Los partidos se posicionan de cara a la probable repetición de las elecciones en Cataluña. La negativa de la CUP a investir como president de la Generalitat a Artur Mas aboca a un escenario en el que, presumiblemente, CDC y ERC romperán la coalición Junts pel Sí y se presentarán por separado a los comicios, lo que puede catapultar a los republicanos y poner en serios apuros al partido de Mas. Mientras tanto, la CUP tendrá que encontrar un nuevo candidato tras la renuncia de su líder, Antonio Baños, y Podemos, ICV y EUiA apuestan por reeditar la alianza que, bajo la marca En Comú Podem, consiguió ganar las elecciones generales del pasado 20 de diciembre con el decidido apoyo de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien en sus planes no prevé abandonar el bastón de mando de la capital catalana para ser candidata a la Generalitat.
Tres meses después de la celebración de las elecciones del 27 de septiembre, la formación del Gobierno está bloqueada. El 9 de enero es la fecha límite para escoger un presidente, y la CUP ya ha dejado claro que sólo prestará sus votos a Junts pel Sí –necesarios para conformar una mayoría suficiente– si la coalición presenta como candidatos a Oriol Junqueras o Raül Romeva, algo que la alianza ha afirmado que no hará. De no alcanzarse un acuerdo in extremis, las elecciones quedarían convocadas automáticamente y se celebrarían probablemente el 6 de marzo, pero el escenario en el que se desarrollarían unos nuevos comicios tiene poco que ver con el de hace apenas unos meses.
Son varias las diferencias fundamentales, y afectan básicamente al campo de las formaciones independentistas o, al menos, favorables a la consulta de autodeterminación. Mientras PP, PSC y Ciudadanos concurrirían a estas elecciones con los mismos candidatos –Xavier García Albiol, Miquel Iceta e Inés Arrimadas, respectivamente–, la CUP tendrá que resolver la fractura interna que ha supuesto su decisión sobre Mas y lo más probable es que CDC, ERC, ICV, Podemos y EUiA ni siquiera se presenten con las mismas marcas con las que lo hicieron el pasado septiembre.
ERC
El carácter plebiscitario que Artur Mas y los partidarios de la independencia trataron de imprimir a los comicios del pasado 27 de septiembre fue el motivo fundamental para que ERC aceptase formar un bloque común con CDC, si bien los republicanos también se vieron presionados a unirse a este frente por la posibilidad de que los comicios se retrasasen si no lo hacía. Hasta este lunes, el partido se había mostrado partidario de mantener como candidato de Junts pel Sí a Mas y no se había planteado ni siquiera la posibilidad de que el líer de ERC, Oriol Junqueras, lo sustituyese tal y como pide la CUP.
Pero este mismo lunes, la ejecutiva de ERC se reunió para analizar el veto de la CUP a Mas, y fue el propio Junqueras el que no descartó aceptar su candidatura a la Presidencia de la Generalitat: "Estaré encantado de hacer lo que sea al servicio de este país", aseguró el líder republicano, quien no obstante insistió en pedir a la CUP y a CDC que vuelvan a la mesa de negociación, pese a que ambas formaciones han dejado claro que no piensan ceder en sus posiciones sobre Mas. "La libertad de la gente, una sociedad más justa, un país más próspero, ¿qué sacrificio no vale la pena para conseguir todo eso?", lanzó Junqueras.
En cualquier caso, si finalmente hubiese nuevas elecciones, las fuentes consultadas por este diario apuntan que la intención de ERC es presentarse en solitario y no reeditar la coalición con CDC, ya que sus expectativas electorales están en alza y las de los conservadores de Mas, a la baja. Así pudo comprobarse en las elecciones generales del pasado 20 de diciembre, cuando los republicanos obtuvieron un 16% de los votos y 9 escaños, por apenas un 15% y ocho actas de CDC, pero también en los comicios europeos de mayo de 2014, que ganó en Cataluña ERC con el 23,67% de los votos por el 21,86% de CDC, que entonces se presentó en coalición con Unió.
De hecho, y antes incluso de que se convoquen oficialmente las nuevas elecciones, ERC ha comenzado a posicionarse. Además de las declaraciones de Junqueras este lunes planteando la necesidad de hacer "sacrificios", otros dirigentes han pedido explícitamente a Mas que se eche a un lado para salvaguardar el proceso de independencia. Es el caso de Joan Tardà, recién reelegido diputado en el Congreso, que ha pedido al todavía presidente de la Generalitat que haga gala de su "patriotismo" y ceda la Presidencia "a un miembro de su partido".
