El año es nuevo, pero las encuestas se parecen mucho a las del viejo. Las cifras de intención de voto que publican los medios estos días, más allá de los titulares, son muy parecidas a las de hace doce meses, cuando al frente del Partido Popular todavía estaba Pablo Casado y pocos adivinaban la tormenta que se lo iba a llevar por delante apenas tres meses después.
La revisión de los estudios de opinión demuestra que un año de turbulencias económicas —sobre todo en términos de inflación y precios de la energía— provocadas por la invasión rusa de Ucrania, así como el cambio de líder en el principal partido de la oposición, han tenido efectos más bien limitados en los pronósticos de la mayoría de las empresas especializadas. Aunque los titulares de algunos de los medios que las difunden indiquen lo contrario.
Las tendencias de varias de ellas son tan débiles que, si se observan a la luz de los márgenes de error, resultan casi imperceptibles. Las preferencias manifestadas por los votantes, inmunes a los debates que agitan casi a diario lo medios de comunicación, apenas sufren erosión.
El último sondeo de Simple Lógica para elDiario.es, publicado hace pocos días, habla de un empate técnico entre los dos principales partidos: un 27,8% para el PP y un 27,6% para el PSOE, lo que arroja una diferencia de apenas 0,2 puntos porcentuales. Vox estaría en un 18,2% y Unidas Podemos en un 9,4.
Los porcentajes cambian, pero el retrato es idéntico al de hace un año, cuando Pablo Casado reinaba al frente del PP y los estragos económicos de la guerra en Ucrania estaban todavía lejos de la imaginación. Entonces el empate técnico arrojaba un 24,6% de intención de voto para el PSOE y del 24,3% para el PP, apenas tres décimas de diferencia. Vox estaba hace doce meses, según Simple Lógica, en un 18,7% y Unidas Podemos en un 11,1.
Si nos fijamos en los datos ofrecidos hace un mes por 40dB para El País y la Cadena Ser, la distancia entre los grandes partidos era también escasa: 28,1% para el PP y 27,8% para el PSOE (tres décimas de distancia). Y preveía un 14,1% para Vox y un 11,4 para Unidas Podemos.
Ese escenario no es, en lo sustancial, muy diferente del que la misma empresa registraba un año antes, en enero de 2021: un 26,1% para el PSOE y un 23,5% para el PP, una distancia de sólo 2,6 puntos porcentuales con un error muestral del 2,2% para un nivel de confianza del 95%.
¿Hundimiento?
“Pedro Sánchez hunde al PSOE tras atacar la separación de poderes”, titulaba El Mundo este lunes su encuesta, firmada por Sigma Dos. El hundimiento, sin embargo, es de apenas 1,2 puntos porcentuales con un margen de error del ±2,3% (el pronóstico actual para los socialistas es del 24,8% frente al 26% de hace doce meses). Lo mismo puede decirse del PP: a Feijóo le anuncian un 30,9% de intención de voto frente al 27,4 de Casado de hace un año: 3,5 puntos más que en realidad son cada vez menos a la vista de la muy leve pero constante tendencia a la baja del expresidente gallego.
Si nos fijamos en el histórico de datos de Sigma Dos es difícil observar un cambio relevante para ninguna formación: el Partido Popular lleva moviéndose entre el 29 y el 31,5% desde las andaluzas (de hecho hoy Feijóo estaría un punto por debajo de octubre, según los datos de esta empresa). Unas veces más arriba, otras más abajo. Tampoco hay una tendencia clara para el PSOE, que se movería entre el 25 y el 26% desde hace meses. Lo mismo puede decirse de Vox (en este caso se puede hablar de una muy ligera recuperación, pero siempre dentro de la banda que va del 14 al 16% de la intención de voto) y de Unidas Podemos (entre el 10 y el 9% según Sigma Dos).
Más marcadas son, en cambio, las distancias registradas por GAD3 y NcReport para Abc y La Razón, respectivamente, en comparación con las que estos institutos de opinión firmaron un año antes. La última publicada por Abc, a finales de noviembre, hablaba de un PP con un 34% de intención de voto y de un Vox con un 14,2%. Frente a ellos, el PSOE se movería en torno al 26,6% y Unidas Podemos estaría en el 8,9%.
Feijóo afronta el año electoral en manos de los barones y de la estructura de partido de Casado
PP y PSOE estarían ahora a 7,4 puntos de distancia, a favor de los de Feijóo, frente a los 3,4 puntos que, según GAD3, separaban a los socialistas del PP de Pablo Casado hace un año. Una distancia relativa si se tiene en cuenta que esta empresa cifra en un 3,2% su margen de error.
En el caso de NCReport, la empresa que presta servicios de anticipación electoral para La Razón, el PP estaba el pasado diciembre en un 33,6% y el PSOE en un 23,6%. Esos diez puntos porcentuales de diferencia son bastantes más que los 3,5 que la misma empresa registraba un año antes, cuando cifró las expectativas electorales de Casado en un 28,8% y las del PSOE en un 25,5%.
Las encuestas de GAD3 y NCReport, las únicas que no devuelven el PP a su situación de hace un año, prevén un resultado extraordinario de la derecha. Según la primera, PP y Vox sumarían hoy un 44,2% de los votos (un punto más que toda la derecha en 2019, incluido Ciudadanos). Según la segunda, ese porcentaje alcanzaría el 46,7%.
El año es nuevo, pero las encuestas se parecen mucho a las del viejo. Las cifras de intención de voto que publican los medios estos días, más allá de los titulares, son muy parecidas a las de hace doce meses, cuando al frente del Partido Popular todavía estaba Pablo Casado y pocos adivinaban la tormenta que se lo iba a llevar por delante apenas tres meses después.