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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

Eva Granados: "Todo el mundo esperaba más de Feijóo"

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La cara de Clara Campoamor domina la sala en el Senado. El silencio se extiende ahora la Cámara Alta tras unos días muy intensos por el debate entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Eva Granados examina con curiosidad el mobiliario antes de empezar la entrevista. Uno de los lapiceros, en su parte trasera, tiene todavía una pegatina de la L.O.D.E, de 1985, impulsada por Felipe González. “Esto tiene un tema”, advierte al periodista.

La portavoz del PSOE en el Senado llega convencida de que los debates en la Cámara Alta entre los líderes sirven para confrontar modelos. Ella defiende la apuesta socialdemócrata de Pedro Sánchez frente al “neoliberal” Alberto Núñez Feijóo, que rompe su imagen de moderado “cada vez que habla”. Granados, del PSC y forjada durante años en el Parlament, vaticina que Pedro Sánchez seguirá en La Moncloa después de las elecciones generales. Y pide también al líder de la oposición que sea transparente y publique si cobra un sueldo del PP, criticando que el expresidente de la Xunta no ejerce como senador: “Sólo viene a votar”.

¿Cómo sabe la resaca del debate entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo?

Siempre es muy buena noticia que haya aquí un debate, que el Senado tenga foco y que venga el presidente. Es la constatación de que todo el mundo esperaba más de Feijóo. Esa imagen que tenía de moderado y de buen gestor la rompe cada vez que habla. Esperábamos propuestas, lo que hubo fue silencio y que retiráramos los Presupuestos. Lo que más me gustó del debate es que es política en estado puro porque estás confrontando modelos de sociedad. Tienes uno neoliberal que no está vigente en ningún sitio y otro con un Gobierno con un proyecto socialdemócrata con una hoja de ruta clara.

Cuando Feijóo comparecía en Galicia, los grupos parlamentarios tenían diez minutos. El problema lo tuvo él con las propuestas y no con el tiempo. Le sobró tiempo y le faltaron propuestas

Se quejó mucho Feijóo de que no le dejaban hablar por la forma del debate.

Me hace gracia. Cuando Feijóo comparecía en Galicia, los grupos parlamentarios tenían diez minutos. El problema lo tuvo él con las propuestas y no con el tiempo. Le sobró tiempo y le faltaron propuestas. No es algo que salga mucho en la Junta de Portavoces, pero luego lo convierten en tema. Si el debate es sobre la forma del debate, es porque no tienes muchas cosas que aportar. 

¿Ha rebajado su tono el presidente con Feijóo respecto al primer debate?

No, lo que ha hecho es exponer lo que es la situación en estos momentos y las propuestas. Era el segundo debate, eso ya tiene una maduración y una relación también entre ellos de las sesiones y de los debates. Es bueno para el conjunto de la sociedad porque pueden comparar. Sea cual sea la actitud del presidente, Feijóo se equivoca y se comprueba que es oposición y no alternativa.

Lo que sí vimos fue a un Feijóo más duro y más bronco, ¿no?

Sí, intentó cambiar la estrategia pero siguió con los bulos y las fake news. El tema, por ejemplo, del bono eléctrico, decía que habían sido los primeros. Y nada más y nada menos que fue Zapatero siete años antes de lo que él dijo. Nos sorprende a todos que Feijóo no tenga más equipo o argumentos más sólidos. 

Feijóo hace política en Madrid con base en el Senado, usted es la jefa de los socialistas aquí y lo ve casi todos los días. ¿Qué le está pareciendo?

Lo primero es que no lo veo todos los días. Viene justito para votar y en el debate se quedó hasta el PNV. No lo volvimos a ver. Ser senador tiene unas obligaciones con tu cargo y que Feijóo no las está cumpliendo. Más bien es un uso utilitarista de la institución para estar en política nacional, no está ejerciendo de senador, no lo vemos por aquí, sólo viene para votar. No veo ningún cambio sustantivo respecto al antiguo PP. No tengo la sensación de que Feijóo esté aportando algo nuevo. De hecho, creo que más bien están en una tendencia de radicalización.

