La federación europea del PSOE denuncia que Ferraz le deje sin diputado por primera vez en 10 años

El abrumador 98% con el que el Comité Federal del PSOE aprobó el pasado sábado su lista para las elecciones europeas del 25 de mayo, encabezada por Elena Valenciano y Ramón Jáuregui, sepultó un descontento que sí se exteriorizó en la votación. Parte de ese malestar se contó en la reunión: fueron Izquierda Socialista y la federación de Baleares quienes protestaron por sentirse excluidos o desplazados. De ambos salieron los cuatro votos en contra. Pero hubo además dos abstenciones. Y las dos procedían de los dos representantes del PSOE Europa, la federación que cobija a los militantes de 14 agrupaciones repartidas en seis países. Su dirección, que había organizado incluso unas primarias abiertas para elegir a sus dos candidatos en la lista, se vio chafada por el resultado. La vencedora de la consulta, Ángela Sabater, quedó situada en el número 33, muy lejos de los 20 primeros puestos de salida. El PSOE Europa se dice "dolido" por el "olvido" de Ferraz porque cree que tenía argumentos de sobra para estar más arriba. El equipo de Alfredo Pérez Rubalcaba, en cambio, pone por delante la dificultad de componer una lista cremallera, con pocas plazas para Bruselas, y en la que hay que encajar muchas apetencias de los territorios. 

Miriam Herrero, la secretaria general del PSOE Europa, supo el pasado jueves, por boca de Óscar López, el secretario federal de Organización, que Sabater se quedaría en el 33, y que eso estaba prácticamente cerrado. Y así ocurrió 24 horas después, en la reunión de la Comisión Federal de Listas. "Me dijo que no podía hacer más. Yo le expresé mi desacuerdo porque aspirábamos a que Ángela estuviera en un puesto de salida. Entonces le remití un mail explicándole todas nuestras razones", relataba ayer Herrero con cierta decepción, en conversación telefónica con infoLibre desde Zurich (Suiza). La líder de la federación esgrimió ante López que cada vez más españoles se ven obligados a marchar al exterior –"Ya hay dos millones fuera"–, una voz potente que merecía un escaño en la Eurocámara. Le recordó que desde hace diez años el PSOE Europa disponía de un eurodiputado: de 2004 a 2009, Javier Moreno (que ocupó el puesto 22) y de 2009 hasta ahora, María Muñiz (número 19). Los dos salieron elegidos a la primera. Antes de 2004, la federación no disfrutaba de ningún escaño. 

Herrero defendió ante Ferraz asimismo el procedimiento. La federación había convocado una consulta abierta a militantes, simpatizantes y ciudadanos sin carné. Unas primarias abiertas, aunque no contaban con esa denominación oficial porque no eran vinculantes y, por tanto, no requerían la autorización de Madrid. Era el único territorio del PSOE que había apostado por este proceso. Las demás federaciones elevaron nombres a la dirección federal, pero sin urnas de por medio. Sólo hizo primarias el PSC, un partido hermano pero que funciona autónomamente. A la consulta concurrieron tres candidatos: Ángela Sabater, vicesecretaria general del PSOE Europa y líder del PSOE Luxemburgo; Carmen Madrid, secretaria general del partido en Bruselas, y Carlos Bravo, madrileño residente en Bélgica y militante de base. A Berna, donde se centralizó el escrutinio, llegaron 464 sobres, de los cuales fueron válidos 432. De las mujeres, ganó Sabater por 240 votos, y de los hombres, pasó lógicamente Bravo. El PSOE Europa cuenta con cerca de 600 afiliados. La participación fue, por tanto, baja, aunque la ejecutiva se felicitó del resultado, dado el carácter "pionero" de la consulta. Todo el proceso estuvo supervisado por Ricardo Cortés, el delegado federal del PSOE en el exterior (número 18 de la candidatura del 25-M).

No hubo intervención en el Comité Federal

López contestó el viernes pasado a Herrerro. "Me volvió a decir que lo sentía, que había hecho todo lo posible. No hubo mala contestación, pero felices no podíamos sentirnos, claro que no". Sabater acabó ocupando el puesto 33. María Muñiz venía esta vez propuesta por Asturias, pero se quedó en el 21, también fuera de la parrilla de salida, porque el candidato que con más ahínco defendió el presidente del Principado, Javier Fernández, era el economista Jonás Fernández, que se llevó el número 14. En el Comité Federal del sábado, Herrero no intervino, pero tanto ella como su compañero de federación, Marco Ferrara (líder del partido en Lausana, Suiza), se abstuvieron. "Prácticamente todos los barones se habían marchado. Nosotros con nuestra abstención ya mostramos nuestra disconformidad con el puesto que nos habían asignado. La lista ya estaba aprobada y consideramos que no merecía la pena intervenir", justificó la secretaria general.

