Franco, su hermano Nicolás y Carceller invirtieron en Argentina "varios millones de pesos" en plena crisis de los años 40

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La desclasificación de 12 millones de documentos secretos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha desvelado que el espionaje de Estados Unidos informó en enero de 1948 a su Gobierno de que el dictador Francisco Franco realizó, en plena crisis de la década de los 40, importantes inversiones en Argentina. En esos años el país sudamericano estaba gobernado por el general pseudofascista Juan Domingo Perón, que desde 1946 ayudó a los generales españoles a romper el aislamiento al que estaba sometido el Gobierno franquista tras la victoria de los aliados en la Segunda Guerra Mundial.

Un informe confidencial de la inteligencia norteamericana, que se titula 'Inversión de capital español' y tiene como fecha el 9 de enero de 1948, pone de manifiesto que mientras la mayor parte de los españoles sufrían una crisis de subsistencia, en Argentina se constituyó una sociedad holding española, "en la que una de las principales figuras es Nicolás Franco, embajador de España en Lisboa y hermano del general Franco. El exministro Carceller también ha sido miembro, y el propio general Franco tiene cierta conexión con la compañía", especifica el cable en su primer párrafo.

Los espías de la CIA en España, que según se desprende de los mensajes desclasificados vivían en Bilbao y en Madrid, aluden, además de al dictador, al hermano mayor de éste, Nicolás Franco, que en esos momentos desempeñaba el cargo de embajador en Portugal. Según el historiador hispanista Raymond Carr, "España sólo se salvó de la hambruna con las importaciones masivas y el regalo de trigo argentinoregalo, que convirtió a Evita Perón en una heroína nacional". Como contraprestación, Franco otorgó en 1947 la Medalla de Isabel la Católica a Eva Duarte de Perón.

Pero el cable realza los motivos de la inversión de Franco y de otras inversiones procedentes de España, que según explica el documento llegaban en masa a Buenos Aires: "[...] la causa de la caída del valor de la peseta en Argentina es la gran afluencia de billetes españoles, que llegan en barco y por Iberia", especifica el espía, que completa su análisis de la situación: "Además de las enormes cantidades de billetes de banco, una abundancia de joyas y piedras preciosas de todo tipo y valor ha llegado a Argentina, enviados con el propósito expreso de invertir capital allí. Esto ha causado una gran depreciación en el valor de esta mercancía, y ha creado un problema serio en la industria de la joya".

  "Las personas que están llevando sus joyas no están ocultando el hecho de que están ansiosas de quitar sus activos de España debido a la inseguridad de la situación"

Asimismo, el reporte de la CIA conocido estos últimos días explica los motivos por los que los acaudalados españoles abandonan su país en plena crisis: "Las personas que están llevando sus joyas a la Argentina no están ocultando el hecho de que están ansiosas de quitar sus activos de España debido a la inseguridad de la situación allí, y el miedo a las fluctuaciones que puede darse en el intercambio".

El mensaje de la CIA también nombra al polémico Demetrio Carceller Segura, exministro de Industria y Comercio entre 1940 y 1945. Según el historiador Josep Fontana, la influencia de este falangista fue muy importante, "ya que ninguno de los negocios, empresas, industrias, comercios, permisos de importación, de explotación, negocios bancarios, establecimientos de industrias o su ampliación, o de comercio, ni una sola actividad industrial, comercial o de la banca españolas, puede realizarse sin contar con el beneplácito de don Demetrio Carceller", por cuyas manos pasaron "miles y miles de millones de pesetas", pero no sin dejar "peaje".

Recientemente, Demetrio Carceller Coll y Demetrio Carceller Arce, respectivamente el hijo y el nieto del ministro Carceller, considerado uno de los principales pronazis de los gobiernos de Franco, han eludido su ingreso en prisión tras comprometerse a abonar 92 millones de euros a la Hacienda Pública después de ser condenados en la Audiencia Nacional por haber cometido varios delitos fiscales.

