Los franquistas humillan a fusilados, homosexuales y bebés robados ante el silencio de la Fiscalía

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La decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de exhumar al dictador Franco del mausoleo fascista construido en el Valle de los Caídos está sirviendo, paradójicamente, de altavoz al discurso franquista. Las principales cadenas de televisión privadas están entrevistando en sus programas a portavoces de asociaciones fascistas, cuyo discurso obtiene así un eco que no alcanzaba en España desde el final de la Transición.

En el último mes y medio han recorrido los platós Pilar Gutiérrez, líder de la organización Movimiento por España; Jaime Alonso, portavoz de la Fundación Francisco Franco; Juan Chinarro, el presidente de dicha fundación; y el general Fernández-Monzón, uno de los militares reservistas firmantes del manifiesto franquista en favor del dictador. Todos comparten el mismo discurso, que a veces es tan exageradamente falso que casi resulta cómico: la dictadura no fue tal y Franco, por tanto, no fue ningún dictador. Además, no es responsable de ningún asesinato. Y, por si fuera poco, gracias a él tenemos la democracia actual que, sin embargo, tiene más de dictadura que los 39 años de España franquista. Este es, en esencia, el discurso fascista y negacionista de la historia que, día tras día, repiten sus portavoces en programas de máxima audiencia como Más Vale Tarde, La Sexta Noche, Espejo Público, Hechos Reales o El Programa del Verano. "Franco no fue un dictador. Si acaso, sólo durante los primeros años. Pero si lo fue, lo hizo por el bien de España", aseguró Gutiérrez. "Franco ha hecho mucho más por la democracia que los que se manifiestan en las calles", espetó Alonso. "Franco no firmó nunca ningún asesinato", continuó Fernández-Monzón.

Pero la cosa no termina aquí. A los elogios del dictador se suman, además, múltiples declaraciones que suponen una humillación a las víctimas del franquismo. Por ejemplo, a los asesinados, a los bebés robados o a las personas homosexuales. Y a las familias de todos ellos. Y todo ello ante el silencio de la Fiscalía General del Estado, que ordenó abrir con inmediatez una investigación a los Mossos D'Esquadra para conocer los motivos por los cuales procedieron a identificar a varias personas que retiraron símbolos independentistas en un par de pueblos de Cataluña, pero no reacciona ante los reiterados insultos a las víctimas en programas de máxima audiencia por parte de los portavoces franquistas.

infoLibre recopila a continuación algunas de las frases más humillantes para las víctimas ante las que la Fiscalía permanece callada. 

Fusilados no, "ajusticiados" y "condenados por la ley"

"Franco no fusilaba a gente", afirmó Jaime Alonso el pasado 28 de julio. Esta idea, aunque rechazada por los historiadores, ha sido una de las más defendidas en los platós. El argumento para ello: no eran asesinatos, sino cumplimientos de condenas dictadas conforme a la ley. Así lo dijo el general Fernández-Monzón el 20 de agosto, cuando espetó la siguiente frase: "Franco no firmó nunca ningún asesinato. Fueron condenados por la ley". Y se reiteró cinco días más tarde: "Había que perseguir a la gente que había cometido asesinatos". 

Sin embargo, los historiadores contradicen su argumentario. Según publicó el diario El País en el año 2002, la apertura de algunos archivos había permitido cifrar en aproximadamente 150.000 las víctimas mortales de la represión franquista entre los años 1939 y 1943. Habían sido asesinados en campos de trabajo y cárceles. Algunos con sentencia, sí, pero de tribunales militares de más que dudosa fiabilidaddudosa fiabilidad. Fallos, además, cuya anulación ha sido solicitada por varios grupos parlamentarios e, incluso, por el Congreso de los Diputados. 

Por supuesto, no hace falta ser historiador para saber que todas las dictaduras se arman con un aparato legal para cometer sus crímenes. La Alemania nazi enviaba a sus víctimas a los campos de concentración cumpliendo la legalidad alemana del Tercer Reich y la Unión Soviética de Stalin hacía otro tanto.

