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Disenso, el laboratorio de ideas con que Vox busca afianzarse en España y Latinoamérica como referente de la extrema derecha, lleva más de un mes eludiendo una de las aristas más afiladas de la Ley de Fundaciones. Pendiente de quedar inscrita en el registro público, lo que para cualquier fundación equivale a adquirir el rango de entidad legalizada, Disenso actualiza cada jornada desde su relanzamiento el 12 de octubre los contenidos del diario digital La Gaceta. Pero a las fundaciones que todavía se encuentran en el denominado "proceso de formación", es decir, en espera de incorporarse al registro público, la normativa estatal solo les permite desarrollar actividades de manera excepcional: pueden actuar si se trata de actos "indispensables para la conservación de su patrimonio" o de aquellos "que no admitan demora sin perjuicio para la fundación".
¿Resultaba "indispensable" para el todavía desconocido patrimonio de Disenso anticiparse a que la solicitud de inscripción, presentada el 12 de agosto, obtuviera vía libre? ¿Por qué no admitía "demora" el relanzamiento del digital? Disenso no ha respondido a la pregunta formulada el sábado por infoLibre sobre este asunto, que pone en duda si la fundación que también preside Santiago Abascal está aplicando o no de forma rigurosa un mandato explícito que señala la Ley de Fundaciones en su artículo 13.
Durante años, La Gaceta perteneció a Intereconomía, el holding mediático ultraconservador capitaneado por Julio Ariza, que acabó envuelto en un complejo concurso de acreedores y tres de cuyas sociedades figuran en la lista de grandes morosos tributarios con una deuda total de 19,2 millones. Dos mercantiles del grupo –Intereconomía Corporación SA, la que más debe a Hacienda, e Intereconomía Publicaciones SL, ausente de la lista negra– se sucedieron en la pasada década como propietarias de lo que hasta diciembre de 2013 fue un rotativo y luego un digital bajo el dominio gaceta.es. La Gaceta sigue hoy por hoy accesible desde el enlace que ofrece la web grupointereconomia.com
Según Disenso, el dominio de gaceta.es le fue cedido este mes de octubre de forma "gratuita" y "temporal" por Lepanto Estrategy SL. Es decir, por una empresa oficialmente ajena en lo societario a Intereconomía y que, según la única información mercantil disponible, fue constituida hace solo 10 meses con un capital de 3.000 euros por Gabriel Ariza, hijo de Julio Ariza. Mediante un traspaso de titularidad cuyos detalles económicos y fechas desconoce este periódico, Lepanto Estrategy se hizo con la titularidad del digital que ahora constituye el mascarón de proa del aparato mediático de Vox. Los portavoces de la fundación aseguran que "Disenso no ha tenido ni tiene ninguna relación con las sociedades Interconomía Corporación SA o Intereconomía Publicaciones SL". Y que la fundación ignora a quién pertenecía la web gaceta.es antes de que Lepanto se erigiese en su titular.
Si no está en el Registro, carece de "personalidad jurídica"
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Dependiente del Ministerio de Cultura, el Protectorado único de fundaciones de competencia estatal dispone de un servicio jurídico al que cualquier ciudadano puede dirigir consultas. A la pregunta de si queda prohibido que una fundación todavía no inscrita contrate personal, realice eventos acordes con sus fines fundacionales o lance un diario o una revista, en papel o en formato digital, o si, por el contrario, todas esas actuaciones resultan válidas porque poseen el rango de "indispensables para la conservación de su patrimonio", el servicio de consultas respondió así: "La fundación en tanto no esté inscrita no puede realizar actividades por cuanto no tiene personalidad jurídica". En prevención de que pudiera producirse un malentendido, hubo una tercera pregunta: ¿entonces no se puede editar una publicación o poner en marcha un digital hasta que la fundación esté inscrita en el Registro? La respuesta, aquí, reforzó la anterior: "La fundación, en tanto no esté inscrita, no puede realizar actividades por cuanto no tiene personalidad jurídica".
Este periódico pidió también a expertos en la materia su opinión sobre el lanzamiento de un digital por parte de una fundación que se encuentra en espera de quedar bajo el paraguas del Registro de Fundaciones. Dos de ellos, que pidieron expresamente no ser identificados, coinciden en que publicarlo sobrepasa de largo las excepciones previstas en la Ley de Fundaciones. No obstante, uno de los dos juristas recalcó que las dilaciones en la inscripción de fundaciones llegan a resultar excesivas en algunos casos.
Abundando en esa última línea, un tercer especialista, el abogado Ramón Pérez Lucena, entiende que lo sucedido con gaceta.es "podría obedecer a que en el proceso de formación de nuevas fundaciones está habiendo retrasos de hasta dos años". Tras subrayar que una entidad pendiente de inscripción registral "no puede contratar a nadie", el letrado esgrime como ejemplo del "vacío legal" la Fundación Leo Messi: "Funcionó siete años sin estar inscrita en el Registro de Cataluña y sin que nadie le planteara problemas". Desde 2019, una jueza investiga si la estrella del Barça y su entorno cometieron los delitos de estafa y blanqueo al usar la fundación para recibir pagos personales y librarse así de pagar impuestos.
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