El fiscal superior saliente de la Región de Murcia, Manuel López Bernal, alertó de las presiones y ataques que sufría la Fiscalía de Murcia al anterior jefe de Anticorrupción, Antonio Salinas, con la intención de que informara a la entonces fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal.
López Bernal informó a Salinas, superior jerárquico del delegado de Anticorrupción en Murcia, Juan Pablo Lozano, que desde julio pasado este había sido objeto de dos asaltos de su vivienda. En el primero de ellos, los asaltantes, "delincuentes profesionales", robaron a Lozano un ordenador con toda la información de los casos que investiga, entre los que se encuentran las tramas de corrupción Novo Carthago y Umbra, pero también la del AVE a la Región de Murcia.
De esta forma, López Bernal pone en evidencia al ministro de Justicia, Rafael Catalá, que este jueves respondió al fiscal superior de Murcia, Manuel López Bernal, que si sufrió intimidaciones y desprotección en el ejercicio de su trabajo contra los casos de corrupción que investigaba debería haberlo puesto en conocimiento de la Fiscalía General del Estado para que velara por la protección de sus derechos: "Si ha tenido problemas para el ejercicio de sus responsabilidades lo podrá poner en conocimiento de la Fiscalía General o lo debería quizá haber puesto para ser tutelado en sus derechos", completó el ministro.
Catalá hizo estas declaraciones después de que López Bernal asegurara en sendas entrevistas en la Cadena Ser y en Al Rojo Vivo de La Sexta que el Ministerio Público había sido objeto de intimidaciones y presiones: "Puedo asegurar que hablé con el fiscal de Anticorrupción, Antonio Salinas, para que lo pusiera en conocimiento de la fiscal general Consuelo Madrigal", ha dicho en declaraciones a infoLibre, al mismo tiempo que ha reiterado que los ataques también fueron denunciados a la Delegación del Gobierno y a la Policía Nacional.
"No tuvimos contestación"
De esta forma, el fiscal superior de Murcia saliente informó a Salinas de los hechos después de que se produjera, en julio de 2016, el primer ataque a la vivienda del fiscal delegado de Anticorrupción en Murcia: "Y como no tuvimos contestación ninguna, pues ya la siguiente no comunicamos nada", ha completado López Bernal a preguntas de este diario, en cuya contestación se refiere al segundo asalto del que fue objeto la vivienda del fiscal Juan Pablo Lozano, que tuvo lugar el pasado día de Reyes.
Este periódico ha tratado, sin éxito, de contactar con el ex fiscal jefe de Anticorrupción Antonio Salinas, para que confirmara los hechos. Salinas está jubilado desde el pasado mes de octubre. López Bernal asegura que hace quince días se reunió con el nuevo fiscal general del Estado, José Manuel Maza: "Le pedí hora para explicarle las expectativas y lo que pasaba en Murcia, pero creo que no hablé de ese tema, no lo puedo asegurar al 100%. No lo recuerdo, porque hablé de tantas cosas y tan de prisa... porque tenía sólo 10 minutos".
López Bernal tiene claro lo que puede pasar en España si no se paran los ataques a los fiscales: "Nos podemos encontrar en pocos años con que nadie quiera luchar contra la corrupción. Lo que no puede ser es que los perseguidos seamos los fiscales que luchamos contra la corrupción. Creo que la mayoría de los funcionarios de Anticorrupción sienten una cierta desprotección, al menos los compañeros con los que he hablado se sienten así".
Precisamente este lunes, el nuevo fiscal superior de Murcia, José Luis Díaz Manzanera, apuntó la posibilidad de que sea el propio Manuel López Bernal el fiscal que continúe con la acusación del caso Auditorio, en el que está siendo investigado el actual presidente murciano, Pedro Antonio Sánchez (PP): "No lo hemos hablado todavía, pero a mí no me gustaría por cómo están las cosas, no creo que sea el más indicado", contestó López Bernal, que alabó el trabajo de Díaz Manzanera y que le calificó como "compañero, amigo y buen fiscal".
Sin embargo, como López Bernal es consciente de la complejidad que puede tener el caso Auditorio, considera que uno de los dos, Díaz Manzanero o el propio López Bernal, tendrá que asistir a la declaración como imputado del presidente de Murcia del 6 de marzo: "Tenemos que ser él o yo, porque somos los únicos que conocemos la investigación. Él la conoce de forma más reciente, porque ha sido la persona que ha llevado el tema en Lorca. Deberíamos ser él o yo, o los dos juntos, pero no creo que yo sea el más indicado".
"Un concierto para matarme"
Pero los ataques que ha sufrido el propio López Bernal, entre los que se incluye una reciente querella contra él y su familia "por cortar unos pinos hace más de 30 años", no han sido las primeras. En su primera etapa en Murcia, como responsable de la Fiscalía Antidroga, fue alertado de los planes de delincuentes para acabar con su vida: "Claro que recibimos amenazas, en esa época recibí una y no fue sólo una amenaza. En una prisión se detectó un concierto para matarme. Lo detectó la misma prisión en unas conversaciones en el economato de la cárcel, en las que decían que habían contratado a un señor, y el director de la prisión me lo comunicó, y la Guardia Civil hizo una investigación".
