Una exposición rescata del olvido a 50.000 judíos y 7.200 republicanos españoles del campo de Mauthausen
La exposición Mauthausen: memorias compartidas, que se inaugurará este miércoles en el Centro Sefarad-Israel, recorre, a través de testimonios, fotografías y objetos, el nexo de unión entre los cerca de 50.000 judíos y los 7.200 republicanos españoles que fueron internados en el campo de concentración de Mauthausen, durante la Segunda Guerra Mundial, según informa Europa Press.
La muestra, que podrá visitarse desde este miércoles 18 de enero hasta el 17 de junio, y que ha sido organizada por el Centro Sefarad-Israel y por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, se divide en cinco salas en las que los visitantes podrán descubrir historias personales, documentadas con material audiovisual.
"Cuando se produce la liberación, los españoles juran que cuando salgan darán a conocer las atrocidades que allí sufrieron, que todo el mundo sepa lo que allí sucedió", ha explicado a Europa Press el historiador y comisario de la exposición, Josep Calvet. Si bien, precisa que "algunos no pudieron" porque no quisieron hablar nunca más de aquello por lo que pasaron.
Entre las historias que recoge la exposición, destaca la de las seis españolas que llegaron al campo de Mauthausen en mayo de 1945 en un convoy formado por 1.981 mujeres. Fueron trasladadas desde el campo de Ravensbrück y las más débiles y los niños fueron asesinados al llegar al campo. Una de las españolas era Alfonsina Bueno, que se encontró con su marido, Josep Ester, en Mauthausen. Ambos sobrevivieron y retornaron a Francia tras la liberación.
También destaca la historia de Siegfried Meir, un niño judío de 8 años que, tras perder a sus padres en el campo de concentración de Auschwitz, en 1945 fue trasladado a Mauthausen donde fue acogido en una barraca de prisioneros españoles y cuidado por el futbolista Saturnino Navazo, y que posteriormente, tras la liberación del campo, adoptó legalmente al pequeño.
El director del Centro Sefarad-Israel, Jaime Moreno Bau, ha indicado que esta es una de las historias más "emblemáticas" de la muestra y una de las que mejor refleja el objetivo de la misma: "Atraer la atención en España de lo que ocurrió en el Holocausto uniendo ambos mundos, el mundo judío y europeo y el mundo español republicano".
Si bien, muchos judíos y republicanos españoles no sobrevivieron. En concreto, de los 7.249 deportados a Mauthausen, 4.747 murieron en el campo de concentración. En total, fueron deportadas 167.522 personas, de las cuales 82.075 no consiguieron salir con vida.
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Asimismo, la muestra repasa la historia de algunos personajes que jugaron un papel importante como el fotógrafo Francesc Boix, que junto a otros dos fotógrafos, se encargaba de tomar las fotografías de los presos y que escondió unos negativos que, posteriormente, fueron fundamentales en los juicios de Núremberg en los que se juzgó a los dirigentes nazis; el español Juan de Diego, que elaboró las primeras listas de españoles deportados a Mauthausen, tras la liberación; así como la historia de algunos brigadistas que fueron a luchar a España y después fueron deportados.
Además de las historias, también se muestran objetos como la chapa con el número de prisionero, los cubiertos y las gafas de Eliseu Villalba, y más de un centenar de las fichas de los judíos deportados a este campo de concentración.
Para Calvet, que lleva seis meses preparando esta exposición, es "importante que se conozca" lo que allí sucedió. "No es que no se pierda la memoria, sino que se conozca, que la gente conozca este episodio de la historia que afectó en un número muy superior a los judíos pero que también hubo compatriotas que sufrieron la deportación", ha subrayado.