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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

Podemos y ERC, Díaz y Colau: el intercambio de parejas que convulsiona la política catalana

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"Ione Belarra es más consciente de lo que pasa en Cataluña que Jaume Asens". La frase es del portavoz de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián. ¿Su interlocutor? Pablo Iglesias, exlíder de Podemos. Ambos compartieron escenario el pasado viernes con motivo de la grabación del último programa de La Fábrica, el formato de entrevistas dirigido por Rufián en el que entrevista a personajes relacionados con la política o la cultura. Tanto Iglesias como el catalán exhibieron su sintonía —personal y política— y dejaron claro que la alianza entre Esquerra Republicana y Podemos va mucho más allá de los pasillos del Congreso. Una alianza que no acaban de entender en Podem, la pata catalana de los morados, que se siente víctima de una "guerra interna" con ellos como principal damnificados. Fuentes del partido creen que el hecho de tener unas elecciones a la vuelta de la esquina debería hacer reflexionar a los morados y critican que la dirección de Belarra se apoye en ERC cuando es su principal competidor en Cataluña.

Una tesis que desmintió el propio Rufián durante el programa. "Nosotros competimos con el PSC, no con los comunes”, afirmó. "Tu tesis es que Podemos bien y los comunes mal,¿no?", le preguntó irónicamente Iglesias. "Sí, el resumen es ese", respondía Rufián entre risas. Este diálogo evidencia la estrategia los últimos meses, en los que se ha reforzado el eje de acción entre ERC, Podemos y EH Bildu, dejando fuera a otros actores de Unidas Podemos como los propios comunes o Izquierda Unida, más cercanos a Yolanda Díaz.

"Los comunes son un actor que compite con un cuchillo entre dos dientes con ERC en Cataluña, eso hace que la relación de En Comú Podem y ERC cuando se habla de cuestiones catalanas es una pelea a cara de perro", concedió Iglesias. "Cada vez que alguien se escinde de los comunes, ERC le abre las puertas: a [Joan Josep] Nuet, a Ramón Luque —actual asesor de Yolanda Díaz— que estuvo a punto de ser senador de ERC y otros tantos. Junqueras me dice que si fuera español, sería de Podemos. Pero no somos exactamente lo mismo”, zanjó el exlíder de Podemos.

Más allá de consignas, el del viernes no fue el único acto que compartieron ERC y Podemos. La ministra de Igualdad, Irene Montero, coincidió con la consellera de Igualdad de Esquerra Republicana, Tània Verge, este sábado durante la presentación de un libro de la abogada Carla Vall en Barcelona. En paralelo, la líder de Sumar estuvo presente junto a Ada Colau en el acto Ganemos Barcelona en el Palau de Congressos de Barcelona, al que asistieron unas 1.600 personas. Díaz defendió el proyecto de la alcaldesa y de los comunes, a los que definió como "modelo de esperanza". “El modelo de Ada Colau se emparenta con el modelo del gobierno de coalición progresista de nuestro país”, señaló.

Y sucedió también el jueves, cuando el candidato de Podemos a la alcaldía de Madrid, Roberto Sotomayor, participó en un foro sobre ciudades inteligentes junto al concejal de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Coronas. El acto, organizado por los morados, no contó con la presencia de ningún miembro de Barcelona en Comú, pese a que es de las pocas alcaldías grandes en las que participan. Según detallan fuentes de la organización, invitaron a diversos partidos, incluido el de Colau, o al concejal de Urbanismo del PP de Zaragoza.

La entente Díaz-Colau

Las imágenes de la dirección de Podemos junto a ERC incomodan tanto a los comunes como al entorno de Díaz. De la continuidad de Colau depende el proyecto de la vicepresidenta. La dirigente gallega se ha apoyado en ellos para construir su candidatura y una derrota de Colau supondría un duro golpe. Algunas fuentes apuntan a que, en ese caso, la actual alcaldesa concurrirá como ticket electoral con Díaz en las generales, al igual que ya hizo en su día Inés Arrimadas con Albert Rivera, mientras otras voces creen que su carrera empieza y acaba en el ámbito municipal.