Los enterrados en cunetas recibieron sepultura "dignísima"

"Todos los muertos que encuentran cada vez que hacen excavaciones son nacionales", afirmó Gutiérrez el 7 de julio. Se reiteró un mes después: "Los que están encontrando en las cunetas son nacionales". Se refería así a todos los desaparecidos durante la Guerra Civil y el franquismo que, aún a día de hoy, permanecen enterrados en fosas comunes ante la lucha de sus familiares por encontrarlos. Según su discurso, "Franco se molestó en sacar los cadáveres de sus enemigos de las cunetas y darles una sepultura dignísima". En la misma línea, Chinarro llegó a asegurar que "Franco pudo haber quemado las fosas de los republicanos, pero les quiso dar un entierro digno".

Ese lugar "digno", en opinión de los portavoces franquistas, es el mausoleo fascista del Valle de los Caídos. Y los republicanos enterrados allí lo fueron con "autorización expresa" de sus familiares. Nada más lejos de la verdad. Por un lado, las cunetas no fueron vaciadas, y menos por el dictador. Según la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), las cunetas españolas guardan todavía más de 114.000 desaparecidos, la mayoría de los cuales son represaliados por el régimen franquista. Por otro, la inmensa mayoría de los republicanos enterrados en el Valle de los Caídos lo fueron sin pedir autorización a sus familiares.

Los homosexuales, ahora, lo son por obligación

Los homosexuales, del mismo modo, han sido otro colectivo atacado estas semanas por los portavoces franquistas. "Con Franco no podían obligar a los niños a ser homosexuales como se está haciendo ahora", se quejó Gutiérrez, que añadió poco después que la "ley de vagos y maleantes" –como se les catalogó desde 1954– tuvo "muy poco recorrido". 

De nuevo, afirmaciones plagadas de mentiras históricas. En primer lugar, los homosexuales nunca lo han sido por obligación. Ni en la actualidad ni durante la dictadura. Lo que ocurre es que durante los 36 años de mandato de Franco estos eran represaliados. Y lo fueron, también, con la aplicación de la ley de vagos y maleantes, aquella por la que se catalogaba a estas personas como merecedoras de rechazo social. Lo cuenta el documental Pero que todos sepan que no he muerto, dirigido por la cineasta estadounidense Andrea Weiss. En la cinta se explica, por ejemplo, cómo la década de los 60 sirvió como experimento para aplicar la técnica del electroshock contra la homosexualidadelectroshock

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Los bebés robados son niños "adoptados"

La coartada que se empleaba entonces se ha convertido, para Gutiérrez, en verdad absoluta. Lo demostró el pasado 6 de agosto, cuando afirmó que "los bebés robados son niños adoptados legalmente"bebés robados. Humillaba, así, a todas las víctimas de los numerosos casos en los que recién nacidos fueron arrebatados de los brazos de sus padres y madres para entregárselos a otras familias. A ellos se les comunicaba que el niño o niña había muerto. La familia que lo recibía, en cambio, lo hacía bajo el halo de adopción totalmente regulada. 

Pero lo cierto es que el caso de los bebés robados ha llegado incluso a los tribunales. Lo hizo este año de mano de Inés Madrigal, una niña nacida en 1969 y sustraída de su madre biológica. El ingreso en Urgencias del principal acusado, el doctor Vela, mantiene de momento la causa paralizada. Pero, aunque Gutiérrez lo niegue, los bebés robados han llegado hasta la ONU.

La decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de exhumar al dictador Franco del mausoleo fascista construido en el Valle de los Caídos está sirviendo, paradójicamente, de altavoz al discurso franquista. Las principales cadenas de televisión privadas están entrevistando en sus programas a portavoces de asociaciones fascistas, cuyo discurso obtiene así un eco que no alcanzaba en España desde el final de la Transición.

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