De nuevo, ni una sola explicación sobre su amistad con Pachi Lucas. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, sigue empeñado en mantener su silencio cada vez que un periodista, o un diputado (como ocurrió este miércoles en el Parlamento de Galicia), le pide que aclare qué relación tiene con el empresario al que la Policía ha señalado como el conseguidor de la trama de cursos falsos financiada con fondos públicosconseguidor que supuestamente dirigía Gerardo Crespo, un conocido militante del Partido Popular de A Coruña.
La petición de explicaciones que, una vez más, le formularon en el Parlamento de Galicia los portavoces del PSOE gallego, AGE (la coalición formada por Esquerda Unida y los nacionalistas de Anova) y BNG se estrelló con la férrea voluntad de Feijóo no sólo de no responder sino de replicar acusando abierta o tangencialmente a todos los grupos de la oposición de la comisión de actos de corrupción, para lo que mezcó supuestas adjudicaciones irregulares del Gobierno bipartido de hace casi seis años con las informaciones que señalan a la diputada madrileña Tania Sánchez como culpable de nepotismo.
El presidente de la Xunta sí aprovechó la ocasión para revelar que el juzgado ha solitado toda la documentación sobre cursos de formación financiados por el Gobierno gallego desde el año 2000, cuando aún presidía Galicia el fallecido Manuel Fraga.
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Aunque calla sobre el conseguidor, Feijóo sí se muestra ahora dispuesto a comparecer en el Parlamento para dar explicaciones. Un cambio de actitud que ha relacionado con la decisión del juzgado de hacer pública la lista de imputados en el supuesto fraude, bautizado por la Policía como Operación Zeta. “Ahora, con la lista de imputados, podremos comparecer y aclarar la actitud de mi Gobierno, que no ha cambiado: inspeccionar, investigar, denunciar, personarnos y recuperar más de 6,6 millones de euros”, ha asegurado.
Eso sí, Feijóo ha defendido a su conselleira de Traballo, a pesar de que entre los 30 imputados en el caso figuran tres altos cargos de su departamento ya destituidos u obligados a renunciar: el exdirector xeral de Traballo Odilo Martiñá Rodríguez, el que fue jefe territorial de la consellería,Luis Alberto Álvarez Freijido, y el exjefe de Servicio de Empleo Joaquín Vila Sampayo.
Aunque a los tres se les imputan delitos de tráfico de influencias y cohecho, Feijóo cree que su jefa en la Xunta, Beatriz Mato, no tiene “ninguna responsabilidad”. “Y como no la tiene, tenga la inmensa seguridad de que no la voy a destituir en ningún caso", ha proclamado a una de las portavoces de la oposición.
De nuevo, ni una sola explicación sobre su amistad con Pachi Lucas. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, sigue empeñado en mantener su silencio cada vez que un periodista, o un diputado (como ocurrió este miércoles en el Parlamento de Galicia), le pide que aclare qué relación tiene con el empresario al que la Policía ha señalado como el conseguidor de la trama de cursos falsos financiada con fondos públicosconseguidor que supuestamente dirigía Gerardo Crespo, un conocido militante del Partido Popular de A Coruña.