El fiscal del Tribunal Supremo Antonio Barranco ha defendido que los autores del chivatazo a la banda terrorista ETA que se produjo en el bar Faisán de Irún (Gipuzkoa) el 4 de mayo de 2006 no pretendían "ayudar a las pretensiones" de la organización sino proteger "el proceso de paz" que puso en marcha el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero "para acabar con la actividad de la banda".
En la vista de casación que se ha celebrado este martes ante la Sala Segunda del alto tribunal, el representante del Ministerio Público ha solicitado la confirmación de la sentencia que dictó en octubre pasado la Audiencia Nacional, que condenó al exjefe superior de Policía del País Vasco Enrique Pamies y al inspector José María Ballesteros a un año y medio de cárcel y cuatro de inhabilitación.
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"La intencionalidad del chivatazo no era servir a los intereses de la banda sino favorecer una conducta para acabar con esta actividad", ha defendido el fiscal del Supremo. Su compañero de la Audiencia Nacional, Carlos Bautista, solicitó dos años de cárcel para Pamies y uno y medio para Ballesteros por un delito de revelación de secretos aunque, siguiendo la directriz del fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce, ofreció la alternativa de cinco años por colaboración con organización terrorista.
El fiscal del Tribunal Supremo Antonio Barranco ha defendido que los autores del chivatazo a la banda terrorista ETA que se produjo en el bar Faisán de Irún (Gipuzkoa) el 4 de mayo de 2006 no pretendían "ayudar a las pretensiones" de la organización sino proteger "el proceso de paz" que puso en marcha el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero "para acabar con la actividad de la banda".