Herrero no oculta su malestar: "Sabemos que somos una federación muy pequeña, que tenemos el peso que tenemos. Pero no tenemos diputados, ni senadores, ni concejales, ni alcaldes. Y ya ni eurodiputados. Aquí los militantes son afiliados puros y duros, de verdad, por convicciones. Tener un europarlamentario era la única forma de llevar nuestra voz a las instituciones. Es este olvido de Ferraz el que nos duele más. Da la sensación de que somos una federación de segunda, y eso es un mensaje peligroso. Pese a todo, vamos a hacer campaña como siempre y vamos a dejarnos la piel, porque lo importante es ganar estas elecciones del 25-M". 

Ferraz, por su parte, alega las dificultades que siempre entraña confeccionar una lista, y la escasez de puestos de salida. "¿Cuánta gente va en un peor sitio de lo que les gustaría? Todo el mundo considera que tiene que ir mejor y todos los que van delante siempre tienen una razón. Por eso es duro hacer una lista, pero hablar, claro que hemos hablado con todos", aducía un dirigente muy implicado en las negociaciones. Hubo "tensiones", como describió sin tapujos el secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, quien incluso tuvo que cambiar de candidato (pasó de Ángel Luna a Inmaculada Rodríguez-Piñero) para no verse desplazados al número 18. 

Sin reuniones con Rubalcaba

Pero el memorial de agravios del PSOE Europa es algo más largo. Herrero, al igual que otros miembros de la federación consultados por este diario, se queja de que Rubalcaba no se haya reunido con ella desde el congreso federal de 2012, como lamenta que no haya sido convocada a ninguna reunión de barones territoriales, cuando en la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero esas citas sí que eran "normales" y frecuentes. "Me parece que no es muy justo ese tratamiento hacia nosotros", expresaba ayer martes Herrero. El punto de inflexión de las relaciones con Ferraz se produjo a raíz de la reforma de la Ley Electoral de 2011, que introdujo el voto rogado –los emigrantes deben inscribirse en el censo y solicitar el derecho al voto antes de poder ejercerlo–, pactada por PSOE y PP, con Rubalcaba precisamente en el Ministerio del Interior. Herrero: "Nos opusimos rotundamente. Fuimos durísimos y hubo gente en el partido que no se lo tomó muy bien. Al final, el tiempo nos demostró que teníamos razón. Y Ferraz ha acabado asumiendo que es necesaria una marcha atrás", porque el voto de los expatriados se redujo drásticamente. 

El PSOE Europa también se duele de que no haya habido una relación fluida con la secretaria de Emigración de la ejecutiva federal, Carmela Silva, diputada en el Congreso y teniente de alcalde en Vigo. "No nos sentimos solos porque hay dirigentes y federaciones con las que hablamos y trabajamos mucho, pero otras cosas fallan estrepitosamente. Con Ricardo Cortés la relación es muy buena y muy constante. De modo que la relación con Ferraz no es pésima, pero sí mejorable. Nuestra gente demanda una sensibilidad mayor, sobre todo después de unas primarias que habían motivado a la militancia", remachó la secretaria general. 

Otros miembros de la federación aportan otra razón para explicar la frialdad de Ferraz: en el congreso federal, el PSOE Europa "se inclinó mayoritariamente por Carme Chacón". "Y ellos [el equipo de Rubalcaba] tomaron buena nota. A Miriam jamás la felicitaron cuando fue elegida secretaria general en mayo de 2012, y ni se han acordado de nosotros. Y eso que de 2004 a 2008 crecimos muchísimo y dimos unos resultados muy buenos al partido. Antes de 2004 esta era una federación tímida y seguidista de Madrid. Estaba moribunda y nos empoderamos", apuntaba un dirigente de la federación. Su juicio es muy severo: "No conocía el desprecio y la mediocridad hasta llegar aquí". 

El PSOE Europa intenta sobreponerse al temporal. Animar a su gente, normalizar relaciones y pensar, sobre todo, en el 25-M. En "ganar las elecciones y hacer la mejor campaña", como dice Herrero. Porque la lista está ya hecha, para bien y para mal, y aprobada por un 98% del Comité Federal. 

 

El abrumador 98% con el que el Comité Federal del PSOE aprobó el pasado sábado su lista para las elecciones europeas del 25 de mayo, encabezada por Elena Valenciano y Ramón Jáuregui, sepultó un descontento que sí se exteriorizó en la votación. Parte de ese malestar se contó en la reunión: fueron Izquierda Socialista y la federación de Baleares quienes protestaron por sentirse excluidos o desplazados. De ambos salieron los cuatro votos en contra. Pero hubo además dos abstenciones. Y las dos procedían de los dos representantes del PSOE Europa, la federación que cobija a los militantes de 14 agrupaciones repartidas en seis países. Su dirección, que había organizado incluso unas primarias abiertas para elegir a sus dos candidatos en la lista, se vio chafada por el resultado. La vencedora de la consulta, Ángela Sabater, quedó situada en el número 33, muy lejos de los 20 primeros puestos de salida. El PSOE Europa se dice "dolido" por el "olvido" de Ferraz porque cree que tenía argumentos de sobra para estar más arriba. El equipo de Alfredo Pérez Rubalcaba, en cambio, pone por delante la dificultad de componer una lista cremallera, con pocas plazas para Bruselas, y en la que hay que encajar muchas apetencias de los territorios. 

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