El argumento principal que utilizará ERC durante los próximos días y en el caso de que finalmente se convoquen elecciones seguirá esta línea: si no ha habido un Gobierno independentista habrá sido por la intransigencia tanto de la CUP como de CDC, que no han querido ceder en sus líneas rojas. ERC, en cambio, se comprometería a apoyar al candidato independentista más votado y trataría de que CDC se sumase a esta promesa; así lo apuntó este mismo lunes Lluís Pérez, presidente de la Fundación Josep Irla, vinculada a Esquerra.
En cualquier caso, explican las fuentes consultadas, ERC ofrecería a algunos de los independientes que concurrieron en las listas de Junts pel Sí que se unieran a su candidatura: es el caso, por ejemplo, del que fue cabeza de lista por Barcelona, Raül Romeva, o de la actual presidenta del Parlament, Carme Forcadell, que ya fue concejal en el Ayuntamiento de Sabadell dentro de las listas de la formación republicana. ERC también ofrecería un hueco en su candidatura a Lluís Llach, que ya en 2012 mostró su apoyo al partido.
CDC
Si la primera opción de ERC pasa por presentarse en solitario a las elecciones, CDC aspira a lo contrario: su principal deseo de cara a unos nuevos comicios sería reeditar la coalición Junts pel Sí para no tener que verse en la tesitura de afrontar en solitario unas elecciones autonómicas en las que contarían con un candidato debilitado tras meses de negociación sobre su figura y cuya campaña, además, coincidiría con la declaración como imputados del expresidente Jordi Pujol y su esposa, Marta Ferrusola, que han sido citados el próximo 10 de febrero en la Audiencia Nacional.
El partido ya ha hecho público su deseo de volver a presentarse junto a ERC. Su coordinador general, Josep Rull, afirmó este lunes que la intención de CDC es que Mas repita como candidato a la Presidencia de la Generalitat, pero también quieren volver a conformar la "herramienta ganadora" que, a su juicio, fue Junts pel Sí, para afrontar la "segunda vuelta" de las supuestas elecciones plebiscitarias. En este sentido, fuentes del partido admiten que no existe en CDC otro dirigente que pudiera sustituir a Mas como candidato.
La táctica de los conservadores, por tanto, consistirá en presentar al todavía presidente de la Generalitat como la víctima de la "falta de madurez" de la CUP, tal y como denunció Rull, que acusó a la formación anticapitalista de haber caído "en la paradoja de ser una aliada del Estado español" al primar "el socialismo y la revolución, la ideología, a la independencia". No obstante, CDC aún no ha tratado el tema con ERC, y su ejecutiva se reunirá este martes para abodar la posible convocatoria electoral.
Y es que los conservadores de Mas admiten en privado que ahora no cuentan con una de las herramientas con la que más presionaron a ERC para conseguir una lista unitaria en las elecciones del pasado 27 de septiembre: la posibilidad de retrasarlas. Ahora mismo, los plazos no dependen de Mas, ya que la ley establece el día 9 como fecha límite para conseguir un Gobierno y, si las fuerzas políticas no se han puesto de acuerdo para entonces, la convocatoria será automática.
Catalunya Sí que es Pot
La coalición que incluyó en las pasadas elecciones del 27 de septiembre a Podemos, ICV, EUiA y Equo cosechó unos resultados que todos los actores calificaron de decepcionantes. No obstante, el pasado 20 de diciembre, la alianza En Comú Podem, apoyada por estas fuerzas, consiguió ganar las elecciones generales en Cataluña. La diferencia clave, según estiman fuentes de Catalunya Sí que es Pot, fue que la segunda lista contó con el apoyo decidido de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y su formación Barcelona en Comú mientras la que se presentó a los comicios autonómicos no fue impulsada por la regidora.
En este sentido, las fuentes consultadas explican que el objetivo de las fuerzas que conformaron Catalunya Sí que es Pot en septiembre es claro: conseguir reeditar la coalición En Comú Podem a nivel autonómico, lo que significaría obtener el apoyo de Colau y su partido. "Ahora mismo, el capital político de Ada Colau es incuestionable", sostiene un dirigente, que señala que otra meta para la nueva alianza sería convencer a Procés Constituent, la plataforma liderada por la monja Teresa Forcades, para que se involucrase en la coalición.
