El número dos de Podemos, Íñigo Errejón, quiere echar el freno al proceso de acercamiento del partido morado a IU. El secretario de Política de Podemos siempre ha visto con recelos esta alianza, y este miércoles deslizó en una entrevista que la confluencia "parece no haber funcionado" y "habrá que evaluar" la conveniencia de mantenerla. Las próximas citas electorales son las autonómicas de Galicia y el País Vasco el próximo otoño, y los errejonistas tendrán ocasión de mostrar sus dudas en la reunión del Consejo Ciudadano –el máximo órgano de dirección de Podemos entre congresos– el próximo día 9, con la vista puesta en la celebración de una Asamblea Ciudadana –un congreso– extraordinaria que es probable que se celebre antes de fin de año.
Los malos resultados electorales de Podemos en las elecciones del pasado día 26 han reabierto el debate sobre la confluencia y, fundamentalmente, sobre cómo debe llevarse ésta a cabo. Pese a que los dirigentes insisten en que existen mutltitud de matices entre unas y otras posturas, lo cierto es que hay, fundamentalmente, dos posiciones dentro de Podemos en relación al pacto con IU: la de aquellos que piensan, como el líder Pablo Iglesias, que la coalición debe de ser el primer paso hacia una alianza duradera y estable, y la de quienes opinan que lo mejor es conformar, como mucho, un "matrimonio de conveniencia" con IU –en palabras del exsecretario de Organización, Sergio Pascual, muy cercano a Errejón– manteniendo la identidad y el discurso diferenciado de Podemos, basado en la transversalidad.
Estos dos diferentes planteamientos ya existían antes de la firma del acuerdo de coalición para las generales y el debate se ha reavivado en los últimos días. Mientras Iglesias y el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, se han esforzado en afirmar que la alianza con IU será duradera en el tiempo, los errejonistas se han mostrado partidarios de no atarse a una organización que, entienden, limita el discurso transversal de Podemos y lo enclava en el espacio de la izquierda clásica. "Hay que evitar quedar atrapados en etiquetas más estrechas", planteó a este respecto Errejón este miércoles.
Las dos visiones se encontrarán el próximo 9 de julio en una reunión del Consejo Ciudadano estatal –que reúne a los 63 miembros de la dirección, los 17 barones autonómicos y a Iglesias– que servirá para analizar los datos del análisis que está realizando Podemos para conocer con detalle los motivos de su batacazo electoral. Allí también habrá que decidir sobre la conveniencia de repetir la alianza con IU de cara a las elecciones vascas –el proyecto gallego de En Marea, que reúne a Podemos, IU y Anova, siempre ha generado mayor consenso en la dirección–, ya que los errejonistas no tienen claro que les vaya a favorecer.
Así lo asegura uno de los barones autonómicos cercanos al número dos del partido, que entiende que Podemos está "habilitado" por sus bases para mantener la alianza con IU en las autonómicas en el País Vasco pero afirma que la decisión no está tomada, pese a que Echenique dio por segura el pasado lunes la repetición de la coalición. "Habrá que verlo el día 9, pero yo no sé si es lo más conveniente", plantea este secretario general autonómico. Por su parte, su homólogo vasco, Eduardo Maura, señaló por su parte que no descarta "ninguna posibilidad" en cuanto a la reedición del pacto, que en Euskadi fue especialmente exitoso en las pasadas elecciones generales, en las que Unidos Podemos se hizo con la victoria tanto en votos como en escaños.
El discurso transversal, en el centro del debate
Pero, más allá de cuestiones concretas como los comicios vascos, buena parte del debate girará en torno a la necesidad de recuperar el discurso transversal de Podemos –lo que implica marcar distancias con IU– que han planteado los dirigentes más cercanos a Errejón durante estos días, a raíz del cruce de críticas desencadenado por los malos resultados electorales. Frente a dirigentes como Juan Carlos Monedero, que aseguró que a Podemos le había faltado "calle" en la campaña y que se había centrado demasiado en el "marketing", Jorge Moruno, responsable de Discurso del partido y próximo a Errejón, ha asegurado que ese argumento "es una excusa para volver a la izquierda", mientras que Germán Cano, consejero de Cultura, ha pedido "dejar el moralismo militante".
