La alargada sombra de Truss: Feijóo hace malabares para desmarcarse y el PSOE trata de asociarlos

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La City de Londres es un hervidero de operaciones internacionales. Dinero, poder, transacciones, agentes bursátiles llegados de todo el mundo, la gran partida del ultraliberalismo. La ambición en forma de ceros finales. Lo que olía a Estado se arrinconaba. Pero el mundo cambia. Y, de repente, el sueño de Liz Truss de una bajada masiva de impuestos chocó con la realidad.

Una libra en desplome. Una dimisión en directo, inestabilidad absoluta en el Reino Unido. Un país que no levanta cabeza desde el Brexit y que ahora es el ejemplo de cómo el propio mercado rechaza las ideas más mercadistas. Y el Partido Conservador, hundido, buscando su salvación en Rishi Sunat. Pero la niebla de Londres también se esparce en el terreno político español.

Los tories siempre han sido una referencia para el Partido Popular, especialmente para las élites del PP de Madrid. Esperanza Aguirre o Isabel Díaz Ayuso son declaradas admiradoras de Margaret Thatcher. Y Truss se convirtió hace apenas una semanas en un espejo para los populares, abanderados de una bajada masiva de impuestos también en España e impulsores de la guerra fiscal con dumping entre autonomías eliminando el impuesto de patrimonio en Andalucía.

Pero el desplome del sueño liberal de los tories ha pillado con el paso cambiado a Alberto Núñez Feijóo y los suyos, algo que precisamente el Gobierno y el PSOE están utilizando estas horas para desgastar al PP y situarlo fuera de las ideas en las que se mueve ahora el contexto internacional. A lo que se suma la aceptación de la UE de varios de los postulados energéticos de la coalición española, respaldados por las instituciones europeas, frente a un PP en solitario hablando de timo ibérico.

Feijóo trata de reescribir la realidad

Apenas cuatro días después de negar las críticas que su partido ha venido dirigiendo a la excepción ibérica y de poner en duda que la presidenta de la Comisión quisiese generalizar ese mecanismo al conjunto de la Unión, el líder del PP vuelve a tratar de reescribir la realidad. Esta vez para poner tierra de por medio con el fallido mandato de la ya ex primera ministra británica.

En su afán por desmentir que su propuesta fiscal tenga algo que ver con la de Truss, a pesar de que el PP lleva cuatro años pidiendo rebajas generalizadas de impuestos —también en la etapa actual—, Feijóo llegó a decir este lunes que la que de verdad se parece es la del Gobierno de Pedro Sánchez.

Truss dimitió de su cargo la semana pasada apenas 45 días después de tomar posesión y de que su propuesta de rebaja masiva de impuestos —en plena desaceleración económica y crisis inflacionaria por culpa de la invasión rusa de Putin y como consecuencia del Brexit— pusiese patas arriba la economía británica. 

Contradiciendo su propia hemeroteca, Feijóo negó la mayor a la salida de un acto en Madrid en el que intervino junto a la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso. “Nosotros no hemos propuesto una masiva bajada de impuestos”, afirmó negando los hechos. 

El PP siempre ha defendido las bajadas de impuestos a lo Truss

Para argumentarlo, recordó que en la propuesta que trasladaron en abril al Gobierno habla de “una bajada selectiva de impuestos a las rentas medias y bajas”. En realidad, el PP siempre ha remarcado que, si gobernara, bajaría de forma generalizada los impuestos, pero que había limitado la propuesta remitida al Gobierno para facilitar un acuerdo. De hecho, Feijóo sostiene, como hacía su antecesor, que bajar impuestos crea riqueza y que cuanto más se bajen más riqueza se crea.

El líder del PP llegó a decir que en realidad el que se parece más a Truss es Sánchez porque lo que está haciendo es “una subida masiva de impuestos, incluida una subida de impuestos a las rentas medias y bajas”, aunque no explicó cómo ha llegado a semejante conclusión. En realidad, el Gobierno ha acordado un paquete de medidas fiscales que incluye una rebaja del impuesto del IRPF para rentas por debajo de los 21.000 euros brutos anuales y un nuevo impuesto para las grandes fortunas.

