El exdirector de Desarrollo e Innovación de Cofely Constantino Álvarez ha confirmado este jueves en su declaración como investigado en la Audiencia Nacional por la trama Púnica la versión ofrecida este miércoles por su subordinado Pedro García acerca de la existencia de una práctica institucionalizada en la multinacional para pagar determinadas cuantías a cargos públicos a cambio de contratos de eficiencia energética y ha apuntado al que fuera director general en España Didier Maurice.
Según han informado fuentes de la investigación a Europa Press, el exdirectivo ha precisado ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón la dinámica existente en la filial de la multinacional francesa GDF que emitía las facturas falsas bajo el concepto de Business Plan.
El acusado, que ha declarado por marco de dos horas y media, ha detallado que tiempo después decidieron cambiar el nombre de esta partida porque daba mejor imagen ante los auditores. No obstante, ha negado cualquier responsabilidad directa en la práctica instaurada asegurando que la autorización de estos pagos no estaba dentro de sus competencias.
Como ya hiciera este miércoles Pedro García, Álvarez ha asegurado que cuando se trataba de pagos de cuantías importantes se debían autorizar desde París; en concreto la sede gala debía tener conocimiento de la operación cuando el importe era superior de 500.000, mientras que si se trataba de un millón de euros la operativa debía contar con autorización expresa.
Al respecto, ha matizado que el exdirector general de Cofely Didier Maurice estaba al corriente de este sistema de sobornos a cambio de la adjudicación de contratos en los consistorios madrileños y que este, a su vez, tenía conexión directa con Francia, aunque no ha concretado si allí eran conocedores de esta práctica sistematizada en la compañía.
Elaboración de los pliegos
Durante el interrogatorio, el acusado ha reconocido que Cofely entregaba los borradores de los pliegos de licitación ya redactados a los distintos ayuntamientos madrileños implicados en la trama, tarea que compete a los técnicos de los consistorios. A su juicio, se trata de una práctica habitual en el mercado que no solo hacía Cofely sino también otras compañías del sector.
Sobre el presunto cerebro de la red, el constructor David Marjaliza, Álvarez ha detallado que era uno de los ocho "colaboradores comerciales" que dependían de él en la compañía energética, que tenía un total de once. Marjaliza, que colabora con la Justicia, habría jugado el papel de facilitador o conseguidor dentro de esta trama poniendo en contacto a Cofely con los responsables de cada consistorio madrileño que participó en la red.
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Colaboración con la Justicia
Durante el interrogatorio, que se reanuda el miércoles que viene, el juez le ha reprochado si no le generó ninguna inquietud moral el sistema minuciosamente detallado a lo que él ha respondido afirmativamente y prueba de ello es que tiempo después barajó su marcha de la empresa, según las mismas fuentes.
Con su confesión, Constantino Álvarez busca colaborar con las pesquisas que se iniciaron en 2014 de cara a conseguir una rebaja de la petición de pena por su implicación en la pieza número 6 de la trama Púnica. Se trata de la misma estrategia que adoptó este miércoles el también exdirectivo Pedro García, citado de nuevo este viernes para aportar más detalles sobre la práctica y los consistorios implicados.
El exdirector de Desarrollo e Innovación de Cofely Constantino Álvarez ha confirmado este jueves en su declaración como investigado en la Audiencia Nacional por la trama Púnica la versión ofrecida este miércoles por su subordinado Pedro García acerca de la existencia de una práctica institucionalizada en la multinacional para pagar determinadas cuantías a cargos públicos a cambio de contratos de eficiencia energética y ha apuntado al que fuera director general en España Didier Maurice.