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La letra pequeña de la 'agenda social' de Feijóo: medidas de la derecha de siempre para atraer a PNV y Junts

Alberto Núñez Feijóo a su llegada al Comité Ejecutivo Nacional de la formación, este lunes en Madrid.

La conciliación es palabra que está, a menudo, más presente en el discurso de los políticos que en las políticas públicas que se impulsan desde el Congreso. Y ahora el Partido Popular la quiere convertir en ley para disputarle la agenda social al Gobierno de Pedro Sánchez. Así lo ha anunciado este lunes el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ante el comité ejecutivo nacional de su partido, que reúne a los principales cargos y los barones autonómicos. Una ley que Feijóo presentará a patronal y a los sindicatos y que registrará en el Congreso en los próximos días.

A falta de tener más detalles de la norma, Feijóo avanzó que su partido quiere eliminar la obligatoriedad fijada por ley en los permisos de paternidad y maternidad las primeras seis semanas después del parto. Actualmente ambos progenitores deben hacer uso de ese tiempo de forma obligatoria e ininterrumpida tras el nacimiento del bebé. "El PP no va a meterse en cómo se reparten los permisos las madres y de los padres. Tendrán libertad para utilizarlos durante el primer año del bebé", resumió, insistiendo en el mensaje de "libertad" que predica la derecha.

Un cambio que únicamente podría afectar al permiso del padre, que en lugar de cogerlo las seis primeras semanas podría podría utilizarlo más adelante. La madre, sin embargo, sí está obligada por normativa europea a cogerlo esa primera quincena. Fuentes del PP señalan que la iniciativa responde a una demanda planteada por algunos colectivos porque los padres "pierden" un mes y medio al compartir esa seis primeras semanas de crianza e insisten en que podría disfrutarlas más adelante para alargar el periodo de crianza antes de reincorporarse al trabajo.

Feijóo insistió este lunes en que "este país debe de poner alfombra roja a quien tenga la valentía de traer una persona al mundo" y aseguró que no es admisible "que la conciliación recaiga en las abuelas o en los abuelos", pero lo cierto es que, según los datos, son las madres las que tienden a renunciar a su trabajo en mayor medida que sus compañeros, esencialmente para hacerse cargo del cuidado familiar. La evolución de las excedencias ha ido avanzando en favor de la equidad, pero esta se mantiene todavía como una utopía según los datos.

El PP recurre a sus 'viejas' recetas para conciliar

Igualar los permisos parentales y hacerlos intransferibles fue una de las principales banderas de la anterior legislatura y herencia del anterior Gobierno del PSOE. Un paso para terminar con el sesgo de género ligado a la conciliación y con las muchas brechas que se expresan en los principales indicadores del mercado laboral. En el año 2019 el Ejecutivo de Sánchez aprobó por decreto un incremento progresivo del permiso de paternidad: ese año el permiso de los varones fue de ocho semanas, en 2020 de doce semanas y en el año 2021 se alcanzaron las 16. Se trata de las mismas semanas a las que tiene derecho la madre.

El año que se aprobó la ampliación de permisos el PP, entonces liderado por Pablo Casado, llevó al Tribunal Constitucional el real decreto-ley del Gobierno de coalición del PSOE y de Unidos Podemos al considerar que la fórmula escogida, por la vía de urgencia, respondía a un motivo electoralista. El tribunal de garantías tumbó el recurso por siete votos a cuatro. Ahora, Feijóo defiende la ampliación de los permisos hasta las 20 semanas, una medida comprometida ya en el acuerdo de Gobierno entre PSOE y Sumar y que los de Yolanda Díaz querían incluir en los Presupuestos Generales del Estado de 2024, que finalmente no vieron la luz.

Pese a su predisposición a ampliar estos permisos, Feijóo sigue recurriendo a las viejas recetas de la derecha en el aspecto económico. Su vicesecretaria de Igualdad, Conciliación y Política Social, Ana Alós, anunció la pasada semana que la ley de conciliación estará acompañada de incentivos fiscales destinados a las empresas que contraten a mujeres que se reincorporen al mercado laboral después de una excedencia por cuidado de hijos o familiares y una exención de dos años en las cuotas de autónomos para las mujeres que regresen a su actividad.

Otro de los puntos de esa futura ley es la gratuidad de las escuelas infantiles. "La educación infantil va a ser gratuita en España antes o después, es posible", aseguró también Feijóo este lunes. La formación conservadora quiere que esta política sea "marca" de su partido y de hecho ya ha empezado a trabajar en ello en algunas comunidades autónomas. Una medida que, en realidad, pasa por financiar la educación infantil, en su mayoría privada, con recursos públicos.  Los expertos creen que beneficiaría a los niños y niñas que acceden a esta etapa educativa: el 60% de los de familias de clase alta y el 30% de las de clase baja.

Feijóo se 'olvida' de la amnistía y busca atraer al PNV y Junts

La amnistía ha sido la punta de lanza del Partido Popular desde que arrancó la legislatura hace ya un año. El rechazo al olvido jurídico por parte de la formación de Feijóo ha sido frontal, con recursos de inconstitucionalidad por parte de las autonomías del PP, manifestaciones en las calles, una oposición feroz en las Cortes —hasta el punto de retrasar su aprobación en el Senado— y también en Europa. Ahora, sin embargo, el PP ya da por amortizado el daño que le ha podido hacer al Gobierno y, a la espera del Constitucional, busca dar la batalla desde otros frentes.

El líder del PP es consciente de que no cuenta con una alternativa numérica a Sánchez —hace un año se quedó a cuatro escaños de ser investido— pero sí considera que puede contar con apoyos puntuales de formaciones como el PNV o Junts. Los primeros ya han garantizado la continuidad del socialista al frente de la Moncloa, pero no tienen problema en apoyar propuestas que presenten los de Feijóo, como ya ocurrió recientemente con la de Edmundo González.

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El caso de Junts es más complejo, ya que sus dirigentes son impredecibles. No está instalado en el no a todo, pero las posibilidades de rechazo se multiplican cuando se cruza la variable nacional, es decir, cuando la política sobre la que se debe decidir puede ser interpretada como una invasión de las competencias autonómicas. Génova busca una alianza ideológica —fuentes de la formación creen que es más razonable que voten iniciativas del PP en materia de vivienda que, por ejemplo, de Sumar— y por ese motivo recurre a las recetas de la derecha de siempre para convencerlos, aunque no haya una negociación de por medio.

La relación con la formación de Carles Puigdemont es compleja. Durante la campaña gallega trascendió que el líder del PP estuvo dispuesto a estudiar durante 24 horas concederle la amnistía a Junts y sopesó la posibilidad de un indulto condicionado a Puigdemont, lo que encendió los ánimos en el partido, especialmente en el PP catalán, que rechaza cualquier pacto con Junts. En este último año se han sucedido las declaraciones contradictorias sobre el tipo de relación que deben mantener con los miembros de la antigua Convergència.

El plan de Feijóo es que ambos partidos, junto con Vox, le ayuden a tumbar algunos proyectos del Gobierno y, aunque en el PP admiten que está lejos de suceder, no descarta que le den su apoyo para realizar una moción de censura contra Sánchez en algún momento de la legislatura. El líder del PP se da tiempo.

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