“Nuestra política se parece mucho menos a la ex primera ministra británica que la política del Gobierno actual, que se parece un poco más, que consiste en incrementar los impuestos, el gasto y la deuda”, insistió Feijóo. “La propuesta del PP de España no tiene nada que ver con la que ha hecho” Truss, repitió.

El líder del PP y su equipo, después de meses defendiendo la necesidad de una rebaja generalizada de los impuestos que ponga fin al “infierno fiscal” y que deje de “freír” a los ciudadanos y a las empresas, intenta ahora marcar distancias con Truss y su política fiscal, convertida en el hazmerreír de toda Europa. “Nosotros no queremos incrementar los impuestos: sí queremos una bajada selectiva de impuestos a las rentas medias y bajas”, trató de matizar Feijóo este lunes. 

El Gobierno aprovecha el Reino Unido para acorralar a Feijóo

En el Gobierno y en el PSOE no paran de repetir que el Reino Unido es la constatación del fracaso de la respuesta neoliberal y de bajada de impuestos de los conservadores. Y ven cada día más solo a Feijóo con sus propuestas. La conexión es clara entre La Moncloa y Bruselas, donde Ursula Von der Leyen se ha convertido en una gran aliada para España. En este sentido, las instituciones han apoyado el mecanismo ibérico para España y Portugal, con la idea ahora de extenderlo a otros países, después de que naciera hace meses en una durísima negociación. Pero es que también han ido con las ideas de Sánchez en la creación de un impuesto a las energéticas.

El Gobierno se enfrenta a un duro debate a pie de calle con la bajada de impuestos. El “populismo fiscal” del PP, como indican los socialistas, tiene su tirón en un momento con la inflación desbocada. Pero en La Moncloa creen que pueden ganar también el relato por la concienciación social en España. Y quieren hacer pedagogía con el tema, resaltando, por ejemplo, el hundimiento británico del postulado impositivo.

“Hemos comprobado que el PP y Feijóo se han quedado solos y anclados en el pasado. Hoy por hoy, sólo les hemos escuchado solicitar retirar los presupuestos y defender la bajada masiva de impuestos, una solución errónea y claramente fallida. El anuncio de bajada de impuestos a la clase alta llevó al Reino Unido a una crisis sin precedentes. Saludaron con vítores la medida. El PP vuelve a jugar al escondite, hoy reina el silencio más absoluto”, retrató la portavoz del PSOE y ministra de Educación, Pilar Alegría, durante una rueda de prensa en Ferraz este lunes.

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En La Moncloa y en el partido también ponen de relieve la situación de estabilidad de España frente al Reino Unido y otros gobiernos que están cayendo en el continente. La prueba, explican, está en los Presupuestos Generales del Estado, que ya van tres en tiempo y forma aprobados por el Consejo de Ministros. Unas cuentas que van en otra dirección a la británica, con un plan fiscal que incluyen impuestos a grandes fortunas, energéticas y entidades financieras.

El Gobierno se lanzó también contra el PP y su nexo con Truss a través del ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel Albares, que en un acto en Alicante comparó las propuestas de la dimitida primera ministra con el programa fiscal del PP: “Fue una decisión en los primeros días de su mandato, con una bajada masiva de impuestos, la que puso en peligro la propia moneda y obligó al Banco de Inglaterra a intervenir, y ha desencadenado en una crisis política”.

El PSOE trata con el ejemplo de Reino Unido desmontar las tesis del PP en un momento en el que tiene el problema sobre la percepción económica, algo que está utilizando Génova 13 para subir en las encuestas. Desde Ferraz y La Moncloa insisten en que los ciudadanos entienden que la coalición da estabilidad y que el panorama no es el que pintan los “apocalípticos” en la derecha política y mediática. Fuentes del entorno de Sánchez indican:  “Frente a los agoreros, frente a los del 'que se caiga España que ya la levantaremos nosotros', hechos. Frente a los que no proponen, propuestas. Frente a los que no hacen nada, hacemos. Frente a los que no plantean una sola alternativa o propuesta, iniciativas”.

La City de Londres es un hervidero de operaciones internacionales. Dinero, poder, transacciones, agentes bursátiles llegados de todo el mundo, la gran partida del ultraliberalismo. La ambición en forma de ceros finales. Lo que olía a Estado se arrinconaba. Pero el mundo cambia. Y, de repente, el sueño de Liz Truss de una bajada masiva de impuestos chocó con la realidad.

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