deriva en estrés laboral, en bajas y, por ende, en más carga de trabajo y más ansiedad. Es la realidad que sufren las enfermeras y enfermeros de la sanidad privada madrileña, tal y como ha corroborado un informe elaborado por CCOO presentado este miércoles. Las cifras no dejan lugar a dudas: el 22% de las profesionales de enfermería del sector privado asegura tener a su cargo a más de 24 pacientes en su jornada laboral. Por la noche, según las propias profesionales, una enfermera llega a atender a 28 pacientes solo con el apoyo de una axuliar. En el público, sólo el 6% asegura sufrir esta situación. Pero cobran entre un 20 y un 25% más. Por eso muchas deciden marcharse a buscar mejores condiciones en la sanidad pública.
Según el sindicato, entre un 15 y un 20% de las plantillas de los hospitales y clínicas privadas han huído. "La enfermería en la sanidad privada es nefasta, por eso muchos han migrado buscando mejores condiciones", denunció Samuel Mosquera, adjunto a la Secretaría de Sectores privados de CCOO Madrid, durante la presentación del estudio. Tal y como especificó, una enfermera del sector privado en Madrid cobra unos 1.401,10 euros, un salario "sumamente bajo" para las exigencias que tiene su categoría profesional, denunció. En la pública, según la plataforma Enfermería de Madrid Unida,una enfermera de un hospital público madrileño percibe una nómina de 1.961 euros.
El informe de CCOO, coordinado por Pilar Batalla, fue elaborado a través de encuestas a 1.108 profesionales de la enfermería privada madrileña realizadas entre noviembre de 2019 y enero de 2020. Por eso no refleja la realidad que estas enfermeras y enfermeros han sufrido durante la pandemia, que no ha hecho sino agravar la situación. "Los resultados responden a una realidad de la época prepandemia, lo que significa que durante la crisis sanitaria del covid-19 esta situación se ha agudizado", lamentó Mosquera. La falta de recursos humanos que ya había antes, dijo, terminó de conseguir que las cargas de trabajo antes "bestiales" se convirtieran después en "insoportables".
Lo confirmaron tres enfermeras de un hospital privado de la Comunidad de Madrid. Según aseguraron durante la rueda de prensa, una enfermera del turno de noche llegaba a atender a 28 pacientes. Durante el día este número bajaba hasta los 14. Siempre y cuando no hubiera bajas, eso sí. Si sucedía, las obligaciones aumentaban. En las unidades de cuidados intensivos (UCI) era aún peor. Tal y como explicaron, en una pública una enfermera tiene a su cargo, como mucho, a dos pacientes. Ellas llegaron a tener a cinco. Por eso afrontan la llegada del invierno y de las gripes "muy justos". "A nivel profesional tenemos una preocupación muy importante porque estamos escasos de personal. Sufrimos una gran desmotivación", lamentaron las enfermeras.
Más después de que muchas de las profesionales de apoyo contratadas durante a pandemia fueran despedidas. Tal y como afirmó Mosquera, CCOO tiene constancia de que algunas enfermeras de sectores con menor carga de trabajo durante los peores meses de la crisis sanitaria acudieron a reforzar las plantillas de los hospitales y clínicas privadas madrileñas. También llegaron desde otras comunidades. Lo hicieron con un contrato indefinido, pero cuando la presión asistencial bajó, fueron rescindidos.
Sufren estrés y lesiones y no se sienten valorados
La carga de trabajo que se ha agravado en estos meses pero que ya sufrían antes tiene consecuencias. Y eso redunda en la asistencia que dan. Según el informe elaborado por CCOO, un 96% del personal de enfermería del sector privado madrileño aseguró sufrir estrés laboral, un 57% haber tenido lesiones musculo-esqueléticas y un 36% no poder desconectar del trabajo. Los problemas organizativos que sufren son uno de los motivos por los que no pueden hacerlo: el 54% dice sufrir problemas de planificación, el 44% dificultades para disfrutar de los permisos retribuidos y el 47% para conciliar su vida laboral y familiar. El resultado de esto es, de nuevo, más estrés.
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Pero otro de los problemas es que ni siquiera se sienten valoradas como profesionales. De hecho, según dijo en la rueda de prensa María José Frontino, responsable de los Sectores sanitarios y sociosanitarios privados de CCOO Madrid, no sentían que los aplausos diarios de las 20.00 horas que se sucedieron día tras día durante el estado de alarma fueran destinados a ellas. El 70% cree que la Dirección de Enfermería les valora de manera insuficiente y el 46% que la figura del supervisor hace lo mismo. Según el 47%, los pacientes y sus familiares también. Y es que además el 70% de las encuestadas aseguró haber sufrido violencia por su parte.
Por otro lado, el 80% afirmó que realiza labores que no le corresponden y que el entorno en el que trabaja no es el adecuado. En este sentido, el 39% considera que las instalaciones no reúnen las condiciones adecuadas de su unidad para desarrollar la actividad diaria y el 47% asegura que no tiene el material necesario para realizar su trabajo.
De los datos no se desgrana nada positivo. Por eso desde el sindicato apuestan por realizar campañas informativas y de presión que consigan que la situación cambie. "La realidad laboral de los sanitarios del sector privado tiene que mejorar porque va en beneficio de toda la sociedad", dijo Mosquera. Y eso pasa por que las patronales y los grupos empresariales dueños de los hospitales y las clínicas privadas tomen conciencia. Muchos ya lo han hecho, asegura el sindicato, y han comenzado a aumentar los salarios de sus empleados y empleadas. Pero otros no. "Para que el sector sea puntero" y un buen "complemento" de la sanidad pública, "hay que tener en cuenta las condiciones laborales de los trabajadores", aseguró. Si no, el trasvase de sanitarios al sector público continuará, las cargas asistenciales aumentarán y el círculo vicioso será todavía más grande.