Solo faltan dos semanas para que se celebren las elecciones catalanas y Pedro Sánchez ha sido el absoluto protagonista. El pasado miércoles se dio cinco días para decidir si continuaba o no al frente del país tras la admisión a trámite de la denuncia presentada por Manos Limpias contra su mujer, Begoña Gómez, pese a estar basada en algunas noticias falsas. Sánchez reveló la incógnita este lunes en una declaración institucional sin preguntas, en la que afirmó que ha decidido "seguir con más fuerza": "Esta decisión no es punto y seguido, es un punto y aparte", subrayó.
Su decisión pilló prácticamente por sorpresa a propios y ajenos, que ya anticipaban una dimisión o, al menos, el compromiso de someterse a una cuestión de confianza en la Cámara Baja. A jucio del president de la Generalitat, Pere Aragonès, candidato de ERC, se ha tratado del "último acto de una comedia que ha durado cinco días" y de la que Sánchez ha salido "sin propuesta concreta". "La pregunta que sigue sin respuesta es qué hará Sánchez para combatir a la ultraderecha", se ha preguntado el candidato de ERC antes de insistir en que todo se ha tratado de una "cortina de humo", una "sobreactuación desproporcionada" y una "maniobra personalista".
El enfado en ERC es mayúsculo, hasta el punto de que ha pedido a la Junta Electoral Central (JEC) prohibir la entrevista al presidente de este lunes en RTVE, y ha denunciado su comparecencia "electoralista", así como la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre su carta a la ciudadanía. Con las encuestas a la baja —fuentes de la dirección del partido apuntaban a infoLibre la pasada semana que estarían en torno a los 25 escaños— su estrategia pasa en estos momentos por una ofensiva máxima contra Sánchez para salpicar también a Salvador Illa, el gran favorito para los comicios del 12 de mayo, al que buscan “erosionar” durante los próximos días abriendo varios flancos.
Sánchez eclipsa la campaña 'personalista' de Puigdemont
ERC no es la única formación que ha pasado al ataque. En la misma línea se expresó el secretario general de Junts, Jordi Turull: "Sánchez no ha hecho ninguna propuesta para revertir la situación que ha originado esta crisis, no ha anunciado ninguna iniciativa para hacerle frente, lo que demuestra aún más el carácter electoralista de su maniobra". El juntaire criticó que el líder de los socialistas solo haya puesto el acento en la persecución judicial y mediática que sufren algunos políticos cuando le ha afectado a él y a su familia. "No ha sentido la necesidad de una reflexión cuando centenares de miles de personas se han manifestado en Catalunya contra la condena de sus líderes políticas y sociales".
Antes de conocerse la decisión de Sánchez, el expresident y candidato de Junts, Carles Puigdemont, le pedía no "españolizar" la campaña y advertía de que la carta se podía tratar de un movimiento "táctico". Además, puso en cuestión la sorpresa de Sánchez ante los "métodos" de la justicia española y la "policía patriótica": "No nos lo tiene que explicar nadie. Como los conocemos, salimos llorados de casa”, aseveró. Así, el de Junts busca convencer a los suyos es de que Sánchez está siendo víctima de sus propias políticas: “Estamos al final de una larga represión, que viene de lejos y que tiene un padre y una madre, el PP y el PSOE”, afirmó en el mitin desde Argelès-sur-Mer, en el sur de Francia,
Pese a la promesa de que volverá a Cataluña para la sesión de investidura del nuevo presidente de la Generalitat —sea quien sea— el expresident de la Generalitat la vio peligrar durante estos días, ya que la dimisión de Sánchez podría haber implicado la celebración de nuevas elecciones o la elección de un nuevo candidato, que hubiera puesto en peligro la tramitación de la ley de amnistía. Así, el presidente del Gobierno ha logrado opacar la campaña de Puigdemont, que afirma que él no va ser "un flotador del PSOE" pese a sus pactos en Madrid.
El PSC quiere a Sánchez como un "activo electoral" en su campaña
Por su parte, Illa cree que con la reflexión del líder del PSOE se ha "iniciado" un movimiento de "resistencia" a la política que no tiene "ningún límite" ni "escrúpulo". Sin embargo, no ha concretado qué medidas se deberían tomar para "regenerar la democracia española", tal y como ha pedido Sánchez durante la comparecencia para anunciar que mantendrá el cargo. "Es la mejor decisión, en especial para Cataluña", aseguró este lunes, a la espera de que Sánchez se incorpore a la campaña lo antes posible.
En el PSC son conscientes de que estos días se incrementará el “todos contra Illa”. Se muestran tranquilos y señalan que ambas formaciones independentistas han subido el tono porque tienen “muchos nervios” por la caída de las encuestas, que podrían dejarles sin mayoría absoluta, y la fortaleza del socialismo. Además, creen que el hecho de que Sánchez haya mostrado esa determinación respecto a su mujer también puede activar al votante socialista en Cataluña.
Un PSC crecido en las encuestas
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La encuesta del CIS publicada la pasada semana auguraba que el PSC obtendría entre 39 y 40 escaños, a una distancia cómoda del segundo lugar, ocupado por la candidatura que encabeza Carles Puigdemont seguido muy de cerca por Aragonés. Al estar la mayoría absoluta fijada en 68 diputados, las dos fuerzas independentistas se disputan esa segunda plaza que podría ser clave para ostentar la presidencia de la Generalitat en el caso de que el independentismo sume. Tanto en ERC como en Junts temen que el "periodo de reflexión" de Sánchez pueda beneficiar, todavía más, a Illa tras el buen resultado del 23J. El desgaste más grande lo sufrirían los de Oriol Junqueras, al igual que ocurrió en las generales.
Sin embargo, en esa ecuación no solo dependerían del resultado de la CUP, sino también del de Aliança Catalana, la formación ultraderechista liderada por Silvia Orriols, alcaldesa de Ripoll (Girona) que aspira a entrar en el Parlament hasta con cuatro diputados. Un sector de ERC asegura que cualquier acuerdo con Junts que pase por Orriols debería estar automáticamente descartado, sin embargo otras voces de ERC no hacen la misma lectura y señalan que se debería abrir un proceso "de debate" en el seno de la organización.
Con todo, el análisis que hacen en el cuartel general de ERC ante las expectativas de Illa es que hay un tema que juega a favor de Aragonès: la defensa de un modelo de financiación singular para Cataluña. Esto permite hacer daño a los socialistas, entienden en Esquerra, porque el electorado del PSC “no es independentista, pero sí catalanista”. Por lo tanto explotarán esa idea de que Illa no apuesta por esta mejora fiscal “para no preocupar a La Moncloa" y también incidirán en su giro hacia posiciones más de "centoderecha" para tratar de captar votantes de Ciudadanos y su vinculación con el caso Koldo en su etapa como ministro de Sanidad.
Solo faltan dos semanas para que se celebren las elecciones catalanas y Pedro Sánchez ha sido el absoluto protagonista. El pasado miércoles se dio cinco días para decidir si continuaba o no al frente del país tras la admisión a trámite de la denuncia presentada por Manos Limpias contra su mujer, Begoña Gómez, pese a estar basada en algunas noticias falsas. Sánchez reveló la incógnita este lunes en una declaración institucional sin preguntas, en la que afirmó que ha decidido "seguir con más fuerza": "Esta decisión no es punto y seguido, es un punto y aparte", subrayó.