Filiales, transferencias tecnológicas, socios... los tentáculos de Israel en la industria militar española

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Elbit Systems, Rafael, Israel Aerospace Industries (IAI), Palantir... Las principales empresas armamentísticas con capital israelí tienen una importante presencia en España tanto en ventas de armamento como en el mantenimiento de los equipos adquiridos por el Ministerio de Defensa para los tres ejércitos. Los militares españoles usan desde hace décadas material de Defensa israelí. Misiles anticarro Spike, sistemas de artillería por control remoto Mini Samsom, morteros móviles Cardom o el dispositivo de guiado de misiles para cazas Litening. Algunos de estos contratos, estratégicos para España, se adjudicaron con posterioridad al inicio de la guerra de Gaza. Es el caso del lanzacohetes de alta movilidad SILAM para el Ejército de Tierra o el de sistemas de inteligencia artificial para las Fuerzas Armadas adjudicado a Palantir. Muchos de esos equipos están siendo utilizados en la actual campaña israelí en Gaza, Cisjordania y Líbano, según el Centre Delàs d'Estudis per la Pau, con los consiguientes problemas éticos. "Pero además, los beneficios generados por nuestras compras, tienen efecto en el conflicto porque, mediante esas importaciones, España fortalece a los principales suministradores de material bélico de Israel", explica Pere Ortega, investigador del grupo catalán de estudios sobre armamento.

La presencia armamentística israelí en España en parte se instrumentaliza directamente mediante sus filiales en nuestro país. Pero en las principales adjudicaciones españolas, Israel cuenta también con socios nacionales que cooperan en la adaptación de esos sistemas al material de las Fuerzas Armadas españolas. O en su mantenimiento. También fabrican material diseñado en ese país gracias a convenios de transferencias de tecnología. Indra, Escribano Mechanical and Engineering, la especialista en tecnología de las comunicaciones Tecnobit, Santa Bárbara (filial española del gigante de EE UU General Dynamics), Expal, Fabrica de Municiones de Granada (FMG)... Son algunas de las compañías españolas que cooperan para que el material militar y de seguridad procedente de Israel pueda ser usado en España. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha asegurado que las importaciones de armamento israelí se han paralizado desde el inicio de la guerra en la Franja, el 7 de octubre de 2023. Pero los grandes programas de armamento procedente de ese país -aprobados antes, pero también con posterioridad a la guerra- siguen en marcha. Estos son sus principales actores.

Las filiales de las compañías israelíes en España

PAP Tecnos Innovación, con sede en Torrejón de Ardoz (Madrid) es la filial española de la principal empresa pública de armamento israelí, Rafael Advanced Defense Systems. Se trata de la segunda compañía de armamento israelí en volumen de negocio y la número 33 a nivel global. Su director ejecutivo, el general Yoav Har-Even, la señala como "un pilar central en la seguridad nacional israelí" a la que contribuye con la célebre Cúpula de Hierro, el mayor sistema de defensa antiaérea del país que durante el conflicto de Gaza ha neutralizado gran parte de los ataques procedentes de la Franja y de la guerrilla libanesa Hezbolá. El 58% de sus ventas van a parar al Ejército israelí (casi 1.000 millones de euros al año) y en los últimos ejercicios ha venido aportando a su propietario, el Estado de Israel, un dividendo de unos 500 millones en cada uno de ellos.

Rafael, a través de su filial en España PAP Tecnos (fundada en 1996), suministra al Ejército español al menos desde 2006 -cuando consta una adjudicación de 324 millones de euros- de el misil anticarro Spike, con un alcance de entre 5,5 y 10 kilómetros. La última operación con estos sistemas de artillería se formalizó el pasado 22 de noviembre con la compra de 168 puestos de lanzamiento y 1.680 proyectiles del modelo LR2 por un valor de 237,5 millones de euros. Desde hace 15 años, la corresponsal en España de Rafael también distribuye al Ejército de tierra la plataforma de armamento por control remoto Mini Samson, que se puede instalar sobre vehículos todo terreno o blindados y monta ametralladoras y lanzagranadas automáticos. La compra de estos sistema implica, en muchas ocasiones, su mantenimiento y reparación por parte del fabricante. El último contrato con PAP Tecnos de este tipo de servicios, por 82.644 euros, se firmó el 23 de noviembre pasado.

Otra empresa con capital israelí y filial en España es la tecnológica especializada en análisis de datos e inteligencia Palantir Technologies, fundada por el magnate Peter Thiel y dirigida por el polémico Alex Karp. Palantir. Con sede en Denver (EE UU) es un socio estratégico del Gobierno de Benjamin Netanyahu al que, desde el inicio de la guerra, ha proporcionado sistemas de Inteligencia Artificial de uso militar que sirven para identificar objetivos a las tropas y proponer planes durante las operaciones. "En todas partes hay gente que no está de acuerdo con nuestras decisiones, especialmente con nuestra decisión de ayudar a Israel", dijo Karp el pasado enero. "Sus voces son escuchadas... y seguimos adelante con nuestro apoyo a Israel". El uso de Inteligencia Artificial en la guerra ha provocado la muerte de al menos 15.000 personas en Gaza, según una investigación de medios israelíes publicada en abril en la que también participó The Guardian. Estos sistemas utilizan algoritmos que analizan redes sociales y dispositivos móviles para buscar víctimas sin apenas intervención humana.

