El Gobierno y Londres entran en una guerra de declaraciones por los controles en Gibraltar

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Basta mirar las portadas de periódicos, aperturas de noticiarios de radio y televisión de los últimos días o declaraciones públicas de dirigentes del PP y del propio Mariano Rajoy. Gibraltar centra la atención informativa. Un viejísimo contencioso –tanto como el Tratado de Utrecht de 1713 que concedió la soberanía del Peñón al Reino Unido– que ha vuelto a recrudecerse en las últimas dos semanas tras el vertido de bloques de hormigón al mar por las autoridades de la Roca. Claro que no se puede descontextualizar la escalada de tensión. Se produce en vísperas del desfile de la cúpula del PP ante el juez Pablo Ruz de la Audiencia Nacional por el caso Bárcenas. Mañana, Javier Arenas y Francisco Álvarez-Cascos, secretario general de los conservadores de 1989 a 1999 y hoy ya fuera del partido. Y el miércoles, María Dolores de Cospedal. 

Madrid y Londres no hacen más que lanzarse desafíos diplomáticos. El último, hoy mismo. Un portavoz del primer ministro británico, David Cameron, anunció que Downing Street está "estudiando seriamente" la posibilidad de emprender acciones legales contra el Ejecutivo de Rajoy por su empeño en aumentar los controles en la Verja que separa La Línea de la Concepción (Cádiz) y la Roca, lo que se trataría de "un paso sin precedentes" y que por tanto, reconoció el portavoz, habría que estudiar "con cuidado". Londres endurece su postura después de que el jefe del Gobierno se sintiera "muy decepcionado" por el hecho de que no se levantaran este fin de semana las limitaciones de acceso, a pesar de la petición expresa que le hizo Cameron la semana pasada por teléfono a Rajoy. Downing Street informó entonces de que Madrid se había comprometido a "rebajar" la presión en los accesos, algo que ni la Moncloa ni Exteriores confirmaron. 

El portavoz de Cameron incidió en que el refuerzo de los registros es "totalmente desproporcionado" y tiene "motivos políticos", por lo que exigió su suspensión, según informa Reuters. "El primer ministro está contrariado por el fallo de España a la hora de retirar los controles fronterizos adicionales y ahora estamos estudiando qué opciones legales tenemos", señaló, para añadir: "Si elegimos esta ruta, con seguridad presionaremos a la Unión Europea para que se ocupe de este caso como asunto de urgencia". Londres recalcó que su posición respecto a Gibraltar, como sucede con otros territorios de ultramar, "no ha cambiado". 

Ante la ONU y al Tribunal de La Haya

España respondió poco después. Reiterando lo mismo que ha venido diciendo en los últimos días. Que los controles en la Verja son "irrenunciables" y que, como dijo el presidente el pasado viernes desde Palma, son "legales, proporcionales y aleatorios". Y son "obligados", porque Gibraltar no pertenece al espacio Schengen, según aseguraron fuentes diplomáticas a este periódico.. Exteriores, no obstante, ya ha ido mandando mensajes de calado durante todo el fin de semana. Así, el ministro José Manuel García-Margallo sostuvo en TVE que el Ejecutivo está planteándose llevar el conflicto de Gibraltar a los organismos internacionales, como la ONU (haciendo frente común con Argentina a cuenta de su reclamación de las Malvinas) y al Tribunal de La Haya. Es más, las declaraciones de Downing Street parecen una respuesta al órdago del Ejecutivo español, quien además se guarda en la manga la aprobación de una tasa de congestión de 50 euros para entrar y salir del Peñón. Ninguna de estas medidas de presión tiene fecha. El departamento de Margallo sólo dice que se están "estudiando".

Exteriores recalcó asimismo que Naciones Unidas "no reconoce" el derecho de autodeterminación de los llanitos y se retrotrajo a varias resoluciones del organismo internacional de finales de los años sesenta en los que se respalda el derecho de España a su "integridad territorial".

España se plantea llevar el contencioso de Gibraltar a organismos internacionales

Las réplicas del conflicto en Bruselas y en el Peñón llegaron asimismo este lunes. La Comisión Europea señaló que no había recibido petición alguna para mediar por parte de Londres o de Madrid. Y Fabian Picardo, ministro principal de la Roca, celebró que España derive la tensión hacia los tribunales internacionales, después de que Gran Bretaña haya "reiterado su compromiso con el derecho de autodeterminación" de los llanitos. En un comunicado, el Ejecutivo local aplaudió que Margallo quiera resolver la disputa de manera "racional y civilizada", informa Europa Press. 