"El espacio de Yolanda, si se hace bien, es una opción competitiva en toda España pero especialmente en Cataluña, donde el electorado está más escorado a la izquierda", valoran desde Barcelona. "Rufián, que es listo, apoya el 'boicot' de Podemos, porque Yolanda les puede hacer mucho daño", aseguran. Un argumento que desmienten desde Esquerra. “Lo único que podemos decir es que la falta de interlocución con Yolanda Díaz no viene por miedo a nada, viene por la salvaje negociación en la reforma laboral. Se puede creer o no creer, pero es así”, sostienen en la dirección del partido.

El conflicto entre Díaz y ERC no es nuevo, sino que bebe de las negociaciones de la reforma laboral. Los republicanos votaron en contra de la norma, que estuvo a punto de decaer pero se salvó en el último momento gracias a la equivocación de un diputado del Partido Popular, Alberto Casero. Rufián dirigió un duro reproche hacia la forma de negociar de Díaz y desde entonces la relación entre ambos es nula. "La animadversión contra Yolanda tiene un componente electoral porque cala muy bien en el electorado", valoran en Unidas Podemos.

ERC y EH Bildu, ¿en la dirección de Estado?

La dirección de Podemos, por un lado, y Yolanda Díaz, por el otro, han explicitado sus desacuerdos en materias como el envío de armas a Ucrania, la reforma de la ley del solo sí es sí, la elección de los vocales al Consejo General del Poder Judicial, la negociación sobre la ley de vivienda o la intervención de los precios de los alimentos. Pero si hay un asunto que ha dejado clara la diferencia de posturas es el fracaso de la reforma de la ley mordaza.

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Podemos echó las culpas de ese fiasco a su socio de gobierno, el PSOE, al entender que no había luchado lo suficiente por conseguir elde ERC y Bildu. La negativa de las formaciones independentistas provocó que el texto decayera en la propia comisión y, por tanto, no llegara a ser debatido en pleno. Sin embargo, esta visión contrasta con la del ponente de Unidas Podemos, Enrique Santiago, el encargado de negociar esta reforma durante los últimos años. Santiago llegó a responder a un tuit de Iglesias, después de que este le diera la razón a ERC y Bildu.

La posición de Iglesias y de la cúpula de Podemos no es casual, sino que está relacionada con cómo entienden la alianza con ERC y EH Bildu. Los de Belarra defienden que debe ser estratégica, no táctica, es decir, que estas formaciones también deben formar parte de decisiones de Estado como, por ejemplo, la renovación del CGPJ o la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado. En Podemos consideran que esta alianza se resquebrajó durante la negociación de la reforma laboral, aprobada gracias a una equivocación de un parlamentario del PP, y que supuso una importante crisis entre la cúpula de ERC, liderada por Gabriel Rufián en Madrid, y la propia Yolanda Díaz.

Además, la dirección de Podemos también mantiene discrepancias con Díaz sobre su posición como partido subalterno al PSOE. Los morados creen que es necesario diferenciarse de los socialistas con discursos más escorados a la izquierda porque, de lo contrario, ambas formaciones serían indistinguibles a ojos de los potenciales votantes progresistas. Por ese motivo señalan que es imprescindible dar la “batalla cultural”, teniendo en cuenta de que la vicepresidenta evita posicionarse en según qué materias.

"Ione Belarra es más consciente de lo que pasa en Cataluña que Jaume Asens". La frase es del portavoz de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián. ¿Su interlocutor? Pablo Iglesias, exlíder de Podemos. Ambos compartieron escenario el pasado viernes con motivo de la grabación del último programa de La Fábrica, el formato de entrevistas dirigido por Rufián en el que entrevista a personajes relacionados con la política o la cultura. Tanto Iglesias como el catalán exhibieron su sintonía —personal y política— y dejaron claro que la alianza entre Esquerra Republicana y Podemos va mucho más allá de los pasillos del Congreso. Una alianza que no acaban de entender en Podem, la pata catalana de los morados, que se siente víctima de una "guerra interna" con ellos como principal damnificados. Fuentes del partido creen que el hecho de tener unas elecciones a la vuelta de la esquina debería hacer reflexionar a los morados y critican que la dirección de Belarra se apoye en ERC cuando es su principal competidor en Cataluña.

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