Pese a las críticas que ha suscitado el uso de este tipo de tecnología, el Ministerio de Defensa español firmó un contrato con su filial en España (Palantir Technologies Spain, con sede en el madrileño barrio de Salamanca) el pasado 6 de noviembre para que la multinacional facilite "una solución de fusión y análisis de inteligencia en el ámbito del sistema de inteligencia de las fuerzas armadas" y valorado en 16,5 millones de euros, según el pliego publicado en la Plataforma de Contratación del Sector Público, adelantado por el Centre Delàs. "Estoy sumamente orgulloso de que después del 7 de octubre, en unas semanas, estemos en el terreno y participemos en operaciones cruciales en Israel", dijo Karp el pasado 13 de marzo. Su apoyo sin fisuras a Netanyahu ha provocado desde entonces que algunos empleados hayan dejado la compañía.

Los principales socios españoles

Uno de los proyectos más importantes del programa de defensa español es la adquisición del sistema lanzacohetes de alta movilidad SILAM, después de que el ejército jubilara su anterior modelo, el Teruel, en 2011 al haberse quedado obsoleto. El prototipo elegido es el dispositivo israelí PULS, fabricado por el principal actor israelí en el mercado de armamento, Elbit Systems. El programa, aprobado por el Gobierno antes de la guerra, se adjudicó el pasado diciembre, dos meses después de su inicio, por 576,5 millones de euros. La israelí Elbit pone la tecnología, pero la fabricación correrá a cargo de dos socios radicados en España bajo su licencia.

El primero de los socios españoles del gigante armamentístico israelí es Escribano Mechanical and Enigneering, la décima empresa en el sector español por volumen de negocio con sede en Alcalá de Henares (Madrid). La compañía familiar, liderada por los hermanos Ángel y Javier Escribano, empezó su trayectoria en 1989 como un pequeño taller de mecanizados y en 25 años ha conseguido colocar sus sistemas de armamento en 25 países además de convertirse en el principal socio industrial de Indra, con un 3% de su capital. En el proyecto SILAM, la compañía se encargará de fabricar los componentes mecánicos y electrónicos de los 12 lanzacohetes de patente israelí.

El segundo socio español que participará en el proyecto liderado por Israel será Expal Systems. Nacida en Nanclares de Oca (Álava) como Explosivos Alaveses en los años cuarenta del siglo pasado, fue adquirida en 2022 por el gigante alemán Rheinmetall, la firma que ocupa el número 20 en el ránking del sector armamentístico global. Especializada en explosivos y munición de artillería, tiene factorías en Albacete, Cáceres, Madrid, Murcia, Burgos y Asturias. Rheinmetall Expal Munitions fabricará los 680 cohetes de entre 35 y 300 kilómetros de rango inicialmente adquiridos por Defensa.

Escribano y Expal también participan como socios, esta vez de la israelí Rafael, en la fabricación de sistemas de misiles Spike LR2 adquiridos por Defensa en diciembre. Mientras la primera trabaja en el sistema de guiado del misil, el cañón con el que se dispara y el sistema de lanzamiento, Expal produce componentes de los motores y el explosivo. A ellas se suman otras dos compañías españolas: Tecnobit -del grupo Oesía y especializada en sistemas de visión inteligente y comunicaciones tácticas- que se encarga del sistema de guiado, y Fábrica de Municiones de Granada (FMG) que trabaja en el explosivo de las cabezas de guerra.

Tecnobit e Indra -esta última la cuarta empresa de Defensa española solo por debajo del conglomerado de Airbus y Navantia- también trabajan en programas de colaboración con la industria israelí en los contratos de suministro y mantenimiento del designador de objetivos láser Litening, fabricado por Rafael, que Defensa lleva adquiriendo varios años para guiar los misiles de sus cazas F-18 y Eurofighter. Indra, además, formó parte del consorcio mediante el que España compró cuatro drones Searcher a Israel Aerospace Industries (IAI) con los que cuenta desde 2008 (14,3 millones de euros). IAI es la segunda compañía de armamento israelí y la 28 a nivel global por volumen de negocio.

Elbit Systems, Rafael, Israel Aerospace Industries (IAI), Palantir... Las principales empresas armamentísticas con capital israelí tienen una importante presencia en España tanto en ventas de armamento como en el mantenimiento de los equipos adquiridos por el Ministerio de Defensa para los tres ejércitos. Los militares españoles usan desde hace décadas material de Defensa israelí. Misiles anticarro Spike, sistemas de artillería por control remoto Mini Samsom, morteros móviles Cardom o el dispositivo de guiado de misiles para cazas Litening. Algunos de estos contratos, estratégicos para España, se adjudicaron con posterioridad al inicio de la guerra de Gaza. Es el caso del lanzacohetes de alta movilidad SILAM para el Ejército de Tierra o el de sistemas de inteligencia artificial para las Fuerzas Armadas adjudicado a Palantir. Muchos de esos equipos están siendo utilizados en la actual campaña israelí en Gaza, Cisjordania y Líbano, según el Centre Delàs d'Estudis per la Pau, con los consiguientes problemas éticos. "Pero además, los beneficios generados por nuestras compras, tienen efecto en el conflicto porque, mediante esas importaciones, España fortalece a los principales suministradores de material bélico de Israel", explica Pere Ortega, investigador del grupo catalán de estudios sobre armamento.

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