A tan sólo dos días del 1 de octubre, el Gobierno central y el Govern de Cataluña se mantienen firmes en sus posturas, cada vez más enfrentadas. Por un lado, desde el Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy se asegura que el referéndum no tendrá lugar, ni siquiera como una consulta similar a la que se celebró el 9N de 2014. Por otro, desde el Ejecutivo catalán aseguran que los planes continúan según lo previsto y que pese a las decisiones que puedan tomar los poderes del Estado la votación se celebrará.
Estos son los principales instrumentos de los que se vale el Estado y el Govern para intentar imponer su discurso en Cataluña, alentando o frenando la movilización ciudadana del próximo domingo.
1. Las urnas: reclamadas por la Fiscalía y ocultadas por los independentistas
Según establece la Ley del referéndum aprobada por la mayoría independentista del Parlament el pasado 6 de septiembre, "el día de la votación cada mesa dispondrá de una urna de un material resistente con una tapa que incluirá una ranura en el centro para introducir los votos". Sin embargo, el Gobierno siempre ha insistido en que comprarlas contribuiría a la preparación de un acto ilegal. Aún así, a pesar del secretismo y la confidencialidad en torno a ellas que se ha mantenido hasta ahora, los altos cargos del Govern nunca han negado que las tienen preparadas, aunque han evitado confesar de dónde han salido y dónde se encuentran.
La Guardia Urbana de Barcelona custodia desde este jueves las urnas propiedad del Estado que tiene en el depósito del Ayuntamiento para, de esta manera, evitar que sean utilizadas este domingo. Así, la Urbana actúa en cumplimiento de la instrucción que dictó la Fiscalía ordenando a las policías locales de todos los ayuntamientos catalanes investigar cualquier preparativo para el 1-O. De este modo, pidió a los cuerpos locales que investiguen cualquier hecho "encaminado a organizar el referéndum ilegal y a intervenir los efectos o instrumentos destinados a prepararlo o a celebrarlo", entre los cuales se encuentran las urnas.
Este jueves 28, la Guardia Civil intervino un total de 100 urnas en un almacén de Igualada, donde también se requisaron 2,5 millones de papeletas y 4 millones de sobres. Aun así, a pesar de las actuaciones dirigidas a incautar todos los materiales dirigidos a la celebración del referéndum, el discurso del Govern continúa asegurando que sí habrá urnas el próximo domingo.
2. Los centros de votación: el Govern abre nuevos espacios frente a la decisión de la Fiscalía
Pero, ¿dónde se van a colocar esas urnas que, supuestamente, están preparadas? Los colegios electorales y otros centros que pretenden ser empleados como lugares de votación el próximo 1-O también han sido una de las herramientas empleadas por los independentistas para intentar esquivar la legalidad del Estado.
La Fiscalía Superior de Cataluña pidió este martes a los Mossos d'Esquadra precintar los colegios electorales designados para el referéndum del 1 de octubre y desalojar antes del 30 de septiembre a las personas que estén dentro. En la instrucción del fiscal superior de Cataluña, José María Romero de Tejada, se pide que se identifique a las personas que estén en el centro y se incauten los materiales destinados a la celebración del referéndum, incluyendo urnas, equipos informáticos, papeletas, documentación y propaganda.
Frente a ello, el independentismo trata de conseguir nuevos centros de votación. Así, lugares que nunca antes han funcionado como tal harán las veces de sede electoral el próximo domingo. De esta forma, espacios singulares de Barcelona, Tarragona, Lleida y Girona como teatros, museos, residencias de ancianos, locales parroquiales, albergues, centros sanitarios o espacios vecinales colocarán urnas el 1-O.
No obstante, la utilización de estos centros dificulta que los ciudadanos sepan de forma clara dónde deben acudir con su papeleta. Por ello, el Govern ya ha activado instrumentos digitales para que, pese a los impedimentos de las fuerzas policiales, la participación no decaiga. El vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, anunció este miércoles la apertura de la cuenta de Twitter@onvotar1oct para informar del lugar de votación, así como la activación de un correo electrónico para atender dudas concretas sobre ello. Del mismo modo, el presidente Carles Puigdemont animó a los catalanes a descargarse una aplicación móvil que indica a qué sede electoral acudir.