Feijóo rompe la imagen de moderado y buen gestor cada vez que habla

Feijóo se vendía como un hombre de Estado durante su etapa en la Xunta. ¿Lo es?

De momento no lo está demostrando porque el presidente del Gobierno le ofreció once pactos cuando llegó al PP y hoy por hoy no estamos viendo ninguno. 

¿Habrá un pacto pronto sobre el Consejo General del Poder Judicial?

Espero que sí. Tenemos que ser discretos con las negociaciones. Espero que cuanto antes se llegue a un acuerdo porque necesitamos que se cumpla la ley. Se está pidiendo ser respetuoso con la Constitución.

Feijóo no desvela, como contó infoLibre, si cobra un sueldo del PP y cuánto. En su declaración en el Senado se limita a dar los datos del último año en la Xunta. ¿Qué le parece?

Esa información tiene dos planos. Por un lado, lo que nos exige el Senado es la información anterior y, por lo tanto, lo que ya es público. Estás declarando algo que ya pasó. Otra cosa es la exigencia de transparencia que tenemos todos. A mí me gustaría que estuviera todo su sueldo, lo que cobramos de senadores pero también el sobresueldo del PP transparente para el conjunto de la ciudadanía. Es una asignatura que tiene pendiente y no ha resuelto. Se lo decía en el debate porque echó en cara, según él, el alto número de altos cargos. Le dije que los podía contar y saber cuánto ganan. Él no está diciendo lo que está cobrando,

Pero sí dice que el Gobierno se está “forrando”.

Eso es otro bulo que se desmiente en primero de arquitectura institucional. Es evidente que los ingresos tributarios no van al Gobierno, sino al conjunto de las administraciones según su competencia y no sirven para forrarse. Es para financiar el Estado del Bienestar. Es una de esas frases que buscan tener fortuna y un dogma de la derecha que sirve para debilitar el imaginario de los servicios públicos y del Estado del Bienestar: cualquier ingreso público es malo para el conjunto de la sociedad. Pero el sentido común, los datos y la opinión pública dicen lo contrario, que necesitamos más ingresos para poder tener un buen Estado del Bienestar. Es muy fácil decir lo del dinero en los bolsillos o que el Gobierno se forra para que la gente piense que cualquier cosa pública no es positiva y que se administra mal el dinero. Es el contraste de modelos. 

No vamos a venir con paños calientes, no vamos a hacer triunfalismo, pero tampoco catastrofismo

Ahora hay un debate en España sobre los impuestos, con el PP abogando por una bajada masiva. ¿Qué opinión tiene sobre las decisiones fiscales tomadas por Madrid y Andalucía con el impuesto de patrimonio?

Existen competencias en las comunidades para que puedan aplicar, dentro de sus márgenes, los impuestos que decidan. Pero estamos en lo mismo: las mismas administraciones públicas que están pidiendo más financiación al Estado bajan impuestos generando dos efectos. Uno es la insuficiencia para pagar el Estado del Bienestar del que tienen competencia. Dos: un dumping fiscal entre comunidades. Los impuestos forman parte del contrato social. 

Elecciones generales el año que viene, ¿seguirá Pedro Sanchez en La Moncloa?

No tengo ninguna duda.

Por ahora Feijóo va ganando en las encuestas, menos en las de Tezanos.

Hubo un punto de inflexión con el debate sobre el estado de la nación y sobre todo con la desaparición del efecto Feijóo. En el momento en el que han empezado a conocerlo, el PP vive del trasvase de votos que pueda haber de otras formaciones que están en franco declive. Nada más. En estos momentos el Gobierno tiene claro cómo transitar la crisis y cuál es el futuro para España. Debates como el del martes dejan claro que qué hubiera pasado si hubiera estado el PP al frente del Gobierno con la situación de estos momentos. Eso se puede ver en el Reino Unido. Han reculado en su propuesta, tanto es así que el señor Feijóo no abrió la boca con el tema de fiscalidad, que era su gran tema. La ciudadanía es muy consciente de lo que está trabajando el Gobierno y para quién, para esa mayoría social, frente a un PP que se está quitando la careta diciendo que no se hable de la lucha de clases. 

El mayor enemigo ahora de los gobiernos se llama inflación.

Totalmente.

¿Puede aguantar un Ejecutivo con una inflación del 8,9% todo un año?

Pero es que la inflación se está produciendo por causas exógenas a la acción del Gobierno, por una crisis energética provocada por una guerra y las colas de la pandemia.

Pero los ciudadanos se lo achacan al Gobierno, en todos los países.

Comparándolo, tampoco somos el país que más inflación tiene. Somos de los que más bajamos en la UE, las medidas que está tomando el Gobierno están haciendo que baje y eso tiene que ser valorado por el conjunto de la ciudadanía.

Siempre se habla de la inestabilidad, y lo más estable que hay en España, con toda la que ha caído, es el Gobierno de Pedro Sánchez

¿Entraremos en recesión?

Espero que no. Las valoraciones de los expertos son muy inciertas. El presidente lo decía, no vamos a venir con paños calientes, no vamos a hacer triunfalismo, pero tampoco catastrofismo. España ha hecho las reformas que tenía que hacer, vimos venir la crisis energética, llevamos años trabajando, hemos duplicado la instalación fotovoltaica y eólica. Estamos haciendo todo lo que está en manos del Gobierno para que tengamos una base sólida para transitar la crisis que estamos atravesando. Pero España sigue creciendo de forma robusta. 

La principal tarea en el Senado es conseguir los votos para los Presupuestos. ¿Los tiene ya atados? ¿Habrá cuentas para el 1 de enero del año que viene?

Siempre se habla de la inestabilidad, y lo más estable que hay en España, con toda la que ha caído, es el Gobierno de Pedro Sánchez. Se han conseguido dos Presupuestos en tiempo y forma, y vamos a por los terceros y los vamos a tener. ¿Hay que negociarlos? Pues sí, porque no tenemos una mayoría. Pero todas las leyes que nos hemos propuesto han ido saliendo y se han conseguido las mayorías. Eso contrasta con lo que nos dice el PP: las mayorías que aprueban las leyes del Gobierno progresista se parecen a nuestro país. Es algo muy positivo, aquí la pregunta es por qué el PP no apoya leyes que mejoran la vida de la gente.

Hablaba de la coalición. En estos momentos hay un debate muy profundo, y dentro del PSOE sobre la ley trans. ¿Cuál es su posición? ¿Cree que hay que tocarla ahora en las Cortes?

Es una ley importante, que da derechos y que tiene que ser muy garantistas. Justamente porque genera derechos de ciudadanía. El debate que hay alrededor de si se prorroga no entiendo el sentido ni el nerviosismo porque la Ley de Memoria Democrática, por ejemplo, hizo prórroga como nueve meses. Es un debate que está en la calle y nuestro objetivo es garantizar derechos y garantizarlos bien. 

¿Pero habrá ley trans?

Hombre, está en el Congreso de los Diputados. Si hay mayoría para aprobarla, claro que va a haber ley trans. Pero es una ley que sabemos que el PP y Vox quieren llevarla al Tribunal Constitucional, así que tiene que estar bien armada. De eso se trata. De la ley de Vivienda también se está hablando, son muchas las leyes que están allí y tienen su proceso de maduración. Creo que al parlamentarismo hay que dejarle que haga su trabajo.

Y ese trabajo, ¿dónde hay que hacerlo? ¿En el artículo 65 sobre violencia intragénero, en la autodeterminación de las personas trans?

No tengo el detalle. Todavía no ha llegado aquí. No le doy más importancia a que tenga un trámite, hacer un debate alrededor de los tiempos no tiene un sentido cuando lo que está encima de la mesa es una ley sustantiva. Lo importante es que salga bien. Tengo clarísimo que el partido al que represento es el que ha traído todos y cada uno de los derechos que ha traído el colectivo.

Sobre el nuevo Govern, ¿le gusta más este en solitario de ERC que el de coalición con Junts?