Y es que los promotores de Catalunya Sí que es Pot identifican varios errores clave que cometieron en la campaña electoral de las elecciones del 27 de septiembre y que deberían corregir para unas nuevas elecciones. El primero de ellos fue no conseguir atraer el respaldo de Colau, y el segundo haber quedado en tierra de nadie al enarbolar un discurso centrado en lo social en unos comicios muy polarizados en torno a la independencia, dos elementos a los que se une el poco protagonismo que tuvieron los candidatos de la lista en detrimento de dirigentes venidos desde Madrid.
El candidato Lluís Rabell, según señalan las fuentes consultadas, tampoco fue el idóneo. En este sentido, la idea que ahora mismo se plantea para unas nuevas elecciones es que Rabell forme parte de las listas, pero sin ocupar la candidatura a la Presidencia de la Generalitat. Es mucho más complicado que Colau pudiera ser la aspirante, entre otras cosas por una cuestión de tiempos, admiten fuentes de Cataluña sí que Es Pot: en pocos días desde que se anunciara el adelanto electoral las candidaturas deberían estar listas, y a eso se suma que la alcaldesa alcanzó el bastón de mando de Barcelona hace apenas medio año, de forma que no daría una imagen de seriedad que abandonase ya el cargo.
No obstante, estas fuentes quitan importancia a la cuestión del candidato y aseguran que lo más importante, hoy por hoy, es que cuente con el apoyo decidido de Colau. "En las generales, Ada no ha tenido que encabezar la candidatura y Xavier Domènech [el candidato de En Comú Podem] ha conseguido un gran resultado", explican, lo que a su juicio demostraría que el modelo a seguir es el de los "liderazgos corales". El propio Domènech aseguró esta mañana que "la proyección de Ada va más allá de Barcelona" e incluso "más allá de Cataluña".
CUP
Ver másBaños renuncia a su acta de diputado por la CUP
El partido anticapitalista vio este lunes como la división en torno a la necesidad de investir a Mas para salvaguardar el proceso de independencia se personificaba en la dimisión de su líder en el Parlament, Antonio Baños, que renunció a su acta como diputado a raíz de la decisión de vetar al president. Baños afirmó sentirse "incapaz de defender" el rechazo de la CUP a Mas, ya que el "único objetivo" de su implicación en política era "que esta legislatura fuese la de la ruptura irreversible con el Estado español y que, además, la construcción de la República [Catalana] se hiciese desde un proceso constituyente popular y social".
Sin embargo, y pese a las diferencias que dividen prácticamente en dos mitades a la CUP, las fuentes consultadas coinciden en que es poco probable que el partido se rompa antes de unas próximas elecciones en Cataluña. Eso sí, la formación tendría que buscar un nuevo candidato para sustituir a Baños, que se presentó como independiente dentro de las listas al igual que su predecesor, David Fernàndez. La táctica del partido ante unos nuevos comicios está clara: tratar de hacer gala de su coherencia ideológica al no investir a Mas.
Lo que parece imposible es que la CUP llegue a un acuerdo preelectoral con En Comú Podem –si este es finalmente el nombre que toma la coalición–, por la diferencia de sus discursos sobre la independencia: los anticapitalistas defienden la desconexión unilateral si las fuerzas independentistas cuentan con más del 50% de los votos, mientras que la alianza que incluye a Podemos aboga por organizar un referéndum pactado con el Estado. No obstante, fuentes de Catalunya Sí que es Pot se muestran abiertas a colaborar en temas sociales con la CUP una vez conformado el nuevo Parlament.
Los partidos se posicionan de cara a la probable repetición de las elecciones en Cataluña. La negativa de la CUP a investir como president de la Generalitat a Artur Mas aboca a un escenario en el que, presumiblemente, CDC y ERC romperán la coalición Junts pel Sí y se presentarán por separado a los comicios, lo que puede catapultar a los republicanos y poner en serios apuros al partido de Mas. Mientras tanto, la CUP tendrá que encontrar un nuevo candidato tras la renuncia de su líder, Antonio Baños, y Podemos, ICV y EUiA apuestan por reeditar la alianza que, bajo la marca En Comú Podem, consiguió ganar las elecciones generales del pasado 20 de diciembre con el decidido apoyo de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien en sus planes no prevé abandonar el bastón de mando de la capital catalana para ser candidata a la Generalitat.