"Yo creo que lo que dijo este miércoles Íñigo [Errejón] ha sido un buen recordatorio de la hipótesis sobre la que nació Podemos", afirma por su parte un dirigente autonómico, que desliza que en la campaña de las elecciones del 26 de junio han llevado a algunos responsables a "soltarse el pelo" y acomodarse en el discurso de la izquierda clásica. "Tenemos que reivindicar que somos nosotros, un partido diferente, y que eso está bien", sostienen estas fuentes.
En la misma línea, Sergio Pascual planteó este miércoles en un artículo publicado en el diario El País las "dificultades para generar en el corto plazo un sujeto político nuevo, superador, y no un mero producto bien de la mezcla imperfecta de los mismos o de la adaptación de una identidad a la otra, máxime entre partidos fuertemente identitarios". "Con un sistema electoral como el español, quizá la opción menos mala, por aquello de que lo mejor es enemigo de lo bueno, era y es aún hoy en el corto plazo que muchos caminemos juntos pero no revueltos, manteniendo claridad en los límites de cada propuesta y abundando en el hecho de que, por ahora, la fórmula escogida responde a una coyuntura de emergencia social que así lo exige y que nos ha hecho renunciar a siglas y máximas para ponernos de acuerdo en lo común, pero que aún está lejos de habernos unificado".
Otro dirigente autonómico coincide con la interpretación de que Podemos ha virado durante la campaña hacia algunos elementos simbólicos de la izquierda clásica de manera "visceral", aunque rechaza que eso tenga que ver con una apuesta consciente del partido por abandonar las tesis transversales. Según esta fuente, Podemos "se ha resituado en parte en el eje izquierda-derecha" que rechaza Errejón, pero no tanto por una decisión propia como por "la propia distribución del Congreso después del 20D", ya que las conversaciones para formar Gobierno que mantuvieron los partidos tras las elecciones hicieron visible la existencia de dos bloques ideológicos diferenciados.
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En cualquier caso, el futuro de la alianza de IU con Podemos y la hoja de ruta que debe seguir el partido serán objeto de discusión en una Asamblea Ciudadana estatal extraordinaria que tendrá lugar, según afirman las fuentes consultadas, antes de final de año, aunque aún no hay una fecha fijada. Pese a que, según los estatutos de Podemos, el congreso ordinario tendría que tener lugar en 2017 –tres años después del de Vistalegre–, el núcleo errejonista está convencido de que es necesario "reubicar" el partido y "anclarlo en su propia personalidad".
Lo cierto es que la posibilidad de convocar de una Asamblea Ciudadana extraordinaria lleva flotando en el ambiente desde después de las pasadas elecciones autonómicas y municipales de 2015, cuando Errejón planteó la necesidad de "mutar de maquinaria de guerra electoral a movimiento popular" tras las elecciones generales. Esa idea, que genera consenso, implicaría el cierre de la etapa que se inició en Vistalegre y la descentralización y federalización de un partido que desde su fundación ha mantenido una estructura fuertemente jerárquica.
Pero la nueva hoja de ruta que salga de ese congreso también tendrá que definir el futuro de Podemos en relación a IU, y ahí las posturas están enfrentadas: o fortalecer Podemos, o caminar hacia un Unidos Podemos que aún se plantea como una hipótesis sin definir. Un dirigente autonómico consultado por infoLibre descarta la posibilidad de una inminente fusión entre las dos organizaciones por sus diferencias, especialmente entre su militancia, pero será la Asamblea la que tenga que decidir si Podemos e IU estrechan o relajan sus lazos.
El número dos de Podemos, Íñigo Errejón, quiere echar el freno al proceso de acercamiento del partido morado a IU. El secretario de Política de Podemos siempre ha visto con recelos esta alianza, y este miércoles deslizó en una entrevista que la confluencia "parece no haber funcionado" y "habrá que evaluar" la conveniencia de mantenerla. Las próximas citas electorales son las autonómicas de Galicia y el País Vasco el próximo otoño, y los errejonistas tendrán ocasión de mostrar sus dudas en la reunión del Consejo Ciudadano –el máximo órgano de dirección de Podemos entre congresos– el próximo día 9, con la vista puesta en la celebración de una Asamblea Ciudadana –un congreso– extraordinaria que es probable que se celebre antes de fin de año.