El problema allí en Cataluña es que el Govern es débil. Ya lo era antes con Junts, con ERC sólo pues todavía más. Necesita buscar complicidades y llegar a acuerdos. Ahora lo que tenemos encima de la mesa es el Presupuesto. Cataluña necesita unas cuentas. Y eso está en manos de Pere Aragonès, porque la mano tendida por parte del PSC está ahí. De lo que se trata es de que lo llamé. El president siempre quiere que el diálogo se acelere en la negociación entre el Gobierno y la Generalitat, pero es algo que no practica mucho en Cataluña. Le iría mejor a los catalanes si el Govern dialogara más con los partidos.

¿Supone esta ruptura entre ERC y Junts el fin de la década del procés?

Eso lo ha dicho Jordi Sànchez directamente. En Cataluña se ha vivido una década con muchos engaños a la ciudadanía. Había que pasar página, de una vez por todas, de aquello. Ya se ha pasado página en la sociedad porque la Cataluña de 2022 no tiene nada que ver con la de 2017. Ahora lo que falta es que los partidos también sean valientes y puedan decirle a la ciudadanía qué se puede hacer y las leyes están para reformarlas y no para saltárselas. Pero eso ya no pasa.

Habrá una gran batalla en las municipales en Barcelona y los alrededores. ¿Temen a Gabriel Rufián en Santa Coloma y desalojará a Núria Parlón?

No tengo ninguna duda de que Rufián no tiene nada que hacer en Santa Coloma. Es el diputado que dijo que iba a estar 18 meses en las Cortes y ya he perdido el tiempo de los años que lleva. No tiene un proyecto de ciudad, esos experimentos… ¿Por qué? ¿Por salir más en la tele? De lo que se trata en los alcaldes es que conozcan la ciudad y tengan un proyecto.

¿Quién va a ser el candidato a la Alcaldía de Madrid?

No tengo ni idea.

Es muy importante que a la izquierda del PSOE haya un espacio organizado

¿Hay rumores de crisis de Gobierno? ¿O aguantará hasta el final?

No he oído nada, ¿tú?

Siempre hay.

En Madrid hay muchos rumores, pero intento trabajar con lo que tenemos en cada momento. El presidente tiene un equipazo, tenemos ministros referentes en sus temas. Él hablaba de las vicepresidentas en el debate y veo un plantel en el Consejo con mucho nivel y capacidades. Sólo hay que ver la agenda legislativa. Veo un Gobierno fuerte y una coalición sólida para tirar para adelante.

Cita a las vicepresidentas. Yolanda Díaz, ¿amiga o enemiga?

Amiga, siempre.

¿Llegará a presentarse con su proyecto Sumar?

Creo que sí. 

Ella todavía no ha confirmado. 

Pero ya está en movimiento.

Está escuchando.

Es muy importante que a la izquierda del PSOE haya un espacio organizado. Ahora hay un liderazgo claro que es Yolanda Díaz. De lo que se trata es que puedan organizarse las diferentes estructuras.

¿Se llegarán a poner de acuerdo Díaz, UP e IU?

Lo único que les puedo desear es que les vaya bien y que hagan un proyecto sólido, que ayude a hacer las mayorías progresistas.

¿Cómo le sientan las palabras de Emiliano García-Page cuando habla contra los pactos? ¿Es un verso suelto? ¿Se lo perdonan a él?

Yo que visito los territorios, me doy cuenta de la diversidad. Cuando hablamos de la España plural, no es un eslogan, es que realmente tenemos territorios muy diversos y formas de gestionar muy diversa. En el PSOE cabe esa diversidad, el ancho de banda es muy grande. Page muestra el reflejo o la forma de entender el socialismo en su territorio.

Viene de parte de familia andaluza. Ese territorio ha sido motor de voto, junto a Cataluña, del socialismo. Ahora hay mayoría absoluta del PP. En el Senado coincide con Juan Espadas y Susana Díaz. ¿Qué está pasando en el PSOE-A? ¿Por qué no es la fuerza mayoritaria?

Cuando hay una crisis, necesitamos un tiempo para recomponerse. Allí hubo una debacle y el partido se está reorganizando. Es un proceso. El PSC también tuvo su crisis y en estos momentos es primera fuerza. Hay que creer en uno mismo. El PSOE en Andalucía lo está haciendo. ¿Necesita un tiempo? Pues sí, como todo en la vida.

Hablaba del PSC, vaya momentos aquellos con Pere Navarro. Cómo lo pasaron entonces...

Bueno, para que luego digan lo del sucursalismo y todo eso, que nos lo dicen mucho los nacionalistas. Somos dos partidos que compartimos un proyecto y que también declinamos el socialismo de manera diferente. Pero estoy muy orgullosa de ser la representante de todos los socialistas de España siendo del PSC. Es un mensaje político muy potente de parte de Sánchez.

Una catalana en Madrid. ¿Cómo es su vida aquí? ¿Cómo es la diferencia en Barcelona?

Pues he vivido muy poco Madrid porque he estado muy encerrada en la lógica del Senado. Viajo mucho, pero tengo ahora aquí la familia. Así que estoy empezando a ver cómo va lo de las asociaciones de padres, las extraescolares, haciéndome a la vida.

¿Cómo es el grupo de Whatsapp del colegio?

Son más o menos iguales que los de allí. Las preguntas, las dudas y los aplausos son más o menos los mismos.

A Vox se le ha pasado el arroz, está de bajada

¿Cómo ve al presidente del Gobierno?

En forma. Entró a las cuatro en el hemiciclo y salió a las diez y media. Lo veo determinado, con una agenda muy clara de lo que necesita el país. Hay algo que no ponemos suficiente en valor porque somos muy autocríticos en España: el presidente está siendo vanguardia en las políticas europeas. 

Dice Tezanos que la figura de Sánchez genera mucha adhesión en ciertos sectores, pero también animadversión en otros. ¿Por qué cree que pasa esto?

Porque es socialista. Y porque preside el Gobierno un socialista. Pasó con José Luis Rodríguez Zapatero y con Felipe González. Si nos retrotraemos a los debates anteriores, siempre hacen bueno al anterior presidente socialista. Ahora echan de menos a Felipe, pues anda lo que decían en el PP cuando gobernaba. No pueden con esa visión de que estés al frente del Gobierno transformando España. Intentan generar animadversión porque tienen un liderazgo claro.

Feijóo dijo en el debate que Sánchez llegó al Gobierno por una mentira.

La mentira es una sentencia de la Audiencia Nacional por la trama corrupta institucional del PP. ¿Eso es una mentira? Lo que estaba lanzando era el mensaje de que no es legítimo este Gobierno y que no era legítima la sentencia. Detrás de ese tono moderado y de palabras bajas, tenemos a un Feijóo cada vez más radicalizado. 

Viendo lo que ha pasado en Italia con Giorgia Meloni, ¿le preocupa que Vox no haya llegado aquí a su techo y se pudiera ver en unos años un Gobierno de ultraderecha?

No creo que la sociedad española apoye a una fuerza como Vox. Es como que le ha pasado ya el arroz, que está de bajada. Respondía más bien a una crisis del PP y a un voto refugio. El problema no es Vox, sino que el PP lo copie. Es lo que hemos visto. Me preocupa que veamos en Feijóo actitudes más reaccionarias que las que vemos en cualquier líder de la derecha europea. 

¿Le gusta el Senado para venir como número uno en la papeleta de las generales?

Yo soy de designación autonómica y he estado muchos años en el Parlament. Para mí es un honor. Cada uno tiene su papel. Mientras no haya elecciones en Cataluña, soy senadora de designación autonómica.

La cara de Clara Campoamor domina la sala en el Senado. El silencio se extiende ahora la Cámara Alta tras unos días muy intensos por el debate entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Eva Granados examina con curiosidad el mobiliario antes de empezar la entrevista. Uno de los lapiceros, en su parte trasera, tiene todavía una pegatina de la L.O.D.E, de 1985, impulsada por Felipe González. “Esto tiene un tema”, advierte al periodista.

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