El nombre de Demetrio Carceller también aparece en otro documento de la CIA vinculado a la palabra "corrupción". En concreto, en el informe diario de 29 de julio de 1951, y bajo el epígrafe "persisten los rumores de cambio en la estructura de Gobierno", los espías explican los rumores de que Franco tendría la intención de delegar en un primer ministro, mientras retenía las competencias de jefe de Estado: "Bajo este plan, presentado por el anterior ministro de Industria Demetrio Carceller, Franco pretendía convertirse en inmune a las críticas populares por la ineficiencia y corrupción del Gobierno". 

  El historiador Josep Fontana: "Ni una sola actividad puede realizarse sin contar con el beneplácito de Carceller", por cuyas manos pasaron "miles de millones", pero no sin dejar "peaje"

Entre los posibles sucesores, continúa el informe de la CIA, se encuentra el propio Demetrio Carceller, que en 1945 abandonó el Gobierno, ya que tenía evidentes vínculos con el nazismo, que había perdido la guerra, pero que era "presidente de la compañía de petróleos española Cepsa, y que fue el que sugirió el plan y es un miembro del comité de dirección de Falange", explica el documento del espionaje de EEUU.

Pero el cable del espionaje norteamericano de 9 de enero de 1948 aporta más datos sobre las inversiones presuntamente realizadas por Franco en el país gobernado por el general Juan Domingo Perón desde 1946: "Esta empresa ha realizado operaciones en Argentina con varios millones de pesos. Ha adquirido la compañía de seguros Providencia, cuyo director es un hombre llamado Clavell. También ha creado una importante empresa dedicada al cemento y otros materiales de construcción, así como una relacionada con los textiles. Ha adquirido grandes pastos de tierra en el sur de la Argentina", indica el documento.

Compra de una finca en Argentina

Otro mensaje de los agentes de la CIA en España en el que la agencia ha borrado el nombre del espía, fechado el 27 de diciembre de 1946 y encabezado por la rúbrica Compra reportada de una finca en Argentina en nombre de la esposa de Franco, aporta más datos sobre la supuesta adquisición de terrenos por la familia del dictador en el sur de Argentina.

"Según la información de principios de diciembre de 1946 de [...] Bilbao y Madrid, del 16 al 23 de noviembre la revista argentina Para Ti, que es una revista femenina, llevó un aviso felicitando a Carmen Polo de Franco, esposa del jefe de Estado español por la compra de una finca en Argentina. [...] da el precio de compra como de 22.000.000 pesetas y el otro de 20.000.000 pesos. La revista llegó a la Península vía Barcelona", especifica el cable, que completa que la revista "fue retirada de la circulación y el censor severamente castigado".

El mensaje de la CIA de 9 de enero de 1948 relata también que la empresa de la familia de Franco confía "en la protección oficial", al mismo tiempo que se aprovechan "de las tasas especiales de cambio para ciertos tipos de mercancías".

Negociaciones comerciales con Argentina

Un año antes de que los espías de la CIA en España informaran a sus superiores sobre las inversiones de Franco, concretamente el 14 de junio de 1947, otro cable informa sobre las negociaciones comerciales entre España y Argentina.

Llama la atención que estas conversaciones diplomáticas las encabeza, por parte de España, el exministro de Industria Demetrio Carceller, que según otros documentos de la CIA es el auténtico protagonista de las inversiones en el país sudamericano: "España está interesada en la importación de productos suecos, especialmente de pasta de papel, pero carece de los productos –principalmente alimentos– que los suecos han indicado que estarían dispuestos a aceptar como intercambio", especifica el informe, que anuncia el traslado a Buenos Aires del integrante de la Falange: "El viaje de Carceller a la Argentina tiene por objeto solicitar a la Argentina que ponga a disposición de EspañaCarceller los productos que España requiere para su exportación a Suecia".

A cambio, según el espionaje de EEUU, "España se compromete a suministrar a Argentina productos manufacturados y determinados valores hasta un importe de 600 millones de pesetas".