3. Movilización ciudadana frente al envío de refuerzos policiales
Las fuerzas independentistas llamaron a una "movilización permanente" a partir de la Diada. Esta petición se vio acrecentada después de que la Guardia Civil detuviera el pasado miércoles a 14 altos cargos de la Generalitat, actuación que provocó multitudinarias concentraciones en las calles de Cataluña acompañadas por otras celebradas en distintas capitales españolas como Madrid, Zaragoza, A Coruña, Santander, o Valencia.
La CUP consideró que esta era la mejor forma de "contestar a la acción represiva del Estado" y de garantizar el 1-O. Y la movilización en la calle, desde entonces, no ha parado. Organizaciones estudiantiles salían a la calle este jueves para reclamar la celebración del referéndum. Según la Guardia Urbana, eran 16.000. Según los propios organizadores, esta cifra llegó a los 80.000 asistentes. Además, desde las fuerzas políticas independentistas, así como desde las organizaciones civiles favorables al referéndum, se llama a los estudiantes a ayudar para garantizar que éste pueda celebrarse.
Òmnium Cultural, además, llevará a cabo entre este jueves y el sábado una campaña de llamadas telefónicas para convencer a los ciudadanos indecisos de que vayan a votar en el referéndum del domingo y se pueda conseguir una participación "masiva". La entidad soberanista pidió a través de las redes sociales que los ciudadanos se apunten a esta campaña y participen desde el centro de llamadas que se ubicará en la sede central de la entidad, en Barcelona. "Ayúdanos a llamar a todas las personas que todavía están indecisas o que tienen miedo de ir a votar", pidieron.
Frente a estas movilizaciones, el Ministerio del Interior anunció que enviaría refuerzos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil a Cataluña para ayudar a los Mossos d'Esquadra en el despliegue de dispositivos policiales para el 1-O. Así, este jueves, el ministro Juan Ignacio Zoido aseguró que pondrá "todos los medios para ayudar" en el cumplimiento del mandato judicial de impedir su celebración frente a la "posición de desobediencia" que, asegura, mantiene Puigdemont.
4. Duplicación de webs para responder a su cierre
El Govern confía en 'vestir' el 1-O de garantías suficientes para hacer viable la proclamación de independencia
Además de la web abierta por la Generalitat para informar sobre el referéndum del 1-O, otras páginas de entidades independentistas han sido intervenidas en las últimas semanas para evitar así que puedan difundir información relativa a la votación. La página web oficial abierta por Presidencia fue replicada en numerosas ocasiones por varios ciudadanos, los cuales tuvieron que acudir a declarar ante la Policía Nacional en Barcelona, Girona y Tarragona por un delito de desobediencia. Las 17 personas acusadas quedaron en libertad con cargos.
La web Crida per la Democràcia de Òmnium Cultural fue clausurada la noche del miércoles, según informó la propia entidad, que ya puso en marcha un nuevo dominio que, de nuevo, ha sido intervenido. De igual modo, la Guardia Civil bloqueó este lunes el acceso a la página web de la Asamblea Nacional Catalana (ANC). Su presidente, Jordi Sànchez, ya anunció que presentarán una denuncia ante los Mossos d'Esquadra al considerar el cierre como un hecho que "atenta contra la libertad de expresión y la la libertad política".
Para hacer frente a estas actuaciones, enmarcadas dentro de un dispositivo policial destinado a investigar un total de 144 páginas en Internet, Puigdemont animó a visitar las webs que han replicado a la del referéndum del 1 de octubre a través de proxys que permiten alterar la localización desde la que se realiza la conexión a la red.
A tan sólo dos días del 1 de octubre, el Gobierno central y el Govern de Cataluña se mantienen firmes en sus posturas, cada vez más enfrentadas. Por un lado, desde el Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy se asegura que el referéndum no tendrá lugar, ni siquiera como una consulta similar a la que se celebró el 9N de 2014. Por otro, desde el Ejecutivo catalán aseguran que los planes continúan según lo previsto y que pese a las decisiones que puedan tomar los poderes del Estado la votación se celebrará.