Desde que en 2006 López Bernal fue nombrado fiscal superior de Murcia por el fiscal general Cándido Conde-Pumpido, su nombre siempre ha aparecido en las ruedas de prensa de los partidos políticos murcianos: "Todo esto no ha empezado con los ataques a la vivienda de Juan Pablo Lozano; se me atacó siempre, desde el minuto uno, desde que tomé posesión en 2006 y dije que iba a luchar contra la delincuencia de cuello blanco. Ahí empezaron los ataques de todo tipo, me dijeron que era un sicario del PSOE", se lamenta el fiscal.
El todavía fiscal superior de Murcia ha precisado que, al denunciar "presiones", se refiere a "cuando se producen descalificaciones públicas por parte de miembros de algún partido político" y, también, a aquellos profesionales que publican artículos "insultantes" que, "en muchas ocasiones, tienes la sospecha de que son previamente pagados y que responden a intereses que no son los de la información".
En este sentido, el representante del Ministerio Público murciano ha explicado que, con el paso de los años, la presión sobre la Fiscalía "no ha disminuido, sino que ha ido en aumento. Pese a que muchos políticos han sido imputados, se han mantenido durante meses e incluso años en sus puestos", como por ejemplo fue el caso del exconsejero de Agricultura y Medio Ambiente Antonio Cerdá y el exdelegado del Gobierno Joaquín Bascuñana.
"Tanto tiempo imputados"
"Yo lamento que hayan estado tanto tiempo imputados, pero el problema sinceramente creo que no es nuestro, desde luego no es de la Fiscalía. Nosotros disponemos de una Policía adscrita que está compuesta por tres inspectores y de medios vamos francamente mal", ha resaltado López Bernal, que ha completado: "El apoyo de Hacienda en cuanto que recurrimos a ellos en auxilio, y bueno, nos ponen a disposición a algún inspector o subinspector, pero que tiene que compaginar eso con sus trabajos en la Agencia Tributaria".
López Bernal también ha investigado a cargos del PSOE en la Región de Murcia, una comunidad en la que el PP llegó a recibir un 60% de los votos en unas elecciones autonómicas: "Hay un diputado del PSOE de Murcia condenado después de una querella interpuesta por la Fiscalía, y hay dos alcaldes del PSOE imputados por la investigación del Ministerio Público, como es el caso de Juan Escudero (Los Alcázares) y Manuel Hurtado (exsenador y exregidor de Ceutí)Manuel Hurtado.
Asimismo, López Bernal rechazó que su mujer haya tenido relación con la querella contra el presidente de la región, Pedro Antonio SánchezPedro Antonio Sánchez: "Que se haya dicho que mi mujer ha tenido que ver con esa querella es simplemente indigno y de canallas", ha aseverado el fiscal, que ha asegurado a infoLibre que su mujer, en 2006, ya tenía un despacho personal: "Cuando me nombraron y antes de que yo tomara poseción, por lo menos 15 o 2o días antes, no era un despacho del PSOE, sino un despacho personal de ella. Dejó el despacho, y desde entonces no se dedicó a otra cosa que a llevar reclamaciones de cantidades de Caja Murcia, y no intervino en ningún proceso penal, y hace ya como cinco o seis años que abandonó la abogacía por completo", ha completado el fiscal saliente.
"Me quedan dos años y medio para jubilarme, y cuatro y medio si hay prórroga", ha indicado López Bernal, que ha recordado que él llevaba 11 años como fiscal superior y cree que se ha ganado "vivir un poco más tranquilo" de lo que ha vivido "durante estos 11 años de lucha permanente". Sin embargo, el fiscal va a seguir investigando: "Tengo 6 o 7 investigaciones, por lo que tengo trabajo de sobra", ha recordado el fiscal, que asegura que hará "lo que mande el jefe".
"Ir a por mí"
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Preguntado sobre si ha tenido conocimiento de que ha podido ser investigado, López Bernal ha apuntado que "una fuente de información" le llegó a decir que habían contratado "un bufete de abogados para ir a por mí". López Bernal siempre ha sido consciente de que la seguridad era importante, pero especialmente tras los allanamientos sufridos por su compañero: "Yo siempre lo he tenido presente, sobre todo cuando te dicen que va a ir a por tí, ya que intentas defenderte".
El fiscal saliente asume que durante 11 años ha podido pisar muchos callos con su trabajo, pero se considera satisfecho: "En los 10 años anteriores a mi entrada, se habían presentado tres querellas contra objetores de conciencia y una denuncia. Y en mi mandato la Fiscalía ha presentado 800 denuncias y 250 querellas. Yo creo que es un cambio de Fiscalía".
Entre estas denuncias y querellas, el Ministerio Público también ha investigado a importantes empresas murcianas, como por ejemplo Polaris World, o incluso la gestión del agua, un tema muy sensible en la Región de Murcia: "La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) nos comunica, por orden nuestra y de forma periódica, las sustracciones de agua cuando tienen una cierta entidad. Y si hay delito lo denunciamos", concluye el fiscal murciano destituido por el nuevo Fiscal General.
El fiscal superior saliente de la Región de Murcia, Manuel López Bernal, alertó de las presiones y ataques que sufría la Fiscalía de Murcia al anterior jefe de Anticorrupción, Antonio Salinas, con la intención de que informara a la entonces fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal.