El diputado del PSdeG por la provincia de A Coruña Francisco Caamaño anunció este lunes que renuncia a su escaño en el Parlamento gallego para regresar a la docencia en la Universidad de Valencia. Además, afirmó que seguirá siendo "militante socialista" y continuará "trabajando por Galicia" y defendiendo sus ideas de "izquierdas", al tiempo que rehusó decir "de esta agua no beberé" en lo que se refiere a una hipotética vuelta a la primera línea política.
Aunque insistió en los motivos personales y en que tiene que ver con la mayor intensidad de publicaciones, admitió que también las diferencias con el actual líder socialista gallego, José Ramón Gómez Besteiro, han sido "elementos" que han formado parte de la decisión. En todo caso, aclaró que "no" han sido "determinantes" y, además, dejó cerradas cualquier herida por aquellos "episodios" y estableció en un "fin de ciclo" la decisión adoptada.
El que fuera ministro de Justicia con José Luis Rodríguez Zapatero dejó la secretaría provincial de A Coruña en diciembre del pasado año dando el relevo a Julio Sacristán, que había vencido en unas primarias a Manuel Mirás Franqueira, alcalde de Oroso, en un congreso extraordinario en el que se dio por cerrado el conflicto abierto entre el diputado y la dirección autonómica del PSdeG.
Caamaño había llegado a tildar de "golpista" a la dirección socialista gallega por entender que había auspiciado una contralista de delegados al congreso federal con sus opositores, que además resultó vencedora, y el propio Besteiro pidió incluso la dimisión, salida que el ahora diputado dimisionario no aceptó.
Sin embargo, en su intervención en rueda de prensa incidió en que ahora "no" tiene ninguna "diferencia especial" y remarcó que tras aquellos momentos "quedaron atrás" y su relación se "arregló" con todos los miembros de la dirección. En este sentido, manifestó que lo que ha hecho desde entonces ha sido "colaborar" y realizar "todo" lo que le pidieron.
"Seguir socialista"
Durante la rueda de prensa de este lunes, Caamaño indicó que su marcha se ha retrasado por motivos "puramente personales" y que la tomó ahora para poder contar con los tres meses de "reciclaje" previos a su reincorporación a la universidad, con el inicio del curso en septiembre.
Caamaño aseguró, en su intervención, que seguirá "trabajando" por su "partido", y como "militante activo", como ha sido desde que fue nombrado ministro de Justicia hasta ahora, y defendió que esta nueva faceta se puede hacer desde Valencia, donde "hay empresas" gallegas. Asimismo, destacó también la importancia de llevar fuera de Galicia lo que es la comunidad.
"La vida es acumular experiencias", dijo tras repasar parte de su currículo, en el que figura actividad como abogado, diputado, profesor y miembro del Tribunal Constitucional. Así, subrayó que ahora se cierra "un ciclo vital", pero para continuar explicando sus ideas desde un punto de vista más académico.
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El aún parlamentario juzga que se puede hacer "política" desde "muchos lugares" y se irá a la universidad "con dedicación exclusiva". "Es lo que me apetece", reiteró, en referencia a su regreso a la docencia.
El todavía diputado socialista registró en la mañana de este lunes su renuncia en la Cámara autonómica, que se formalizará este martes ante la Mesa de la Cámara, en la que hasta ahora era responsable del área de Cultura del Grupo Socialista. Le sustituirá en el Parlamento autonómico el actual secretario de Organización del PSOE en la agrupación provincial de A Coruña, Emilio Vázquez Blanco.
Caamaño se despidió con un agradecimiento a sus compañeros de grupo parlamentario, especialmente a su portavoz, José Luis Méndez Romeu, y a sus compañeros en la agrupación socialista, empezando por el actual secretario provincial.
El diputado del PSdeG por la provincia de A Coruña Francisco Caamaño anunció este lunes que renuncia a su escaño en el Parlamento gallego para regresar a la docencia en la Universidad de Valencia. Además, afirmó que seguirá siendo "militante socialista" y continuará "trabajando por Galicia" y defendiendo sus ideas de "izquierdas", al tiempo que rehusó decir "de esta agua no beberé" en lo que se refiere a una hipotética vuelta a la primera línea política.