  El cable de la CIA explica que un proyecto del exministro Carceller podría extenderse a Uruguay, Chile y Centroamérica

En un mensaje de los espías en España de la CIA, de agosto de 1947, los agentes identifican a tres de los socios de Carceller en las inversiones de capital español en Argentina: "El anterior director general del Gobierno de Franco Ruiz de Alda; Lizascaín, un importante miembro del Banco de San Sebastián; y Urquijo, otro importante capitalista de San Sebastián".

"Además de la fábrica textil adquirida ya, ellos están estudiando la posibilidad de establecerse con una gran fábrica de máquinas de coser que podría competir con las de Estados Unidos", resalta el espía, que completa: "Para lograr este propósito han retenido a un técnico vasco para estudiar un nuevo tipo de máquinas de coser que podría operar bajo pedal o motor".

El cable de la agencia de inteligencia de Estados Unidos explica también que este proyecto empresarial capitaneado por el exministro Carceller podría extenderse a "Uruguay, Chile y eventualmente a países de Centroamérica". 

Y un nuevo mensaje sobre las inversiones de Carceller en Argentina, de 15 de julio de 1947, identifica otro de los empresarios implicados en la inversión española en Buenos Aires: "Además de los esfuerzos de Demetrio Carceller y Eduardo Grane para transferir fondos españoles hacia Argentina se informa de que muchos otros ricos españoles han autorizado a Casavo, un financiero catalán que reside en Argentina, a invertir importantes sumas en la industria local".

  "Durante 1947, fondos equivalentes a 18 millones de pesos llegaron a Argentina desde España"

"Casavo es conocido", prosigue el cable de la CIA, "en los círculos financieros y también mantiene cercanas relaciones con responsables de la Embajada de España. Es una de las personas más importantes de la Compañía Hispano-Americana de Electricidad y es el ejecutor de la voluntad del rico financiero español Francisco Cambó". Cambó fue un político nacionalista catalán que falleció en Buenos Aires en 1947.

El mensaje aporta otros datos sobre las inversiones españolas, como que "Casavo ha iniciado negociaciones con José Iturrat para comprar una fábrica textil por 20.000.000 de pesos" y que esta inversión inicial "es una simple operación en relación con lo que tienen planeado en el futuro". 

Otro mensaje, de 5 de abril de 1949, aporta nuevos datos sobre el socio de Carceller, "Eduardo Grane, vicepresidente y director general del Banco Español del Río de la Plata", quien, según la CIA, en 1947 durante un viaje a Europa fijó agentes locales de su banco en Francia, Italia, Inglaterra y Suiza. "En Italia y España hizo contactos con figuras excepcionales del mundo industrial y financiero para proponerles que realizaran inversiones en Argentina a través de su banco".

Eduardo Grane, que acabó formando parte del directorio del Instituto Mixto de Inversiones Inmobiliarias, tuvo especial éxito en sus gestiones en España, según la CIA: "Durante 1947, fondos equivalentes a 18 millones de pesos argentinos llegaron a Argentina desde España por mediación del Banco Español del Río de la Plata. Esos fondos fueron invertidos en bienes raíces, principalmente en Mar del Plata y en la región de la Costa Atlántica".

Y finalmente, un cable de los espías de EEUU explica que el presidente de la junta del banco, Timoteo Balbín, invitó "al señor Ibarra, de la compañía naviera, a venir a Argentina. La firma de Ibarra planea invertir alrededor de 30 millones de pesos en Argentina en astilleros y en la compra de barcos". ________________________

Mañana, segunda parte: La CIA sobre Juan de Borbón: "Heredó unos 50 millones de pesetas de su abuela María Cristina, que de forma prudente había invertido en Suiza y EEUU"

La desclasificación de 12 millones de documentos secretos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha desvelado que el espionaje de Estados Unidos informó en enero de 1948 a su Gobierno de que el dictador Francisco Franco realizó, en plena crisis de la década de los 40, importantes inversiones en Argentina. En esos años el país sudamericano estaba gobernado por el general pseudofascista Juan Domingo Perón, que desde 1946 ayudó a los generales españoles a romper el aislamiento al que estaba sometido el Gobierno franquista tras la victoria de los aliados en la Segunda Guerra Mundial.

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