El anuncio, publicado este jueves en el Boletín Oficial del Estado (BOE), ha pillado por sorpresa a las ONG: a partir de ahora, sólo las que demuestren no haber registrado pérdidas económicas en los dos últimos ejercicios podrán acceder a las subvenciones para realizar proyectos en el extranjero. No es la única condición que se endurece. Las organizaciones también deberán acreditar que sus fondos propios no se han reducido en más de un 40% en los últimos ocho años.
Hasta ahora, la situación era bien diferente. Los requisitos se reducían a exigir a las organizaciones estar legalmente constituidas, registradas, carecer de fines de lucro y gozar de capacidad jurídica para actuar en España. Además, en las resoluciones de años anteriores también figuraban requerimientos económicos que ahora se mantienen, como haber contado con un mínimo de 16 millones de euros en los últimos ocho años.
La cuestión presupuestaria no es el único cambio introducido por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Desde ahora también se exigirá un mínimo de 300 socios que realicen aportaciones periódicas (las donaciones puntuales no se contabilizarán) y se eleva de 24 a 30 el mímino de proyectos que deben acreditarse en los últimos ocho años. Actualmente hay 51 organizaciones calificadas por AECID. Si no superan las nuevas exigencias, perderán esa condición y la posibilidad de optar a ayudas.
Endurecimiento arbitrario
"Considero que el nuevo criterio es arbitrario, muchas organizaciones están en pérdidas o las van a registrar por la crisis y los importantes recortes", explica Alejandro Echegaray, coordinador de comunicación de AMREF Flying Doctors. Echegaray añade que la idea de exigir a las ONG equilibrio presupuestario es "chocante", y resalta que este tipo de entidades no persiguen obtener beneficios, ni tienen accionistas, sino que buscan únicamente el cumplimiento de sus fines.
"Las cuentas de una ONG no son como las de una empresa", se quejan desde Médicos del Mundo. Fuentes de esta organización apuntan además que, en un alto número de ocasiones, el déficit que registran las ONG se debe a los propios impagos de la Administración, que retrasa el abono de las subvenciones.
Otras organizaciones, por el momento, han preferido no realizar valoraciones del anuncio de AECID. La sensación generalizada es de estupor por las nuevas condiciones. Muchas pedían este viernes tiempo para leer la "letra pequeña" y para negociar con AECID. "Es un endurecimiento que va a suponer un serio problema a muchas organizaciones del mundo de la cooperación –resume Echegaray– un cambio que sitúa en una situación delicada a muchas ONG. La Administración ha decidido que sólo las más grandes puedan optar a las grandes ayudas".
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Ayudar no es una proridad
Este cambio en las reglas de juego, que muchos interpretan como un intento del Gobierno por reducir al máximo las ayudas que entrega a ONG, se une a otras restricciones ya puestas en marcha por el Ejecutivo del PP. El pasado mes de abril, la OCDE reclamó un cambio de tendencia ante el continuado descenso en las partidas destinadas a la cooperación internacional. "Insto a los países a nicrementar los niveles de ayuda", dijo entonces Erik Solheim, presidente del Comité de Ayuda al Desarrollo.
Al tiempo, se conoció que el dinero consignado en los Presupuestos Generales del Estado para la ayuda humanitaria descendió un 49,7% en 2013 con respecto al ejercicio anterior, y que el recorte acumulado desde 2008 alcanza prácticamente el 70%. De esta forma, el español fue el Gobierno que aplicó mayores recortes en este terreno, y convirtió a España en uno de los países que menor porcentaje de su Producto Nacional Bruto (PNB) dedica a la cooperación. Con un 0,15%, la aportación española supone la mitad que la media de la OCDE (0,29%), la tercera parte que la media europea (0,42%) y casi cuatro veces menos que lo destinado por países como Reino Unido (0,56%).
El anuncio, publicado este jueves en el Boletín Oficial del Estado (BOE), ha pillado por sorpresa a las ONG: a partir de ahora, sólo las que demuestren no haber registrado pérdidas económicas en los dos últimos ejercicios podrán acceder a las subvenciones para realizar proyectos en el extranjero. No es la única condición que se endurece. Las organizaciones también deberán acreditar que sus fondos propios no se han reducido en más de un 40% en los últimos ocho años.