GALICIA
De Galicia en 2017 a California en 2025: por qué los incendios llegan cada vez más cerca de las casas
Un gran número de incendios forestales está asolando estos días el sur de California, en las proximidades de Los Ángeles, provocando ya más de 24 muertos y la evacuación de miles de personas, así como la destrucción de un gran número de viviendas. La oleada de incendios, tanto por la intensidad de las llamas como por las condiciones climáticas en las que se producen y el importante impacto en núcleos de población, recuerda inevitablemente a los que afectaron a Galicia en el otoño de 2017 o algunos de los que sufrieron Portugal en últimos años. Se trata de incendios de última generación, favorecidos por unas condiciones climáticas y meteorológicas cada vez más extremas y que, además, surgen cada vez más cerca de los hogares.
Una investigación del grupo de Proyectos y Planificación (PROEPLA) del Campus Terra de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) ha profundizado precisamente en el análisis de la distancia entre los puntos de origen de los fuegos y los edificios, constatando que los incendios se inician cada vez más cerca de las zonas habitadas, con un impacto mayor sobre ellos. El estudio, titulado Análisis de tendencias en la distancia de los incendios forestales desde áreas urbanizadas en España y California (EEUU): 2007-2015', se publicó el año pasado en la revista Forest y forma parte del análisis de más de 100.000 incendios en el Estado español y en California entre 2007 y 2015.
En el caso californiano, los datos recogidos muestran que en el 4% del territorio hay una tendencia significativa de los incendios a acercarse a zonas urbanizadas, mientras que en los incendios ocurridos en el Estado español, en el 10,5% de la superficie quemada se observa también una tendencia significativa: una aproximación de los puntos de ignición a las viviendas. Los resultados obtenidos muestran que los incendios forestales tienen un patrón aleatorio en el caso de causas naturales, pero sí siguen una tendencia de agregación espacial en el caso los provocados por el hombre.
Estos incendios de interfaz, en los que se mezclan zonas forestales y núcleos de población, además de provocar mayores daños humanos y materiales, son más difíciles de combatir, lo que obliga a repensar los dispositivos de extinción.
Los autores de la investigación, Manuel Marey Pérez, Óscar López Álvarez y Luis Franco Vázquez, destacan que su trabajo es pionero "en el sentido de que compara las tendencias de los incendios en dos regiones geográficamente distantes con similitudes y diferencias en su relación con el fuego".
En la representación gráfica de los resultados, el análisis reveló que no había celdas para las dos regiones donde los incendios se habían alejado significativamente de los edificios. Este resultado respalda parcialmente la propuesta de algunos autores sobre el hecho de que los incendios invaden cada vez más zonas urbanizadas, "lo que subraya la necesidad de prepararnos para vivir con el fuego", señalan.
Los autores señalan la necesidad de continuar con esta línea de investigación, destacando que "nuestro enfoque nos permite determinar si existen patrones de comportamiento más detallados que expliquen la relación entre el fuego y las infraestructuras humanas, que no han sido adecuadamente estudiados y comparados en dos regiones como España y California”.
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En Galicia, los incendios forestales provocados por el hombre muestran patrones agregados, con una fuerte interacción entre focos e incendios. Mientras tanto, los fuegos provocados por causas naturales en California siguen patrones más aleatorios, aunque existen factores explicativos, como la presencia de bosques mixtos de coníferas, que facilitan la propagación de los incendios cuando se dan las condiciones ambientales adecuadas.
Una nueva generación de olas de incendios
Los incendios de California se vieron favorecidos por unas condiciones de baja humedad, elevada temperatura y fuertes vientos (los vientos de Santa Ana, procedentes del interior del país y que ganan velocidad y pierden humedad a medida que avanzan) muy conocidos en Galicia y que en los últimos años años han provocado algunos de los peores incendios.
Son incendios de última generación, con mayor capacidad de destrucción debido a las condiciones climáticas cada vez más extremas motivadas por el cambio climático. En los últimos años nos hemos acostumbrado a observar incendios en Galicia y Portugal que provocan nubes de convección que cambian las condiciones meteorológicas esperadas, hacen que los vientos rocen y propaguen el fuego de forma caótica, incluso en otros incendios a decenas de kilómetros de distancia; también pueden provocar tormentas de fuego –cada vez más probables en el país– o saltar embalses, creando focos secundarios con el movimiento de chispas hasta a dos kilómetros de distancia.