Gibraltar ha hecho que el Gobierno vea con satisfacción cómo ha pasado a un segundo plano el caso Bárcenascaso Bárcenas. De hecho, el viernes pasado Rajoy estuvo a punto de poder esquivarlo en su breve comparecencia ante los medios en Marivent, tras su despacho con el rey. Pero el tema no ha desaparecido. Mañana comparecerán como testigos los dos secretarios generales del PP con José María Aznar, Arenas y Cascos, bajo cuyo mandato existió una presunta contabilidad B en el partido. Y el miércoles lo hará, también como testigo, la actual número dos, citada por el extesorero como receptora de pagos en dinero negro

El alcalde de Londres: que España quite "sus manos" de la Roca

La sospecha de que el Ejecutivo utiliza Gibraltar para desviar el foco sobre el caso Bárcenas, que ya han denunciado PSOE e IU, también es advertida por el alcalde de Londres. En su columna de los lunes en el diario The Daily Telegraph, Boris Johnson escribe que la "infame" disputa sobre el Peñón es una "flagrante táctica de distracción" ante el "escándalo de corrupción" que es el caso Bárcenas y las altísimas tasas de paro en España y, concretamente, en La Línea de la Concepción. "Ni por un minuto creo que esta discusión ha sido provocada por los gibraltareños. Olviden todo ese jaleo sobre unos pocos bloques de cemento que han sido lanzados al mar. No es esa la razón por la que los españoles están regresando al bloqueo al estilo de Franco. No es una pelea por la pesca". 

Johnson, en un descarnado post que titula Los españoles deben quitar sus manos de la garganta de Gibraltar, apunta que la verdadera crisis que afronta el Gobierno es la del euro, no sus derechos en la Roca. "El problema en España no es el Tratado de Utrecht, es el Tratado de Maastricht, y es una ironía superlativa que un proceso que estaba diseñado para traer armonía a los países europeos esté provocando una lucha extraña entre Gran Bretaña y España". El peligro para España, culmina, es "volver a la peseta". Porque sobre los deseos de los llanitos, argumenta, hay poca duda: en 2002, el 98,97% de los gibraltareños rechazó que el Reino Unido y España compartan la soberanía. "Ese deseo de ser británicos existirá en Gibraltar durante el resto de nuestras vidas y más allá". Precisamente Picardo agradeció hoy el apoyo expreso de Johnson. 

El regidor londinense se felicita de la "coincidencia" de que dentro de pocos días llegue a las aguas del Estrecho el portahelicópteros HMS Illustrious "con miles de marines"HMS Illustrious a bordo. Este lunes, de hecho, zarparon desde Portsmouth (sur de Inglaterra) tres buques de la misma flota para un "despliegue militar rutinario" anual por el Mediterráneo conocido por Madrid desde el pasado 4 de junio. Mañana partirá la fragata HMS Westminster

¿El Gobierno usa Gibraltar para desviar el foco sobre el 'caso Bárcenas'?

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PSOE: el Ejecutivo tenía que haber actuado "antes y mejor"

El PSOE, por su parte, reiteró este lunes su respaldo a Rajoy en el contencioso sobre la Roca. "Hay múltiples declaraciones de dirigentes socialistas al Gobierno de España en el asunto de Gibraltar", recordó hoy el secretario de Organización, Óscar López, en rueda de prensa en Sotillo de la Adrada (Ávila), quejoso por que el presidente dijera el pasado viernes que no sentía el aval del principal partido de la oposición. El número tres señaló, no obstante, que estar al lado del Ejecutivo en política exterior "no es incompatible" con asegurar que podría haber actuado "antes y mucho mejor". "España tiene que hacer una actuación diplomática", cuando el Gabinete lo ha hecho "justo al revés". El grupo parlamentario registró hoy la petición de comparecencia del titular de Exteriores en la Comisión Mixta para la Unión Europea. 

Exteriores, mientras, celebró que los socialistas quieran "trabajar conjuntamente" con el Gobierno en el conflicto sobre el Peñón y se comprometió a "consultarles" antes de tomar cualquier decisión, según indicaron a Europa Press fuentes del ministerio de Margallo. 

Basta mirar las portadas de periódicos, aperturas de noticiarios de radio y televisión de los últimos días o declaraciones públicas de dirigentes del PP y del propio Mariano Rajoy. Gibraltar centra la atención informativa. Un viejísimo contencioso –tanto como el Tratado de Utrecht de 1713 que concedió la soberanía del Peñón al Reino Unido– que ha vuelto a recrudecerse en las últimas dos semanas tras el vertido de bloques de hormigón al mar por las autoridades de la Roca. Claro que no se puede descontextualizar la escalada de tensión. Se produce en vísperas del desfile de la cúpula del PP ante el juez Pablo Ruz de la Audiencia Nacional por el caso Bárcenas. Mañana, Javier Arenas y Francisco Álvarez-Cascos, secretario general de los conservadores de 1989 a 1999 y hoy ya fuera del partido. Y el miércoles, María Dolores de Cospedal. 

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