¿Guarda el presidente del Gobierno un conejo en la chistera, un golpe de efecto que vaya a permitirle recuperar para las generales gran parte de los votos perdidos en las autonómicas y municipales del 24-M24-M? ¿Estudia medidas estrella de las que pueda desprenderse que el Ejecutivo estás más cerca de los ciudadanos? La respuesta, según las fuentes de su entorno consultadas, es sencilla: "No". El calendario legislativo del Gobierno tiene ya todas las fechas tachadas y no hay hueco para nuevos proyectos de ley trabajando en un escenario de elecciones generales a finales de noviembre.
En este contexto, además de procederse al trámite parlamentario de las iniciativas legislativas que ya han salido del Consejo de Ministros, el Gobierno trabajará, según las mismas fuentes, en proyectos de cara a la próxima legislatura, una tarea con la que tendrá que coordinarse con el Partido Popular, que es a quien le corresponde la redacción del programa electoral de cara a las generales del próximo otoño.
Lo escaso del margen en este sentido se complementa con el rechazo del presidente del Gobierno a variar su programa económico. Una cuestión que Rajoy ya dejó claro el pasado fin de semana en la clausura de la reunión del Círculo de Economía en Sitges (Barcelona). Según precisó, los cambios en lo económico no se producirán porque, esgrimió, sus políticas han permitido revertir la situación respecto a 2012 cuando el rescate planeaba sobre la economía española.
"El núcleo duro de las políticas del Gobierno no se puede cambiar porque hay un compromiso. No hemos hecho política pensando en las elecciones", justificó este lunes el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, en un encuentro informativo con la prensa este lunes en el que quiso subrayar que en materia de corrupción se han tomado todas las medidas que se podían tomar.
La imposibilidad del Gobierno de tomar nuevas medidas –para aprobar las que ya han salido del Consejo de Ministros el Congreso tendrá que reunirse los meses de julio y agosto– conlleva que el último anuncio del PP, de este mismo lunes, vaya a tener que quedar reducido a unas líneas en el programa electoral. Se trata de articular una iniciativa legal para evitar que en los estadios de fútbol se pueda pitar el himno nacional, algo que ocurrió este fin de semana en el Camp Nou.
Pitada del himno
El vicesecretario de Organización y Electoral del PP, Carlos Floriano, señaló este mismo lunes en rueda de prensa que la intención del PP es liderar una iniciativa al respecto. Pero no quiso precisar cómo se articulará.
Si se cruza el hecho de que el propio Gobierno asume que no hay margen para nuevas leyes que dulcifiquen la percepción que los ciudadanos tienen de las medidas de Rajoy con la declaración del propio presidente de que tienen cosas que cambiar, todo apunta a que lo que podría estar por venir se limitará a un cambio de caras.
En la última semana, la opinión más extendida en el Gobierno y en el PP es la de que Rajoy podría aprovechar el deseo de José Ignacio Wert de dejar el Gobierno para irse de embajador de España ante la OCDE para impulsar una crisis de Gobierno. A día de hoy, el entorno del jefe del Ejecutivo sólo confirma los deseos del ministro de Economía de trasladarse a París, donde su pareja, la exsecretaria de Estado de Educación Montserrat Gomendio, ocupará un puesto, también en la OCDE.
A su vez, este cambio permitiría a Rajoy hacer algún ajuste en el partido. Uno de los más demandados desde hace años es un cambio en la secretaría general del PP, en manos de María Dolores de Cospedal. El traslado de la número dos del partido al Gobierno es uno de los comentarios más extendidos en círculos de la formación en los últimos días. Pero como todo lo que pasa en el PP, la última palabra la tiene Rajoy.
En el citado encuentro con los periodistas, Ayllón señaló que han "tomado nota" de los resultados electorales pero subrayó que en este momento lo que no pueden hacer es abrir un debate interno "con balcones a la calle". A su entender, los cambios "se anuncian cuando se producen".
Según sostuvo, "se está haciendo un análisis interno" sobre el retroceso electoral del PP y añadió que el Gobierno de Rajoy "es muy autocrítico porque la autocrítica es una parte esencial de cualquier partido que se llama reformista".
Rajoy no hará cambios y considera que sigue siendo el mejor candidato del PP para Moncloa
¿Discrepancias con el partido?
El discurso del Gobierno de las últimas horas choca en algunas cuestiones con el del partido. Este mismo lunes, en lo que pareció un avisa de que el PP se había dado por enterado de los resultados del 24-M, Floriano fijó en rueda de prensa Además, la acción política del PP antes de las generales. En primer lugar, el partido “mantendrá su presencia en la calle, con mayor vigor y fortaleza”, dijo.
También avanzó la celebración de actos sectoriales que enriquecerán las propuestas con las que el PP elaborará el nuevo programa electoral y que se “rendirá cuentas” del cumplimiento del programa electoral de 2011. “Vamos a explicar con todo detalle el cumplimiento del programa electoral y activaremos las comisiones de estudio del partido para escuchar demandas y propuestas de futuro”, dijo.
¿Guarda el presidente del Gobierno un conejo en la chistera, un golpe de efecto que vaya a permitirle recuperar para las generales gran parte de los votos perdidos en las autonómicas y municipales del 24-M24-M? ¿Estudia medidas estrella de las que pueda desprenderse que el Ejecutivo estás más cerca de los ciudadanos? La respuesta, según las fuentes de su entorno consultadas, es sencilla: "No". El calendario legislativo del Gobierno tiene ya todas las fechas tachadas y no hay hueco para nuevos proyectos de ley trabajando en un escenario de elecciones generales a finales de noviembre.